Tentación

Capítulo: 11

Jackson
Robert se acerca a mi desafiándome con la mirada, está alterado, distinto y al ver sus ojos, sé la razón, las malditas drogas, siempre le han gustado demasiado.

—Papá

—¿Qué no me ves Robert? —habla Olivia a la cual se le llenan los ojos de lágrimas y Robert la mira —¿no me ves el rostro? —mi hijo se acerca a ella

—¿Qué pasó? —y ahora es que se da cuenta de que tiene un labio roto y una pequeña herida en la frente, coloca ambas manos en su rostro y yo vuelvo las mías puños.

—Me atacaron saliendo de la empresa —su voz se quiebra —me pegaron, fuimos a un hospital, pero estaba alterada y cuando salimos de ahí tu padre —me mira, yo solo niego con la cabeza —fuimos a un hotel —entrecierro mis ojos —me duche ahí y esperamos que la lluvia cesara, tenía miedo —mi hijo la abraza, yo dejo de mirarlos, por Dios Jackson, contrólate, ellos van a casarse, tendrán intimidad y tú... ¡joder! a mí no me alcanzó con una sola vez, sigo deseándola como un pervertido.

—Perdóname Oli, por no darme cuenta —pide él que besa su frente —¿cómo estás?

—Bien —ella sonríe —ya volviste —Robert niega.

—Solo por un día preciosa, luego debo volver.

—Pero...

—Hablen luego —pido y ambos me miran —vamos a mi despacho Robert —paso por el lado de Rachel sin siquiera mirarla y voy directo a mi despacho, ver a mi hijo solo me hizo sentir culpa, debo alejarme de Olivia, no puedo hacerle esto a Robert.

—Disculpa papá —son sus primeras palabras al entrar —mis palabras no fueron las mejores —maldigo en mi interior, soy yo quien debería pedir disculpas —me comporte como un —lo abrazo sin dejarlo terminar, él ríe y corresponde a mi abrazo.

—Te echaba de menos —confieso dejando mis manos en su rostro —hijo, te quiero.

—También te quiero papá —vuelve a abrazarme.

Robert se sienta frente a mí, el escritorio nos separa, este bebe del trago que acabo de darle.

—Aún sigues consumiendo esa porquería —me mira apenado.

—Papá ya lo estoy dejando

—Las drogas no son buenas, Robert —asiente con la mirada perdida.

—Mañana estaré con ustedes, pero luego debo volver, por favor, deja los regaños para otro día —asiento sonriendo —quiero mañana pasar todo el día con Olivia —me tenso —necesito hablar con ella del matrimonio.

—Robert

—Es mi gran oportunidad papá, la amo —expresa lleno de emoción levantándose de la silla, yo siento una gran opresión en mi pecho, culpa —la amo y quiero saber lo que ella siente —sonríe, yo ya sé lo que ella siente y no me gusta.

—No te hagas ilusiones

—Por qué lo dices?

—Porque han sido amigos toda la vida, no sé cómo se lo tomará ella ahora, además, está aún afectada por la muerte de su papá —asiente.

—Sí, pero de todas formas mañana quiero que ella sepa lo que yo siento, no quiero que este matrimonio sea falso —el estómago se me revuelve de solo pensar en lo que Olivia dirá, pero... debe aceptarlo, es lo mejor, así se alejará de mí, así yo jamás volveré a acercarme a ella, necesito que acepte a Robert y sean un verdadero matrimonio.

Robert y yo hablamos durante horas de muchas cosas, los estudios, las chicas y claro, los negocios, evité por todos los medios hablar de Olivia y de esa boda, la cual será dentro de una semana y ya me trae con dolor de cabeza.

Vigilo que nadie venga y me interno en la habitación de Olivia, esta se asusta al verme y se pone de pie, estaba sobre la cama viendo fotos de sus padres.

—¿Qué haces aquí? —masculla enojada, me sorprende que esté despierta tan temprano.

—Hoy mi hijo pasará el día contigo —esta asiente.

—Lo sé, ahora vete —se acerca a mí.

—Recuerda no decir nada —tomo su brazo para evitar que salga e ignoro lo que ese roce hace a mi cuerpo —nadie debe saber, mucho menos Robert.

—Ya entendí, no soy tonta.

—Bien, tómate esto —la suelto y saco de mi bolsillo una pastilla, ella la mira con detenimiento, luego alza una ceja en mi dirección —la pastilla del día después, algo así, es para

—Sé para que es —gruñe enojada —No la necesito.

—Tómatela —mascullo —no quiero que luego digas que estás embarazada.

—No soy de esas.

—Eso yo no lo sé, bien que rogaste por sexo —su rostro se vuelve rojo de la ira.

—Eres un maldito.

—Debiste darte cuenta antes, ahora tómate por las buenas la maldita pastilla o te la haré tragar y no te va a gustar —tomo una de sus manos y dejo la pastilla ahí, ella se la mete a la boca rápido.

—¿Feliz o quieres ver mi boca para cerciorarte de que no la escondí? —se acerca mucho más.

—No estaría mal —son mis palabras y al instante me besa, no me da tiempo a reaccionar, su boca se mueve ágil sobre la mía y sí, quiero dejarme llevar y hacerla mía de nuevo, solo que cuando iba a profundizar el beso ella lo termina.

—Esto Jackson es lo último que vas a recibir de mí —murmura aún cerca de mis labios —no sabes cuanto me arrepiento de haber estado contigo —pasa por mi lado y sale de la habitación, dejándome solo, suspiro, quería que me odiara y creo que lo he logrado.

Entro a mi habitación para encontrarme a Rachel saliendo del baño, esta me recorre por completo con su mirada y voy hacia ella.

—Hasta que te dignas a aparecer —reclama —en donde dormiste anoche?

—En mi despacho, me quedé trabajando hasta tarde y no quería molestarte —pongo mis manos en su cintura —Rachel..

—¿La historia de Olivia es cierta? ¿Esa que le contó a Robert?

—Por supuesto, ¿qué estás pensando? —sonrío, pero ella sigue seria.

—Te conozco muy bien Jackson y veo como la miras

—Rachel

—Solo piensa en que tu hijo la ama —tenso mi mandíbula —piensa en eso —intenta irse, pero no la dejo y quito de su cuerpo la toalla que traía, la dejo desnuda frente a mí.

—No he terminado contigo —expreso y ataco sus labios, necesito borrar a Olivia de mi mente, además, ella estará con Robert hoy, él se le va a declarar, seguro ella acepta estar con él porque me odia, ¡demonios!




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