P.O.V Diago
Me despierto adolorido, me duelen desde los tuétanos hasta los músculos, por si fuera poco estoy atado a mi cama y no sé el paradero de Gabriela, fijo mi vista en los pies de la cama, sentado en una silla se encuentra Cárter, sus ojos están clavados en mi.
– ¿Que horas son?¿Por que estoy atado a mi cama? ¿dónde está Gabriela?.
– Las tres de la tarde, atacaste a Gabriela, a salvo_ Sus palabras me han helado la sangre.
– Desatame, iré a explicarle todo.
– Ya lo hicimos_ El moreno se levanta de su puesto, camina hasta la atadura de mi mano derecha y la deshace.
– ¿A las tres?_ Mi acompañante posa una rodilla en el borde de la cama, cerca a mi cuerpo, se inclina hasta mi muñeca izquierda, pasando su abdomen por mi cara.
– Si_ Deshace el nudo e inclina su rostro, nuestras miradas se encuentran.
– ¿Alguna vez he mencionado lo hermosos que son tus ojos?_ Sonrie
– Marico_ Suelto una carcajada mientras él recompone a su posición original. – ¿Cómo tomaron el asunto?
– Samantha muy bien, Laureen me apoyó, Gabriela ni opino.
– La entiendo, yo me lo pensaría dos veces antes de seguir confiando en alguien que me puede hacer daño_ Muerdo mi labio, nervioso – ¿Hace cuanto fue eso?
– Tres días
– ¿Se ha contactado contigo o con Ryan?_ Termino de desatar mis pies.
– No, y dudo que lo haga_ Me siento en el borde de la cama.
– Plata ¿verdad?_ Hago crujir mi espalda.
– Líquida.
– Bien hecho.
P.O.V Gabriela
He estado pensando en todo lo que pasó con el ojiverde y lo que son, creo que si Laureen y Samantha apoyaron a Cárter y a Ryan ¿por qué yo no a Diago?
Porque trato de dañarte
Esa voz en mi cabeza tiene algo de razón, pero mi corazón dice otra cosa.
De camino a casa en la camioneta de Samantha veo por la ventana a muchas parejas, quisiera ser una de ellas con el.
Si quieres estar así con el, vuelve.
Aveces no entiendo a mi conciencia, pero se que en este caso tiene razón. Una vez mi mejor amiga aparca frente a mi casa, bajo de la camioneta, me despido de la chica con la mano, ella se marcha y yo entro en casa, una vez adentro me tiro en el sofá y comienzo a cambiar de canal, me detengo en uno en el cual están dando un anuncio.
Alerta!! Otro ataque, no es seguro si fue un animal, se les advierte a los ciudadanos que no salgan de sus casas más de las diez de la noche ya que entre esta hora y las tres de la mañana es cuando la bestia está atacando.
Cierren puertas y ventanas ya que como hemos dicho anteriormente no se sabe exactamente si es un animal.
Por un momento se me pasa por la cabeza a los chicos atacando y devorando un cuerpo, borro rápidamente la escena de mis pensamientos, decido comer un sándwich y dormir un poco.
Me levanto perezosamente, miro el móvil, son las doce menos cuarto de la noche, tengo dos mensajes de Samantha.
Conversación por chat
S/ Estoy aburrida.
Debiste quedarte a dormir esta noche :/ .
G/ ¿No has visto las noticias?
S/ No ¿que pasó?
G/ Hay un animal o algo así rondando por la ciudad, hoy fue el cuarto asesinato.
S/ ¿Crees que son ellos?
G/ Lo pensé, pero no los creo capaces.
S/ Voy para allá.
G/ ¡Que te pasa! ¿estas loca? ¡Samantha Josefina! ¡te prohíbo venir!
Fin conversación por chat
Han pasado quince minutos y no ha visto el mensaje, estoy preocupada, suena la puerta y saltó en mi puesto, me levanto rápidamente y miro por el ojal de la puerta, es Samantha.
– ¡Voy a matarte! _ Digo tan pronto abro.
– Tranquila, vino conmigo_ Escucho la voz de Ryan atrás mío, me sobresalto y el corazón se me acelera, me llevo la mano al pecho.
– Tranquila, no muerdo_ Me guiña un ojo.
– Imbécil_ Pongo los ojos en blanco y dejo pasar a Samantha, cierro la puerta.
– Yo también te quiero.
– Suenas como típico Vampiro malo.
– Muroni.
– ¿Qué?
– Vampiro malo, muroni.
– Es el que está atacando ¿no es cierto?
– Eso creemos_ Se queda en silencio y me mira fijamente – Y no, ni Diago ni yo somos muroni_ Sin decir nada más se esfuma, al menos ahora estoy segura que ellos no son los encargados de estos asesinatos.
Una vez el emo se ha ido nos tiramos en el sofá y comenzamos a ver televisión, comimos helado (cada una un pote) y hablamos hasta quedarnos dormidas.
P.O.V Samantha
Estoy en mi casa aburrida, le escribo a Gabriela para que venga o yo ir a casa de ella pero no me contesta.
Escucho que tocan la puerta, me acerco y miro por el ojal de esta, no hay nadie, volteo dispuesta a alejarme del umbral, pero la madera vuelve a sonar, miro nuevamente, y como la primera vez no hay nadie, con un poco de miedo volteo, mi rostro se encuentra con el pecho de Ryan, me sobre salto y él sonríe.