Tengo Ganas de Amar

Capítulo 17: Nate

Capítulo 17: Nate

La miro.

O mejor dicho, contengo la respiración.

Respiración que en realidad no necesito.

Ni siquiera entiendo porque pienso cada cosa o porque mi cabeza se siente tan liada. Lo único que me repito una y otra vez es.

Mary ya no me gusta, Mary ya no me gusta.

Alejé esa idea de mi mente desde hace mucho tiempo, pero el destino es una jodida mierda cuando quiere jugar contigo. Entonces me puso a este bello ángel delante de mí, tan frágil y lastimado, para que yo pudiera sostenerla y protegerla.

Mary camina por la casa con tranquilidad, observa todo a su alrededor entre maravillada y nerviosa, ha bloqueado sus pensamientos, no puedo escuchar lo que piensa de mi o lo que significa para ella  estar aquí. Y he de admitir que estoy ansioso, me tiemblan las manos de saber que se quedará por algunos días y no sé si seré lo suficientemente fuerte para resistirme a tanta belleza y no derretirme ante sus pies.

— ¿Nate? — parpadeo cuando ella me llama y salgo de mis pensamientos.

— Eh ¿qué?... ¿Qué? — ella suelta una risita. Joder alguien debería decirle lo linda que es.

¿si quiera ella sabe lo que podría causar en alguien con una de esas sonrisas?

Pienso en ello, y me lleno de enojo, aún no me cabe en la cabeza como Peter fue capaz de lastimarla de ese modo.

Admito que Adrienna es una mujer hermosa, sería tonto de mi parte negar lo evidente. No obstante, jamás creí que Pet se dejaría llevar por el físico o el deseo, por la atractiva belleza de una mujer. Siempre creí que Peter estaba con Mary por su inocencia, por el hermoso ser que demuestra tanto por fuera como por dentro, y si a eso le agregamos que Enna y Pet son hermanastros, todo resulta aún más raro.

— Umm ¿dónde... Podría... Descansar? — Se tambalea sobre sus pies y rápidamente reacciono.

— Oh claro. Ven aquí. — levanto sus maletas y las subo por la escalera. Ella me sigue a su velocidad y busco una de las habitaciones de invitados. — Esta solía ser la habitación del padre de Enzo, desde que se mudó pues esta vaciá. Es amplia y puedes decorarla si así lo deseas.

— Solo me quedare unos días. — comenta risueña.

Y claro que se quedará unos días, no seas tonto Nathaniel.

— Si, eh solo lo decía para que te sientas cómoda.

— Me siento a gusto. — afirma y yo suspiro, eso me saca un peso de encima.

La dejo instalarse apresurandome a ir a mi habitación, soy un poco desordenado, mamá dice que en eso nos parecemos, aunque en realidad nos parecemos en muchas otras cosas más. Como darle el doble sentido a todas las cosas, ser demasiado parlanchines y tener a una Hunter como mejor amiga.

Lo que me recuerda que Lucille y yo tenemos una conversación pendiente.  Damien ni siquiera se imagina el inmenso corazón que tiene Lulle, no cualquiera es digno de su amor.

Me aplico un poco de desodorante en spray, y me saco los zapatos para estar más cómodo, quito mi remera y libero la presión en vejiga en el baño. Lavo mis manos y aprovecho para tomarme una fotografía y subirla de estado. Me río de mi mismo por no subir fotos mas normales, siemore hago este tipo fe muecas que a la gente le hace reír.

< Empezar el año con las mejores vibras y las mejores personas. >

No, no estoy pensando en Mary, solo es una casualidad que ella haya aparecido un día como hoy. Salgo de mi cuarto y aprovecho para pasar por su habitación que se encuentra lastimosamente un poco alejada de la mía.

Su puerta está cerrada, y no escucho nada a través de ella, ni murmullos ni balbuceos solo un leve ronquido casi imperceptible. Está dormida, y eso es bueno más aún cuando ha tenido un día tan agitado, quizás yo también debería hacer lo mismo, dormir y dejar de pensar en Mary.

(***)

Me levanto al escuchar mi móvil, por el sonido sé que se trata de la muzaraña, suele llamarme ni bien se levanta. Pero estamos en vacaciones alguien debería decirle a esa chica que duerma más.

Le contesto con algo de mala gana puesto odio que me despierten de un buen sueño. Lucille me pone al día con lo sucedido entre ella y Damien y hay cierta emoción en su voz al saber que el próximo viernes se verán, la fastidio un poco con lo sensual y rompe corazones que debe ir, también la pincho en que es una debilucha por caer en los encantos falsos de ese tipo y por último Lucille me hace una pregunta que me me tenso y en apuros.

— ¿Sabes algo de Mary? ¿Cómo la dejaste?

Por supuesto que Lucille no tiene idea de que Mary se está quedando en casa, lo que me recuerda que debo despertarla y preparar un buen desayuno como digno anfitrión. A la vez recuerdo que el único que sabe toda la verdad soy yo, y eso en el fondo me hace sentir bien.




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