Tenías que ser Malfoy

3

 

Momentos robados
 

Dos meses eran lo que tuvieron para esperar la noticia del nuevo Malfoy, para Lucius ver a su amiga pletórica era un gran regalo, él amaba verla así, su amiga, su confidente, su amante, su fiel compañera; Narcissa era todo eso y más. Después de hablar ese día en la salita para el té, tomar la iniciativa de hacer más grande la familia, su familia, no creyó que fuera más feliz; hasta que un día Cissi se levantó apurada a plena luz de alba directo al baño.
Cuando todo se confirmo él y su padre estaban felices, su padre por tener al pronto heredero y él por ser padre, por ser el centro de atención de una diminuta vida, por ser el que le va a ayudar siempre, el que le guiara en su vida.

—¿Lucius hay chocolates? —volvió al presente y sonrió, su hijo o hija sería adicta a ellos o peor los repudiaría. Rió, su bebé ni siquiera llegaba a este mundo y ya los tenía en sus manos, bueno... no sabía si el bebé tenía dedos en esos momentos, Narcissa solo tenía pocos meses.

—Claro cariño. ¿Qué quieres, blancos o amargos?

—Oh eres un consentidor, Lucius me preocupas.—Narcissa rió, ver a su esposo ser tan dulce con ella la conmovía, hacía que su corazón latiera más rápido. Como podía no hacerlo se dijo, Lucius era un caballero en toda el sentido de la palabra. Jamás le perturbaba y siempre le daba su lugar, nunca le había sido infiel y ella igual, podían haberse casado sin amor o pasión carnal pero sus votos fueron reales.

Paso el tiempo y para Febrero su hijo nació.

—Bienvenido Abraxas L. Malfoy Black.—en honor al padre de Lucius que tenía la absurda idea que ya tocaba repetir su nombre en la línea Malfoy.
La fiesta no se hizo esperar, la familia Black y Malfoy lo hizo todo posible, la comunidad mágica llegó junto a otras familias que ella la verdad ni quería ver. Pero se aseguro que cierto futuro maestro de Hogwarts llegará a su casa y también que cierto amigo de su primo también.
Los meses siguieron y Lucius miró enfermar a su padre, pero como dicen que mala hierva nunca muere no paso de un gran susto. Para Narcissa ver una carta de matrimonio de su gran amigo le sorprendo y más al ver con quién. No quería ir, pero Lucius siempre fuerte acepto y le dijo que iría por ella al ser la mejor amiga del novio.

—¿Sabes que Severus nunca se molestaría si no llegáramos, verdad?—con gentiliza le preguntó Narcissa.

—Lo hago por ti y por él, por que también es mi amigo, él y Regulus fueron los únicos en la escuela, mis amigos de verdad.

—No quiero verte triste, querido amigo
—Narcissa sintió dolor a decirlo, no solo por ver a su esposo en un lamentable estado para ser un Malfoy, sino porque la casa de su primo estaría esa persona, el señor Lupin, no podría con todo y no quería que Sirius o Lucius salieran lastimado. Tendría que hablar con Regulus.




 

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Continuara...




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