Capítulo: 6

Olivia
Este respira hondo, al parecer queriendo tranquilizarse, se ve hasta cómico ahora mismo.

—Eres una inconsciente —ríe pasando las manos por su cabello—una irresponsable.

—Cálmese —le pido riendo —las personas van a pensar que mi papá me regaña aún —agrego viendo como se pone rojo como un tomate.

—¿Te parece gracioso todo esto? Aun estás en peligro Olivia, hay personas que no querían que te salvara y pueden ignorar mi decisión y matarte aun así, ¿eso quieres?

—No.

—Cada día me decepcionas más, me defraudas, te comportas como una cría malcriada dándome vergüenza —sus palabras solo me dañan.

—¿Si soy una vergüenza entonces por qué no me dejas morir y ya? —farfullo incómoda —¿por qué me salvaste si solo soy una molestia?

—¿Por qué crees que te salvé? —hace la pregunta sonriendo y sé que la respuesta me va a doler —fue solo porque le prometí a tu padre cuidarte —un nudo se forma en mi garganta —pero mira, ya me estoy arrepintiendo de tal promesa —Jackson se levanta de la silla de forma brusca —Vamos, vuelves conmigo a la casa —él comienza a caminar hacia el auto, yo lo sigo con la cabeza gacha y subo después de este, las lágrimas se juntan en mis ojos y algunas salen de estos sin poder evitarlo.

Termino de hablar con Robert y salgo de la habitación, la casa de los Clarke es grande, mucho más que la de mi padre, pero conozco perfectamente cada lugar de aquí, me detengo al frente de la biblioteca de Jackson, aquí nadie tiene permitido entrar, cuando éramos niños varias veces quería pasar, pero Robert no me lo permitía para evitar problemas con su padre, miro hacia todos lados y entro al lugar, la cantidad de libros en los estantes me deja sin palabras, paseo por estos sin saber bien que leer, hay tantos que quisiera leerlos todos de una vez, un nombre llama mi atención y lo tomo, miro la portada recostándome a la estantería.

—¿Te gusta leer? —del susto suelto el libro que termina en el suelo y al levantar la mirada Jackson está frente a mí.

—Perdón —me agacho y lo tomo —perdón, no quería entrar pero

—Si querías —él sonríe y se acerca, mira el libro —¿sabes de qué trata? —niego —es de una chica que se enamora de su cuñado —toma el libro en sus manos —ambos se resisten, pero al final caen en la tentación.

—¿Y qué sucede?

—Eso debes leerlo tú —me entrega el libro —es bueno tener a alguien más en esta casa a quien le gusta leer Olivia —Jackson se acerca más a mí —puedes venir cada vez que quieras.

—¿Podríamos leerlo juntos? —suelto la pregunta sin pensar, él ríe.

—Es una novela erótica —siento el rubor en mis mejillas —no creo sea lo mejor —asiento —pero si necesitas cualquier otro libro me dices —Jackson alarga la mano y toca mi mejilla, es una caricia lenta y sencilla, pero que eriza toda mi piel —lamento todo lo que te he dicho —mira mis labios y se acerca, yo cierro los ojos y siento su beso en mi frente, segundo después, él ya se ha ido dejándome sola.

Luego de una semana viviendo bajo el mismo techo que Jackson me encuentro aquí, frente al enorme e imponente edificio, "Lion", la constructora de mi padre, con paso firme, cabeza en alto y mirada al frente, camino hacia este hasta qué claro, la recepcionista me detiene.

—¿Tiene cita? —cuestiona mirándome a través de sus gafas, claro, aquí nadie me conoce, mi padre nunca me trajo, siempre quiso que estuviera lejos de sus negocios, pero bueno, siempre me gustó investigar todo.

—No pero

—Si no tiene cita, no puede pasar señorita, lo lamento —agrega dejando de mirarme mientras mastica un chicle, yo me quedo viéndola hasta que levanta la vista —¿eres sorda?

—No, pero necesito ver a Jackson Clarke —esta alza una ceja y niega.

—¿Tiene cita?

—No pero

—¿Quieres una cita? —asiento resignándome, teclea algo en su computadora y me mira —nombre

—Olivia

—Olivia qué? —pongo mi mejor sonrisa

—Olivia Wilson —la mujer deja de teclear y me mira —hija de Brian Wilson, accionista mayoritario de esta compañía y yo soy la única heredera de todo —su cara es digna de una foto.

—Perdón, perdón —sonríe ahora —claro que puede pasar —asiento y sigo mi camino sintiendo su mirada sobre mí.

Estudié este edificio antes de venir por lo que sé de sobra donde está la Sala de juntas y gracias al abogado sé bien que hoy estarán reunidos así que voy hacia esta.

—Jackson sabes que da igual, ahí se va a construir ese hotel y listo.

—No quieren vender —dice Jackson

—¿Y eso qué? Nunca ha sido un problema —esa voz la conozco, decido entrar y todos se me quedan viendo cuando entro a la sala, mi mirada pasa por cada uno hasta detenerse en ese que mató a mi padre.

—No pueden hacer una reunión sin la dueña de esta compañía —digo sonriendo.

—¿De qué hablas niña? —el sujeto que estuvo a punto de matarme viene hacia mí —no eres nadie, nada de esto es tuyo, tu padre nos traicionó y

—Y dejó todo a mi nombre, hay un testamento que así lo dice —lanzo el documento sobre la mesa, el cual ni se dignan a ver.

—Ridícula —dice otro —no tienes nada acá, vete.

—En realidad tengo el 50 % de las acciones y las quiero —Jackson se levanta de su silla.

—Salgan todos —pide sin dejar de ver mis ojos.

—Has que tu protegida reaccione Jackson o no sale viva de aquí —uno a uno van saliendo, yo no aparto mi mirada de la suya.

—¿Qué juego es este Olivia?

—No es ningún juego, vine a reclamar lo que me pertenece Jackson

—Por favor —ríe —sabes bien que las cosas no funcionan así.

—No me importa, soy la heredera de esto y lo quiero, voy a trabajar aquí y está decidido.

—¿No te das cuenta? —camina hacia mí —van a matarte

—Fuiste tú el que me dijo que no me dejara vencer, solo estoy haciendo caso a tus consejos, señor Clarke.

—No me refería a esto, Olivia escucha, aquí todos son peligrosos, es un negocio limpio pero