Jackson
Lo único que quería cuando pegó su boca a la mía era besarla, besarla como llevo años soñando, pero en ese momento las palabras de mi hijo vinieron a mi cabeza, está enamorado, él es todo para mí, lo mejor que tengo, lo único que realmente amo, así que no me voy a interponer entre él y su felicidad aunque esa felicidad se llame Olivia y sea mi mayor tentación, fue una tortura quitar su ropa sin poder desear tocarla, pero pude aguantar, no soy un crío aunque luego tuve que quitarme solo el deseo que sentía.
Olivia se sienta frente a mí minutos después de yo haber entrado al auto, está llena de sangre, tierra y lágrimas, sus manos tiemblan y las lágrimas no dejan de caer, jamás la había visto tan mal, ni siquiera cuando su madre murió estaba así, claro, a su madre no la mataron frente a ella, aún no cabe en mi cabeza que Brian sea un traidor, él jamás pondría en peligro a su hija, aquí hay gato encerrado y pretendo descubrir todo.
—Olivia
—Mi padre —dice dejando sin terminar la oración.
—Yo voy a encargarme del entierro —suspiro, ¿por qué decir que se casara con mi hijo? solo quería salvarla, pero ahora la realidad me golpea, tendrá que vivir en mi casa, Dios, dame paciencia.
—Murió —musita sin siquiera haberme escuchado —murió —quiero abrazarla, pero eso sería peor.
—Así es, ya no está, ¿entiendes todo lo que dije allí? —por primera vez desde que el auto está en movimiento ella me mira con sus grandes ojos negros.
—Me tengo que casar con Robert —murmura, yo asiento —¿él?
—Déjame eso a mi
—¿Y si no acepta? —¿será tonta? mi hijo está loco por ella.
—Aceptará, Robert te quiere y sabes que no solo como amigos —ella bufa como si la idea no le gustara.
—Solo será un falso matrimonio —declara limpiando las lágrimas pero ensuciando más su rostro —solo eso.
—Eso a mí no me importa —dejo claro.
Olivia no me mira más en todo el camino, desearía saber lo que piensa y siente.
—Oh por Dios! —chilla Rachel al verla y corre hacia ella —pero niña —la abraza y Olivia se derrumba en sus brazos llorando, yo paso por el lado de ambas y voy a mi habitación, no es momento de estar lamentándose y más sabiendo que mi amigo nunca cometería el error de traicionarnos.
Creo que además de Robert, Rachel es la única que se siente feliz de la boda, Robert no se lo creía y al igual que yo no cree que Brian fuera culpable, alguien le tendió una trampa y voy a descubrir quien, mi hijo volverá en quince días, antes no puede viajar y yo no soporto la idea de tener que convivir con esa niña, es una tentación lo que está caminando por mi casa.
—Señor Clarke —Anastasia, una empleada de años me habla —la señorita Wilson no quiso comer, es el tercer día que lleva aquí y sigue negándose a hacerlo, va a enfermar —me informa de todo, la puse a cargo de Olivia la cual solo me decepciona más, yo dejo los cubiertos y me levanto de mi silla enojado.
—Jackson —Rachel comete el error de interponerse en mi camino —acaba de perder a su padre, ten paciencia.
—Quítate, no quiero quedarme viudo otra vez —mascullo furioso.
—Perdón —baja la mirada y se hace a un lado, yo subo rápido las escaleras y voy directo a la habitación de Olivia, la cual pedí que fuera la más lejana de mi habitación, entró en esta sin siquiera tocar para encontrar a la chica en la cama, cubierta por una sábana, bufo y retiro con enojo la sábana de su cuerpo.
—Pero qué
—Quieres morir? —le espeto mientras ella me mira confundida —¡Responde!
—Jac.. señor Clarke —no olvidó lo que hablamos.
—Cada día haces que me decepcione más de ti —veo que mis palabras le afectan, pero odio verla con los ojos rojos —ahora dime, quieres morir como tu padre? puedo hacerlo de forma rápida, pero no quiero un maldito fantasma por mi casa —saco la pistola que llevaba en mi pantalón, ella palidece.
