Tengo prohibido Amar (en edición )

Capítulo 12 "te necesito ahora más que nunca"

Isac y yo llegamos lo más rápido posible al hospital, encontrándonos con mi hermano y Agustín, quien llevaba el brazo enyesado y con un moretón debajo del ojo.

Vale: que pasó? Donde esta mamá?

Agustín: está en cuidados intensivos. Aún no sabemos nada de ella.

Vale: que fue lo que pasó?

Agustín: tuvimos un accidente. Un motociclista se nos atravesó y por esquivarlo chocamos contra un muro. Tu madre se llevó por mucho, la peor parte.

Ay no. Mi madre no. Miré a Cris quien al parecer estaba apunto de llorar. El toda la vida ha sido muy sensible, incluso ahora a los 17 sigue siendo tan frágil. Me acerqué a él y lo abracé.

Vale: tranquilo. Todo va a estar bien.

Cris: tengo miedo. Y si algo le pasa?

Vale: ya, no seas tan negativo. Ella va a estar bien, ya lo verás. 

La verdad es que yo también tenía miedo, pero tenía que hacerme la fuerte frente a él. Si me veía llorando o desesperada sería peor.

Doctor: familiares de Virginia Florens?

Agustín: soy su esposo doctor.

Doctor: bueno, para serle sincero... su esposa no está muy bien que digamos. El choque activó otros problemas de salud que ella ya tenía, complicando las cosas. Tenemos que operarla lo más pronto posible. La operación más el tratamiento y medicamentos saldrá... un poco caro la verdad. 

Agustín: haga todo lo posible porque mi esposa esté bien. Traeré el dinero para que la operen lo más antes posible.

El doctor solo asintió y se fue. Yo solo quería llorar, al igual que Cris, tenía miedo. Esto se siente como un dejabú.

Vale: Cris, es mejor que te vallas con Isac a casa. Te has movido demasiado hoy y necesitas descansar.

Agustín: Valeria, creo que sería bueno que tu también te vallas a casa y vuelves mañana. Yo me quedaré aquí por cualquier cosa. 

Lo pensé un momento y no veía nada práctico el que ambos nos quedáramos aquí y luego estuviéramos cansados.

Vale: esta bien. Vuelvo mañana y mandame un mensaje si hay novedades.

El asintió y nos fuimos. Cuando llegamos eran las 9 de la noche.

Cris: Vale... puedo dormir contigo?

Vale: claro, ve ponte tu pijama.

Cris subió corriendo las escaleras, dejándome con Isac.

Isac: Vale... se que te haces la fuerte frente a tu hermano, pero conmigo no tiene por que ser así. Puedes llorar, desahogarte.

Vale: no te lo puedo negar, le dije a Cris que todo estaría bien pero en realidad ni yo lo se y también tengo miedo de que algo muy malo le pase a mi mamá. 

Mi voz empezó a entre cortarse y mi ojos a llenarse de lágrimas.

Vale: pero se supone que soy la mayor, que tengo que hacer que se sienta protegido. Cuando operaron a mi papá las cosas se pusieron terriblemente horribles y no quiero ni siquiera pensar en que eso podría ocurrir otra vez.

Me tape la cara cuando sentí que iba a empezar a llorar y sentí como Isac me abrazó sobandome la cabeza.

Isac: tranquila. Tu madre estará bien. Y no esta mal que llores y te sientas asustada, es normal.

Me quedé en silencio un momento y bajé mis manos de mi cara, poniéndolas al rededor de él.

Vale: te necesito ahora más que nunca.- dije con la voz quebrada.- tengo miedo.

Isac: y yo no te dejaré sola.

Me separo un poco de él y nos miramos a los ojos un momento. Justo nos íbamos a besar cuando escuchamos pasos y al girarme vi a Cris bajando las escaleras asique ue nos separamos.

Cris: no vas a dormir ahora?

Vale: eeh, si, ya voy enseguida.

Cris volvió a subir y yo caminé detrás de el, dándole una última mirada a Isac.

Más tarde en mi cuarto no podía dormir. 1: mi querido Cris se mueve mucho. Y 2: de repente me vino a la mente flashbacks de hace unas horas. Cuando Isac y yo pues... lo hicimos.

Me levanté y bajé las escaleras. Me dirigí a la cocina y tomé un vaso de agua.

Isac: vale, que haces despierta?

Vale: no podía dormir. Que hora es? 

Isac: son las 1:45.

Vale: y que hay de ti? Tampoco podías dormir?

El nego con la cabeza y se acercó a mi. Muy, muy cerca, acorralandome entre el y la barra de la cocina. 

Isac: sabes, creo que deberíamos hablar. Sobre lo que pasó hoy.

Mis mejillas enrojecieron al instante al recordar lo de esta tarde.

Vale: si, deberíamos. Pero ya es muy tarde. Hablemos mañana.

El se quedó en su lugar. 

Vale: po-podrias moverte?

El sonrió. 

Isac: no quiero.

Acercó más su rostro al mío a la vez que ponía sus manos sobre la barra.

Isac: me permitirías besarte?

PORQUE ESTE TONTO TENIA QUE PONERME TAN NERVIOSA?! 

Vale: s-si

Entonces puso su mano en mi nuca y pegó nuestros labios. Sentía como todo mi cuerpo se estremecía y eso que solo era un simple beso. El hacia que sintiera tantas cosas y tan intensas. Isac me alzó y me hizo sentar encima de la barra. Luego mordió mi labio inferior, pidiendo permiso para poder meter su lengua. Este beso no tenía nada de suave. Es intenso, y apasionado. Me gusta.

Entonces llevo su mano a mi entrepierna y empezó a acariciar por encima de la ropa. Mordió una vez más mi labio y me miró a los ojos, con algo de malicia en ellos. Metió una de sus manos en mi ropa interior y por la sorpresa lo agarré de la muñeca.

Isac: tranquila. Solo intenta gemir bajito para que no te escuchen.

Me dio un beso en los labios y empezó a besarme el cuello mientras me masturbaba con su mano. Es increíble lo que este chico puede hacerme sentir. El quitó su cara de mi cuello y me miró.

Narra Isac 

Me encanta ver a Valeria de este modo. Podría convertirse en una adicción. También me encanta como mis dedos se resbalan dentro de ella y sobre su clitoris. Y sus gemidos... son los mejores que he escuchado. 

Ella usa sus brazos para acercarme a ella y entierra su cara en la curva de mi cuello y mi hombro.

Isac: nena, no hagas eso. Yo quiero verte.

Ella solo negó con la cabeza y por los soniditos que hace se nota que esta tratando de contener sus gemidos. 




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