Tengo Ganas de Amar

Capítulo 43: Mary

Capítulo 43: Mary


 

Termino de cepillar mi cabello, y coloco unos clips que adornan unos mechones recogidos. Me observo en el espejo, luzco bien, mis ojos resaltan mucho con el color alrededor. Me hecho un poco más de perfume y camino hacia el colgante para tomar mi abrigo.


 

—Luces preciosa. — giro mi rostro encontrándome con Nate parado en el marco de la puerta. Aquello me ablanda el corazón, pero a la vez siento algo de tristeza que no quiera acompañarme.


 

—¿Realmente no quieres ir? Puedes ir sólo a saludar a la tía Margaret y luego nos regresamos...


 

—Mary. — suspira y camina hacia mí. —Te lo agradezco mucho preciosa, pero no creo que sea lo correcto.


 

— Lo correcto es que no estés allí. Además, trajeron tu invitación y...


 

— No estoy listo Mary. — suspira. —Sé que lo has intentando. Lo entiendo, simplemente no creo sentirme cómodo estando allí con tanta gente.


 

— Bueno. —suspiro y sus manos recogen mi cara.


 

—¿No estés triste? Es un día para celebrar, así que debes estar contenta. — Es cierto, se trata del cumpleaños de mi padre, pero realmente la situación no anda muy bien, han sido días extraños, casi no he visto a papá además que ha sido mi última semana de exámenes. —¿Vendrán por ti?


 

—Sí, ya sabes que papá no deja que me mueva sola. — revoleo los ojos.


 

— Es lo mejor, con eso de que hay tantos reporteros fijados en la familia, lo que menos quiero es verme involucrado en un escándalo. —tuerce la boca.


 

—Está bien, volveré pronto. — beso sus labios y deseo que eso calme el maremoto en mi interior.


 

— ¿Qué te tiene tan intranquila? — acaricia los pómulos de mis mejillas.


 

—No lo sé. —contesto con la verdad. Por más que lo intento esta sensación de que algo está por suceder no desaparece.


 

— Hey. Si quieres puedo pasar por ti como la otra vez si eso te hace sentir más tranquila. —sonrío levemente porque es un gran avance, a pesar del resentimiento que Nate siente hacia la familia, lo que siente por mí le hace hacer este tipo de esfuerzos y excepciones, realmente lo aprecio.


 

—Gracias. — vuelvo a besarlo, cerrando los ojos y disfrutando del sabor de sus labios, acarició su cabello enredando mis dedos entre las hebras onduladas de este. —debo irme o llegaré tarde.


 

—Avísame cuando quieras que pase por ti.


 

—lo haré. — me despido con un rápido choque de nuestras bocas y salgo del apartamento.


 

(***)


 

Cuando llego a la casa Hunter parece realmente un salón de recepciones, los autos desfilan por todo el sendero hacia la mansión. Y nos estacionados en el aparcamiento, mi padre espera por mí a las afueras de la casa, lo observo de lejos conversando con algunos hombres que parecen de alto rango, rodeados de guardaespaldas.


 

Mientras entrábamos a la casa, estábamos rodeados de paparazis, con muchos fotógrafos alrededor, las mujeres llevaban puesto vestidos de gala, como si se tratara de una alfombra roja, debería decir que resultaba exagerado, entendiendo que para mi era una simple fiesta familiar. Sin embargo, para personas que no pertenecen a la familia y que han recibido una invitación con el sello Hunter es realmente un honor, no cualquiera puede entrar a la casa, y mucho menos a una reunión de este tipo.


 

— Me permiten. —Les dice mi padre, a los inversionistas mientras se acerca a mí. A diferencia de las mujeres, yo llevo un bonito vestido semi largo de encaje, color coral, no es un vestido ostentoso, es delicado y muy bonito lo cual para mí es suficiente y va conmigo. — Hermosa, simplemente te ves hermosa.


 

—Gracias Señor gobernante.


 

—Oh vamos, sabes que odio que me llames así. — sonríe y toma mi mano para hacernos caminar hacia la casa.


 

—Era solo una broma.


 

— De mal gusto por supuesto. — me guiña un ojo y yo acuesto mi cabeza sobre su hombro.


 

—¿Cómo has estado papá?


 

—Muy cansado, a veces desearía no tener sobre mis hombros un cargo tan grande, ya sabes... Ser alguien normal por unos días.


 

—Sería grandioso. —susurro recordando el día en que Nate y yo fuimos humanos, fueron las mejores horas de mi vida. — Papá tu... ¿Recuerdas tu vida como humano?


 

—¿Y esa pregunta?


 

—Simple curiosidad.


 

—Pues, la verdad mis recuerdos son muy vagos, cuando te conviertes en vampiro, vas creando nuevos recuerdos y dejando atrás los antiguos, más aún cuando te convierten tan joven. Mi vida como humano fue muy corta.


 

— Y nunca, has deseado o pensado en cómo se siente.


 

—Te refieres a volver a ser un humano.


 

—Si.


 

—Es imposible cariño. Aunque quisiera no podría. Lo que tú crees que sentiste, fue solo una ilusión, fue magia, y es bonito sí, pero no es real. — miro hacia mis pies entendiendo a lo que se refiere.


 

Por fin entramos a la casa, está repleta de gente, mi padre saluda prácticamente a todo el mundo, es un hombre respetable y de hace notar entre todos. Ni siquiera su apariencia joven lo hace menos antes viejos vampiros que lo rodean. Supe que muchos estuvieron en su contra cuando papá ascendió y tomó el liderazgo, sin embargo, él pudo con todo.


 

— Daniel, Mary. — Peter se acerca a nosotros, papá endurece su mirada cada vez que él está cerca, me causa gracia ya que yo no tengo ningún problema con él. Sin embargo, mi padre aún no le perdona que haya lastimado a su niñita.


 

—Peter.


 

—Mi madre pronto bajará, le gustaría que tú la recibieras. Feliz cumpleaños, por cierto.




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