Ayer durante el funeral estuve muy inquieta no por fuera tedioso, bueno si lo fue pero no del todo, el ambiente de la funeraria me causaba una inmensa satisfacción, me encantaba y eso asusta porque a la gente normal le da miedo. Me emocionaba saber que había cadáveres y me imaginaba los cuerpos abiertos por la mitad, me imaginaba cocerlos con mis propias manos, siendo embalsamados, sentir su tibia y rojiza sangre deslizándose entre en mis dedos.
Pero esos no son mis pensamientos y mucho menos mis deseos. Aquellos le pertenecían a mi otra yo. Aquella que se siente muy cómoda con la muerte y la sangre, es aquella que me aterra, me hace ver sus pensamientos, sentir sus deseos y me hace cometer cosas malas.
Cosas malas? te preguntaras, si cosas malas por ejemplo: cuando tenía 7 años quemaba tomo lo que al fuego le gustase .El fuego siempre me parecía tan majestuoso. Como vivía en el campo había mucha madera por el lugar, deseando ser carbonizada. Una vez me emocione tanto con aquel color amarillo rojizo que quise incendiar algo más grande y así fue como casi dejo en cenizas toda la casa, bueno realmente exagero lamentable mente mi abuelo me vio y me detuvo, solo queme las míseras cortinas de la sala, desde ahí no me dejaban sostener un fosforo aunque para mi es una exageración. Me quitaron mi hobby favorito y debía encontrar otra forma de divertirme para pasar el tiempo en mi joven vida. Entonces empecé a buscar insectos y me encantaba verlos siendo aplastados por mis dedos pero aquello poco a poco dejo de ser tan divertido y busque insectos más grandes los cuales me encantaba torturar y luego hacer autopsia como solía decirle pues vi algo similar en la tv. Aquello era un poco más interesante a esa edad…