Tengo prohibido Amar (en edición )

Capítulo 11 "tu mía y yo tuyo"

Pegue mi cuerpo al de Isac completamente para que no pudiera verme, estaba tan avergonzada y me sentía vulnerable en este momento. Mala idea. Pareciera que al pegar mi cuerpo desnudo a el, a el le gustara.

Isac: no deberías hacer eso.-lo oí decir con la voz ronca al mismo tiempo que sentía su bulto crecer en mi vientre bajo.

Antes de que dijera algo me tomó de la cintura y me cargó, haciendo que yo enrredara mis piernas al rededor de el. Luego me tumbó en la cama y se colocó encima de mi. Su respiración era entrecortada y acelerada al igual que la mía. Bajo la mirada y miró mi cuerpo y luego se mordió el labio. 

Es raro pero... no me molesta que el me mire así. Veo en su mirada deseo y me gusta. El vuelve a mirarme y me besa. Luego se aleja de mi.

Isac: lo siento. Yo no debería hacer esto y si no me detengo aquí no podré parar más adelante.-puso una mano en mi mejilla.- tampoco quiero hacerte sentir incómoda.

Se iba a alejar pero lo tomé del brazo.

Vale: n-no me mo-molesta.

Me miró con un brillo en los ojos y volvió a poner su rostro a sentimientos del mío.

Isac: y si te arrepientes luego?

Vale: no lo haré. Estoy segura.-dije mordiendome el labio.

Isac puso su pulgar sobre mi labio y lo soltó.

Isac: me traes loco niña... tranquila, te haré sentir bien.

Entonces empezó a besarme y fue bajando sus besos por mi cuello. Yo cerré mis ojos pero los abrí cuando sentí que se detuvo. Lo miré y estaba sonriendo, luego agarró mi seno con su mano mientras que llevo su boca al otro. Solté un grito de sorpresa y luego cubrí mi boca para evitar un gemido pero se me hacía difícil por lo que estaba haciendo Isac. Paso a mi otro seno y sentí como lo mordió mi pezon solo que no muy fuerte. Empezó a bajar una mano hasta llegar a mi vagina. Introdujo uno de sus dedos entre mis pliegues y luego empezó a acariciar mi clitoris. Ya no podía más y empecé a soltar pequeños gemidos lo cual me avergonzaba. Cuando sentía que un orgasmo se aproximaba Isac subió su cabeza para besarme mientras me venía. Isac se despegó de mi y nos miramos a los ojos y dijo sonriendo:

Isac: estas toda roja. Que linda te vez.

Vale: d-de quien crees que es la culpa, tonto.

Su sonrisa se amplió más y se puso de pie frente a la cama. Mientras me recomponia de mi maravilloso orgasmo, vi como se quitaba la ropa y abrí los ojos como platos al verle tremendo pene que tenía. Me asusté e intenté cerrar las piernas pero el lo impidió poniéndose entre ambas.

Isac: tranquila, te va a gustar. 

Yo seguí insegura.

Isac: dime Valeria... confías en mi?

Si, confío en ti. Quise decir eso pero solo me limité a asentir. Sacó un condón del bolsillo de su pantalón que estaba tirado en el suelo y se lo puso. Luego me dio un beso en la frente y se posicionó. 

Isac: si te duele demasiado solo dime que pare y lo haré. 

Asentí y Isac empezó a adentrarse en mi. Cerré los ojos porque ¡diablos! Si que dolía. El lo hizo lento hasta que en un punto se detuvo ya que estaba todo dentro. Se sentía raro pero... no mal.

Isac: estas bien?

Vale: si.

Isac: bien. Empezare a moverme entonces.

Al principio lo hizo lento para que me acostumbrará pero después empezó a embestirme con más fuerza y más rápido. Yo no paraba de gemir y mi mente estaba vuelta un desastre y solo pensaba en una cosa: lo estoy haciendo con Isac.

Sentí que un orgasmo se estaba empezando a formar en mi. Unas embestidas más y me vine y al parecer Isac también. Nos besamos mientras el aún seguía dentro de mi.

Vale: Isac... eso me gustó mucho.

El sonrió con ilusión y me volvió a besar.

Isac: me alegro. Me sentiría terrible si no te hubiera gustado. Ahora vamos. Debemos bañarnos antes de que los chicos lleguen y tu hermano me quiera matar si nos encuentra así. 

El me cargó hasta el baño donde entré risas y toqueteos me vine otra vez. No podíamos hacerlo de nuevo ya que ahí no teníamos otro condón pero fue igual de bueno. Luego de un rato salimos del baño, nos vestimos y nos pusimos a ver una película en mi cuarto. Parecíamos novios. Espera... ¿qué se supone que somos ahora? El no me ha pedido nada aún. Aparte somos hermanastros ¿y si nuestros padres se enteran? Bueno, por ahora prefiero no preocuparme por esas cosas y solo disfrutar el momento. Estamos aquí, solos el y yo. Yo con mi cabeza sobre su hombro y tomándonos de las manos. Nada puede arruinar este momento. Ni siquiera mis pensamientos y preocupaciones.

*Brrrr brrrr*  suena mi teléfono. 

Vale: hola?... ¡¿QUÉ?!




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