—Qué va a hacer?
—De pie, ¡levántate! —le grito y obedece enseguida parándose frente a mí, la escaneo de pies a cabeza, ha bajado de peso —te mataré si me sigues enojando —pongo el arma en su cabeza, sus manos comienzan a temblar —yo te salvé, yo puedo matarte.
—No... no —niega cerrando los ojos —por favor —que ruegue solo me enoja más y la empujo, está tan débil que cae al suelo y me mira aterrada.
—Pronto serás parte de mi familia —digo guardando el arma —Y Olivia, los de mi familia no ruegan, no temen a la muerte y no se arrodillan ante nadie, vuelves a hacerlo y yo mismo te mato, deja el llanto, tu padre no va a volver, así que quiero que te duches y bajes a comer —le doy la espalda y camino hacia la puerta.
—¡Eres un maldito insensible! —me grita deteniendo mis pasos —se nota que no amas a nadie, solo eres un asesino igual a esos que mataron a mi padre y te importa una mierda por lo que estoy pasando —brama poniéndose de pie, volteo a verla sonriendo.
—La muerte es parte de la vida, supéralo, entiende eso y te va a doler menos.
—Eres cruel.
—Soy realista, deja de ser una niña, solo mírate Olivia, das asco —una lágrima escapa de sus ojos —ya ni siquiera me dan ganas de salvarte —camino hasta ella —porque fue una pérdida de tiempo, salvé a una chica que se está convirtiendo en fantasma, fue un error salvar a alguien como tú, es un maldito error meterte en mi familia, eres débil, cobarde y llorona —más lágrimas salen de sus ojos.
—Yo no...
—Demuestra lo contrario y te voy a tratar como una mujer, mientras —recorro su cuerpo con mi mirada y hago una mueca de desagrado —sigas como estás voy a verte con desprecio porque los débiles me dan asco.
—Perdí a mi mamá cuando era una niña y a mi padre vi como le quitaban la vida frente a mí —yo suelto una carcajada para luego mirar sus ojos brillantes por tantas lágrimas.
—¿Crees que me das lástima? —me acerco más a ella y bajo el rostro para estar a la par, mi aliento choca contra sus labios cuando hablo —tenía la mitad de tu edad cuando vi como violaban a mi madre y luego le quitaron la vida frente a mí, unos años después mi padre murió siendo torturado frente a mí —tomo su mentón con mi mano —¿sabes que hice? —sonrío, ella niega —no lloré, no me dejé vencer como tú, me esforcé y viví y con menos años que tú busqué a todos lo que me hicieron daño y los maté uno a uno hasta que no quedó nadie con quien luchar porque mi padre ya me había enseñado a no ser débil. Entiende esto Olivia, los débiles mueren, los fuertes viven y los buenos —sonrío —esos se olvidan, naciste en un mundo cruel, es hora de que te enfrentes a él y dejes de ser una niña porque tienes 20 años, ya eres
—una mujer —dice cuando me callo —¿me ves como una mujer Jackson? —su pregunta me toma por sorpresa —siempre me has llamado niña y tratado como tal, ahora dices que ya no soy una niña, no te entiendo.
—No juegues con fuego —aprieto más su mentón —créeme, no quieres quemarte en el infierno.
—Y si, si quiero?
—Acabarás peor que ahora y nadie podrá salvarte.
—¿Qué soy para ti? —pregunta, la suelto, todo se está saliendo de control y me encanta la forma en la que me mira, ¿por qué no me di cuenta antes? pero no, no puede ser, mi hijo la ama y yo a él.
—Eres la mujer de Robert, mi futura nuera, solo eso Olivia —la dejo ahí y camino hacia la puerta sin mirar atrás, una vez fuera suelto el aire que mis pulmones retenían, maldita cría, ya no me deja pensar con claridad y es mejor alejarme o se dará cuenta de lo que logra en mí y todo será peor porque acabo de darme cuenta de lo que ella siente y ahora todo lo anterior tiene sentido, también me desea y eso me gusta, pero me aterra, poner distancia es lo mejor.