Tengo Ganas de Amar

Capítulo 45:Peter

Capítulo 45: Peter


 

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The warden threw a party in the county jail

The prison band was there and they began to wail

The band was jumpin' and the joint began to swing

You should've heard them knocked-out jailbirds sing

Let's rock everybody, let's rock

Everybody in the whole cell block

Was dancin' to the Jailhouse Rock


 

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Uno, dos, a la derecha, uno, dos a la izquierda y luego giro, sujeto su mano y la hago girar conmigo mientras tomo su cintura y la hago tamborilear para que me siga el ritmo, en lo que ella ríe, a carcajadas como si no pudiese aguantar la risa.


 

— Vamos amor, solo una vuelta más. — le pido mientras seguimos moviéndonos al ritmo de Elvis. Resulta tan gratificante disfrutar de un domingo junto a ella, mientras cocinamos panqueques y hacemos este tipo de ridiculeces.


 

— Basta Pet. — sonríe y me abraza. — Sabes que no soy buena para moverme tanto.


 

—Pues cariño, déjame decirte qué hay ocasiones en que sí que te mueves mucho.


 

—¡Peter! — grita golpeándome el brazo y la atrapo para besarla.


 

—¿Acaso este es el cielo? — suspiro.


 

— No, definitivamente no lo es. Si estoy yo significa que es más el infierno. Soy más amiga del abuelo Lucifer que de Dios.


 

Le robo otro beso y tiro del asa de la sartén para darle vuelta al otro pancake.


 

Termino por fin de cocinarlo, le hecho algunas frutas, plátano, arándanos, fresa y por último miel de maple, aunque Enna preferible mermelada mixta en sus panqueques, así que separo algunos. Los llevo a la mesa junto con el cappuccino y mocha que ella preparó y me siento junto a Enna.


 

Tiene el cabello rojizo amarrado en un moño alto, con algunos mechones sueltos que enmarcan su bonito rostro y que la hacen lucir adorable. Luce preciosa, con los labios levemente hinchados por los besos que le di toda la mañana, también por las pequitas que van en sus mejillas y contornean su nariz.


 

—¿Qué me miras tanto? — entrecierra los ojos.


 

—Eres hermosa. ¿Lo sabías?


 

—Sip. — ríe conmigo. Me encanta la seguridad que desprende y también la manera en que se desenvuelve conmigo, cada vez más natural, sin avergonzarse ni sentirse tímida como al principio. — Como es que papá te convenció de sus gustos. Son terribles.


 

— Es buena música — sonrío y meto un bocado a mi boca.


 

— Recuerdo que siempre quería hacernos bailar. La única que se prestaba para el juego era Lucille. Creo que es la única que no tiene dos pies izquierdos.


 

— Auch. Gracias.


 

— Aparte de ti. Claro. — asiente.


 

Terminamos de desayunar después de unos minutos, me acuesto sobre el sofá con la barriga algo llena, entrené temprano por lo que me di la licencia de comer pancakes sin culpa. Enna se acuesta a mi lado, con un chasquido de dedos limpia la mesa y deja limpio los trastes.


 

— Siempre me agradó tu poder.


 

—¿Si?


 

—Sentía que podía hacer cualquier cosa.


 

—Digamos que solo lo uso para cerrar la puerta y ventanas, o lavar trastes.


 

—Quizá porque aún no has tenido la oportunidad.


 

—¿Oportunidad de qué?


 

— De ver cuán poderosa eres. — Enna hace una mueca con la boca y se coloca sobre mi pecho.


 

—Alguien me dijo una vez eso... que no tenía idea de todo el poder que tenía... pero no sé, digamos que mi vida no está rodeada de grandes sucesos como para querer usarlos. —Se encoge de hombros.


 

— A Mary le hubiesen ayudado.


 

—¿Lo dices por lo que sucedió en la fiesta? — enarca una ceja y afirmo con la cabeza— Lo de Mary no tiene mucho sentido, pudo haber acabado con ellos en un pestañeo solo que ella es muy...


 

—Buena persona...


 

— Si se podría decir... y algo inocente. Siempre le he dicho que debe avivarse y ser más perspicaz.


 

— Quizá lo está intentando.


 

—En realidad siento que es más la niñera de Nate que su novia.


 

—Adrienna. — gruño y ella se da la vuelta.


 

— No lo dije de mala manera. Pero se cuidan el uno del otro y eso está bien. Además, Nate ya ha pasado por bajones, es comprensible que ella esté a su lado.


 

— En eso tienes razón linda. — acaricio su cabello en suaves movimientos.


 

—¿Qué película veremos hoy? — inquiere con una gran sonrisa.


 

— No lo sé qué te gustaría ver, he visto que han subido algunas buenas en la plataforma.


 

— Con tal que no sea una cursi y cliché como las que le gustan a Lucille, me conformo.


 

—Sobre eso, papá me pidió que investigara a Damien.


 

—¿Qué? — se levanta enarcando ambas cejas sorprendida.


 

—Sí, lo he notado extraño, en realidad todos se comportaron raros el día que Damien apareció. — balbuceo.


 

Enna mira hacia la tv como si su mente estuviese en otra parte pensando en algo más, luego sacude su cabeza y vuelve a abrazarme.


 

— Ten cuidado.


 

— ¿Por qué?


 

— Nunca se sabe lo que podemos encontrar.


 

Y en eso le puedo dar la razón, yo espero no encontrar nada malo. Damien me cae bien, no lo he tratado mucho, pero se nota que quiere a mi hermana. Sin embargo, opino igual que papá hay algo que todavía no termina de cuadrarme a la perfección. Quizá solo se trata de todos los sucesos raros que han estado pasando en la familia, que tiene a todos tan tensos.


 




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