Capítulo: 10

Olivia
¿Una vez? No era eso lo que quería, ¿olvidar? Como podré olvidarme de ello después, lo amo, lo he amado desde niña y ahora parece como si él me estuviera ofreciendo las sobras, sexo, solo será eso y una sola vez, luego cada uno seguirá con sus vidas, si tan solo él supiera que nunca he estado con ningún hombre, que si acepto sería mi primera vez, ¿debería decirle? No, eso está claro, saldrá corriendo de aquí.

—Olivia —me llama y me doy cuenta de que espera mi respuesta, muevo las manos por su pecho.

—Una vez —repito comenzando a abrir su camisa.

—Nadie puede saber —aclara algo que ya dijo, miro sus ojos.

—Me casaré con Robert —él asiente y pega sus labios a los míos. Su beso es brusco, desesperado, es difícil seguirle el ritmo, su lengua se adueña de mi boca, el vestido que traía sale volando con rapidez, está siendo todo un salvaje, excepto cuando hace que me acueste en la cama y mirando mis ojos comienza a desvestirse.

Tengo claro que él solo siente deseo, cuando lo mío es amor, que quizás él olvide todo cuando yo no dejaré de recordarlo, tengo claro que luego él va a fingir que nada pasó mientras yo no voy a poder mirar sus ojos sin sentir ganas de repetir todo, aun así, me entrego a Jackson, porque llevo toda mi vida esperando este momento, porque he soñado demasiado con esto y ya no puedo detenerme, no puedo alejarlo cuando sus caricias no me dejan pensar, cuando sus besos me están transportando a medida que descubro sensaciones que no sabía que existían, he caído en la tentación y lo peor es que no me arrepiento de ello.

★★★
Jackson
Me siento en la cama aun procesando lo que acaba de pasar, un error, eso es lo que acaba de pasar, un enorme y placentero error, pero eso no quita que siga siendo un error, ¡demonios! Me comporté como un adolescente, paso las manos por mi rostro maldiciéndome internamente por ser tan débil.

—Debiste decirme —le reclamo levantándome y comienzo a vestirme, ella se sienta y abraza sus piernas —¡joder Olivia! —le grito sin contenerme —debiste decirme que eras virgen.

—¿Hubiera cambiado algo? —musita, yo río.

—Por supuesto, jamás hubiera cometido tal estupidez —expreso sin dejar de mirarla, ella me da la espalda, sé que está a punto de llorar —fue un error que no va a volver a ocurrir Olivia.

—Jackson yo

—¿Por qué no me dijiste? ¿Qué creías? ¿Qué me ibas a atar a ti si yo era el primero? Pensaste la ridícula idea de que a mí me iba a interesar ser el primer hombre en tu vida? Que te desee no significa nada, es solo deseo Olivia y mira, me lo acabo de quitar, así que olvidaremos todo lo ocurrido.

—No puedo olvidarlo —susurra mirándome —yo

—No lo digas

—No es solo deseo Jackson, yo desde

—¡Cállate Olivia! —bramo asustándola

—Desde niña yo

—Joder no lo digas —niego una y otra vez mirando sus ojos.

—Siempre he estado enamorada de ti —suelta lo único que no quería escuchar —yo

—Eres una niña, ¿qué demonios vas a saber? Cállate ¿quieres? Deja de hacer el ridículo —se gira dándome la espalda otra vez —solo fue sexo Olivia, lo disfrutamos y se acabó, debiste decirme que eras virgen, jamás te hubiera tocado, por favor, no me gusta hacer este tipo de obras, luego ahí andan las mujeres llorando —la señalo —se ilusionan sin darse cuenta de que para uno solo era atracción, deseo, más nada, el amor es de estúpidos —escucho un sollozo, sé que está llorando.

—Vete Jackson —pide con la voz rota —por favor vete —siento algo en mi pecho, sí, odio verla llorar y sé que quiere que me vaya para que no vea como llora.

—Nadie puede saber Olivia, olvida lo que pasó y no vamos a hablar más del tema.

—Vete.

—Quiero que entiendas algo —no me mira —el hecho de haber sido el primero para mí no tiene importancia alguna, te sigo viendo de la misma forma, una niña que se va a casar con mi hijo, solo eso, recuérdalo —salgo de la habitación dando un portazo, sé que está llorando, cierro mis ojos con fuerza pegado a la puerta.

Preparo algo para comer luego de ducharme, veo a Olivia entrar a la cocina, está vestida y su cabello algo mojado, lo que indica que se estuvo duchando, tiene sus ojos algo rojos y se sienta.

—Come —dejo el sándwich frente a ella —nos iremos cuando deje de llover —aclaro, continúa sin mirarme —Olivia por qué no querías decirme lo de Elijah?

—No quería parecer débil o estúpida, así me siento cada vez que recuerdo eso, fui una cobarde.

—Eras muy joven —ella niega —come.

—No tengo hambre —la miro enojado, por qué tiene que desobedecer siempre, si tan solo fuera como Rachel que obedece sin rechistar.

—Dime al menos que te proteges —me mira ahora —no usamos protección, dime al menos que tomas la píldora, no quiero que dentro de unas semanas me salgas con que estás embarazada.

—No haría eso —me acerco a ella que se pone de pie.

—¿Ah, no? Vas a negar que querías atarme y por eso te humillaste tanto para que yo fuera el primero? —me lanza una bofetada, cierro con fuerza mis ojos y tomo su cabello con fuerza haciéndola jadear.

—Podría preguntar lo mismo —masculla —dime al menos que no tienes una enfermedad Jackson, no nos cuidamos —está enfadada, bajo la mirada hasta sus labios y luego vuelvo a sus ojos.

—Ya es la segunda vez que me pegas, vuelves a hacerlo y juro que te corto la mano Olivia —me mira con horror —jugaste con fuego y te quemaste, pero ya deja de jugar con el diablo, créeme, no quieres hacerlo enfadar —la suelto empujándola, ella tropieza con la silla y cae al suelo.

—Te odio —brama sin mirarme.

—Es mejor así —sonrío —ya nos vamos, ya casi es de noche, Muévete —me alejo de ella y subo a mi auto, segundos después ella sube, sus ojos están llenos de lágrimas y no me mira, es bueno si me odia, así no me busca más. —¿Arrepentida? —me mira —nadie te mandó a rogar por sexo como desesperada —veo como hace puños sus manos, pero no dice nada, yo solo sonrío sin dejar de ver su rostro.