Capítulo 1

Helena: este será el último día en que estaré en esta casa y después de mucho tiempo al fin, firme los papeles del divorcio como él siempre quiso. Además, ya sabes qué hacer cuando me vaya.

Victoria: está segura de lo que hará, señora McGregor. Porque siento que su esposo la buscara y no descansara hasta encontrarla y debería de pensarlo bien.

Helena: no pienso cambiar de opinión. Él quería que desapareciera de su vida y hasta ahora se lo cumpliré, pero también lo hago por mi propio bien.

Victoria: eso significa que ya no tendré a quien servirle si se va de la casa y cuando este establecida me gustaría que me llamara para ir con usted.

Helena: me iré a un lugar apartado de la ciudad y por supuesto que te llamare. Solamente necesitaras esperar, porque lo primero que tengo que hacer es trabajar.

Ella se despide de Victoria y sonríe por última vez al ver su recámara. Ella sale con su maleta hasta llegar a la salida de la casa. Helena tenía que aprender hacer feliz y estaba segura de que lo iba a lograr

En la empresa McGregor

Daniel: este día es mi cumpleaños y no puedo creer que haya pasado el tiempo demasiado rápido. Nada más que no quiero ver a mi esposa, solamente que ella siempre tiene una sonrisa para mí.

Leonardo: deberías hacer el intento de hacerla feliz. Además, ella nunca te ha pedido nada y eso sería lo más justo, pero recuerdo que hace un año le pediste el divorcio y sobre todo le dejaste los papeles para que lo firmara.

Daniel: ella jamás los firmo y le dije que lo hiciera cuando se sintiera lista. Helena solo me miro cuando se los entregué y después de eso me fui.

Leonardo: debe de ser triste para ella saber que nunca la amaste y la manera más rápida para solicitar el divorcio hubiera sido que nunca consumaste tu matrimonio.

Daniel: lo que pasa es que nunca la vi como mujer y sobre todo no me interese en conocerla. Siempre fuimos unos completos extraños que vivíamos en la misma casa.

Ellos seguían conversando hasta que de repente empezó a sonar su intercomunicador y su secretaria le dice que le había llegado un paquete, pero que tenía que dárselo en sus propias manos. Ella entra y se lo da en sus manos para después salir de su oficina. El abre el paquete y ahí estaban los papeles de divorcio firmados por ella, además también había una carta que decía

Para mi amado Daniel

Esta es una carta de despedida por mí. Necesito decirte que siempre te he amado, nada más que tuve que aprender que el amor no se puede obligar.

Muchas gracias por compartir estos años de tu vida conmigo. Espero que seas feliz y por eso te devuelvo tu libertad, así que empezare una nueva vida, pero sobre todo no te guardo ningún rencor.

No quiero que me busques porque nunca me vas a poder encontrar, pero dicen que el amor se siente una vez, solo que tengo el propósito de olvidarte para ser feliz.

Además, tuve todo excepto a ti, porque lo único que quería tener en la vida era tu amor, pero eso fue imposible y nada más me llevare conmigo las cosas que traje cuando me convertí en tu esposa. Porque no tengo pensado en llevarme conmigo lo que alguna vez me regalaste y estas serán las últimas palabras que escucharas de mí.

Atentamente

Helena Reynolds Evans

Él no podía creer lo que había leído, así que ya tenía pensado en dejarlo. Solamente que ella no lo conocía enojado y cuando la encontrara le haría saber su verdadera personalidad

Leonardo: así que tu esposa te dejo y me imagino que no estás de acuerdo con que lo haya hecho. Ahora eres un hombre libre y podrás casarte con la mujer que quieras.

Daniel: acaso me ves feliz con su decisión. Ella no podrá dejarme nunca y la empezare a buscar, pero los encargados de hacerlo serían los guardaespaldas que están a mi servicio.

Leonardo: deberías dejarla que hiciera su vida con alguien más, así como seguramente lo vas hacer tú y esa es mi opinión, espero que cuando la vuelvas a ver esté casada.

Daniel: no vuelvas a repetir eso nunca más. Ella seguirá siendo mi esposa y tendrá que volver a mi lado, aunque no la ame seguirá conmigo.

Leonardo: ella te dejo porque no la amabas y deberías dejarla en paz. Presiento que muy pronto conocerá a una persona que la hará olvidarte.

Daniel: hace tiempo cambie de opinión respecto a mi matrimonio. Además, pensé que Helena lo había olvidado y me doy cuenta que lo tuvo demasiado presente.

Leonardo: seguramente fue difícil cuando le pediste el divorcio y tenía que escoger el día de tu cumpleaños para hacerlo. Pero tu ex esposa lo tuvo que haber pensado muy bien.

Daniel: siento que estoy perdiendo mi tiempo hablando contigo. Solamente que mi esposa no se va a escapar de entre mis manos y te recuerdo que no es mi ex.