—¿Qué estás dispuesta a hacer para vivir niña? —odio cuando me llama así, ¿acaso no ve que ya soy mayor de edad?
—Cualquier cosa —musito sin poder dejar de mirar sus ojos verdes.
—¿Incluso casarte? —mis ojos se iluminan, asiento —perfecto —murmura y deja de mirarme para mirar a mi captor —Olivia se casará con mi hijo, tomará mi apellido y así no merecerá morir —me quedo paralizada, no, no, no era eso lo que imaginaba mi retorcida mente.
—Ok. Pero si eso no pasa ella muere Jackson, sabes que es lo que manda la ley —los hombres se van, dejándome sola con Jackson y sus hombres, este me mira.
—Robert estará feliz de casarte contigo Liv —dice, me suelta y echa a andar hacia su auto.
Me casaré con mi mejor amigo, pero amo en silencio a su padre, es un hombre que me dobla la edad, pero es alguien perfecto que nunca he dejado de admirar, estoy mal, no puedo tener este tipo de fantasías, pero lo deseo tanto que parezco enferma, ahora estoy viva, no moriré, pero me siento muerta por dentro, esto solo me demuestra algo que ya sabía, Jackson Clarke solo me ve como su hija, una niña que conoce desde que nació.