Mi nombre es Angélica de pequeña siempre pensé que cuando terminara la escuela conseguiría aquella persona especial (como decían mis amigas) que te hiciera suspirar, te llenara el estómago de mariposas y esas cosas, a mis 25 años de edad aun no conozco y no tengo idea cuando llegara, como decía mi madre y abuela que llegue cuando tenga que llegar, tampoco estoy muy apurada, vivo tranquila fuera de preocupaciones de fiesta en fiesta, pero eso si con mucho trabajo, a veces lo más esperado y anhelado esta allí solamente necesitamos un empujoncito.
A medida que fui creciendo me di cuenta que el príncipe azul no existe, que esos chicos tan guapos son odiosos de primera, mujeriegos y muchas otras que no estoy dispuesta a decir.
Mi vida en cuanto al amor es un caso serio no consigo o no es esa no es la palabra, aún no ha llegado ese chico ideal que de todo por mí y yo todo por él.
Como dicen por allí me resigne a que cuando llegue mi chico será en el momentos menos indicado o esperado, igual quien se puede quejar de estar soltera, cuando veo a mis amigas amargadas y molestas porque su novio hablan con chicas catalogadas de una manera extraña para mí o que por alguna razón están con su novio y salen con otras personas, no sé qué afán tienen de que las personas le sean fiel si en realidad no quieren.