Tenías que ser Tú

Capitulo 4

..Oscar..

Desde que supe que regresaríamos a México no me aguantaba las ganas de ver a mi querida y dulce enana.

Tiene años que no sé nada de ella, salvo por lo que me comenta mis papás, desde que llegue a España, la he extrañado mucho, nunca le pude confesarle que me gustaba, pensé que eso sería solo cosa de niños pero al parecer no, al paso del tiempo me di cuenta que siempre la he querido, solamente ella ha ocupado mis pensamientos y mi corazón.

Tengo 10 años sin verla, al principio nos comunicábamos todos los días, pero conforme fue pasando el tiempo, perdimos la comunicación por completo, la verdad fue una lástima, pero fue algo inevitable. La busqué en todas las redes sociales, y no pude dar con ella, dado a que no sabía que aspecto tenia después de todos estos años, hasta que un día mis padres me mostraron una foto de su familia y por lógica ahí se encontraba ella.

Valla sorpresa la que me lleve, no podía creer cuanto había cambiado, no quedaba nada de la pequeña niña dulce e ingenua que recordaba, aquella pequeña que creía en unicornios y que vestía de rosado como toda una hermosa princess, ya no existía absolutamente nada, era lo más lógico, crecimos y cambiamos.

Pero no imagine que tanto lo había hecho ella, había algo que no podía negar estaba hermosa, en esa fotografía estaba vestida con un short negro a medio muslo, un saco morado corto, una playera blanca los cuales remarcaba a la perfección sus hermosas curvas y sus preciosos pechos, acompañado de este conjunto llevaba unos botines de tacón grueso negros que la hacía ver más alta y estilizada, resaltado sus hermosas piernas, bien torneadas.

No he conocido a ninguna chica como ella, es hermosa, nada tiene que envidiarle a la diosa Afrodita, su belleza no se compara, ella es única, nunca la he podido olvidar, y al verla de nuevo, mucho menos, estaría mal decir que la deseo como un maldito desquiciado, que desde ese día sueño con mil y un sueños eróticos, en los cuales ella es la protagonista, pero es la verdad y no me da pena confesar mi más oscuro deseo. No soy ningún santo he estado con un monto de chicas, una larga lista de ellas ha pasado por mi cama, para ser sinceros todas las que han pasado por ella, ninguna ha sido mi novia, no me culpen tengo mis necesidades, además a quien le dan pan que llore, hay que aprovechar las oportunidades que se nos presentan, ellas lo sabían, a nadie he engañado, pero a pesar todo no me he podido sacar a Mala de la cabeza, solo ella es la única que quiero y en quien pienso las 24 horas, a ella es a la imagino que se encuentra entre mis brazos, que grita mi nombre con desespero, al llegar a su clímax, solamente a ella.

Pensé que ya la había superado, pero al parecer no es así, ahora me encuentro emocionado y ansioso de volverla a ver, tengo mucha curiosidad de ver cómo va a reaccionar cuando vea como soy hoy en día, será que me dé la oportunidad, llegarla a reconocer más o ya me habrá olvidado, descartó ese pensamiento de inmediato, dado que es a lo que más le temo, es lo que más me angustia y esa idea no me agrada en lo absoluto.

Después de a ver visto la foto, la busque en Facebook, hasta no más poder, no descanse hasta que la encontré, le mande la solicitud y me la acepto, eso me emociono, era una señal que a pesar de todo no me había olvidado, pero cuando quise hablar con ella, no me contesto ninguno de mis imbox, eso borro toda mi emoción, así que deje de insistir, ya tendría tiempo de cobrármelas, y vaya que ya tenía una que otras ideas, para hacerla pagar por ella, de inmediato se me dibuja una estúpida sonrisa en los labios ante esa idea tan tentativa. 

Mañana por fin la veré, estoy invitado para la fiesta de su cumple años, es en 2 días, soy él invitado de honor, seré su sorpresa, y que sorpresa, solo espero que le agrade, sino va hacer un espectáculo, ya veré como arreglármelas para recuperar a mi hermosa enana.

La mudanza ya empezó desde antier, nosotros tomaremos el vuelo hoy en la noche.

[....]

-Oscar ya levanté, ven a desayunar para que nos ayudes a desempacar. -dice mi dulce madre.

-Ya bajo, en unos 10 minutos. -le grito y me vuelvo acomodar en mi cama.

-Nada de 10 minutos, luego se convierten en media hora o una hora. -mi madre siempre tan exagerada.

-Hay voy mamá. -le grito con fastidio.

-Jovencito que no piensas ir a comprar el regalo de María Laura, recuerda que mañana es su cumpleaños. -me recuerda querida madre.

_Mierda. -me levanto lo más rápido posible, me ducho, me visto, lavo mis dientes y bajo lo más rápido que me permite mis tonificadas piernas.

-De a ver sabido cual era la palabra mágica le habría dicho a tu madre que te hablara, desde hace una hora. -dice mi padre con burla, pongo mis ojos en blanco, no sé en qué estaba pensando cuando le dije que Mala me ha gustado desde que éramos pequeños.

-Jovencito, deja de hacerle esos ojos a tu padre. -me reprende mi madre.

-Déjalo mi amor recuerda que mañana va a volver a ver a su gran amor. -me recuerda mi padre con diversión ante la situación, y se empieza a reír junto con mi traidora madre, genial ahora soy la causa de su diversión, que voy hacer con los padres que me tocaron.

Desayuno lo más rápido posible, subo a mi recamara para lavarme los dientes, me asomo por mi venta con la ilusión de ver a mi enana, nuestras ventanas colindan, así que puedo ver lo que hace mi hermosa nena, pero al parecer hoy no es mi día de suerte, bajo las escaleras algo irritado por no logra mi objetivo.




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