Salgo de casa coloco mis audífonos en mis oídos, la canción LP - Lost On You suena casi al instante, subo el volumen hasta su punto más alto, perdiéndome en sus primeras melodías, voy caminando tarareando torpemente la letra de tan bella canción, al estar sumergida en mis pensamientos no me doy cuenta por donde van mis pies y choco contra alguien.
– ¡Disculpa!_ Supongo que lo he dicho más alto de lo que debía por la mueca que hace el chico, me quito uno de los audífonos y afilo mi vista para detallarlo un poco más, el sujeto posee ojos fríos, marrones y oscuros, su cabello es castaño aunque las raíces tienden a aclararse un poco más, sus dos orejas son adornadas por un par de extensiones no muy grandes.
– Tranquila_ Dice con una sonrisa dejándome admirar su perfecta dentadura. Sigo mi camino, unos segundos más tarde volteo a ver y el chico ya no está, no le tomo importancia y sigo por donde venia.
Alrededor de quince minutos ya he llegado al parque, a medida que me voy acercando veo en una banca sentado a Nicolás, me acerco sigilosamente lo poco que me queda y le cubro los ojos.
– ¿Melody?_ Dice, quito mis manos de sus ojos y lo miro de mala gana, su garganta suela una carcajada ronca y corta, casi podría tomarse como una risa cansada.
– Oh! que gran chiste, jo jo jo_ Nótese el sarcasmo.
– Tómate la vida a risas, de lo contrario a los veinte ya serás una vieja amargada y tendrás más arrugas que una uva pasa_ Volteo los ojos y logro ver a las chicas acercarse.
– ¡Milagro en verme!_ Laureen me abraza con fuerza.
– Pero que bien te ves_ Samantha hace lo mismo que Laureen hizo hace unos segundos.
– No saben cuánto los extrañé_ Nos levantamos de la banca con Nicolás y empezamos a caminar a una heladería que está al otro lado del parque, nos falta poco para llegar a nuestro destino pero unos gritos de victoria llaman nuestra atención, son Diago, Cárter y Ryan con sus ciclas a lado de la pista de BMX, se acercan, el moreno le da un tierno beso en los labios a Laureen, Ryan tiene a Luna tomada de la mano, sé que Samantha se siente incómoda, cuando fijo mi mirada en ella, está viendo un punto fijo en el suelo volteo a ver al oji verde, quien tiene un brazo rodeando la cintura de Melody, ninguno los dos me quitan sus orbes de encima.
– Amor le ganamos una apuesta de BMX a esos memos de allá_ Cárter trata de que el ambiente sea menos tenso, en vano.
– Ese es mi chico_ La morena le da un casto beso en los labios y él la estrecha contra su cuerpo. Tomo la mano de Nicolás y le doy un pequeño apretón, mi amigo afila su vista hacia mí, sé que me ha entendido a la perfección.
– Bueno, supongo que tenemos que irnos_ Nicolás ¡te amo!, seguimos nuestro camino pero Laureen se queda con su novio, no hacemos nada ni decimos nada hasta que entramos a la heladería, soltamos una gran bocanada de aire, mis ojos se encuentran con los de Samantha, las dos tenemos las lagrimas comprimidas.
– Tranquilas, todo estará bien_ Nuestro amigo nos habla de manera alentadora desde el mostrador, nos acercamos a él y cada uno pide su respectivo sabor de helado, a los pocos segundos llega Laureen mirando el suelo.
– ¿Que pasa?_ Me acerco y poso mi mano en su hombro.
– ¿Quien es Julieta?_ Su voz está apagada, como si la pregunta le resultara incómoda y la respuesta ni quisiera saberla.
– Una de las del trío maravilla ¿porque?_ Nuestra compañía masculina pide el helado que sabe que le gusta a la cabizbaja chica.
– Melody y Luna empezaron a molestar a Cárter con ella_ La señora que nos atendió le extiende el helado y ella lo toma_ ¿Tendrán algo?_ Toma un pedazo de helado con sus dientes y las náuseas vienen a mi, me doy la vuelta y me estremezco.
– Tranquila, lo dijeron solo para picarte_ Saboreo y siento un sabor amargo, paso mi lengua una y otra vez sobre mi helado para quitarlo.
– ¿Estas bien?_ Pregunta Samantha.
– Si, solo me dieron un poco de náuseas_ La castaña voltea a mirar a los chicos, segundos después tengo clavada las miradas de los tres.
– ¿Hace cuanto fue tu última relación... De... Ya sabes... Eso_ Laureen me pregunta algo incómoda.
– Hace como mes y medio_ Volteo a ver y Diago, está abrazando a Melody, ella me da la espalda y él me mira fijamente, vuelvo a mirar a los chicos, Laureen y Samantha me escrutan con la mirada, casi llego a pensar el gran interrogatorio que me hacen en sus mentes, mi amigo solo mira al suelo con tristeza – No es lo que piensan, no estoy embarazada y mucho menos de él.
– ¿Ya te llegó?_ Samantha toma un poco de su helado y mira para atrás, frunce el ceño y voltea a verme, si lo pienso bien este mes no me ha llegado, pero debes ser un retraso de unos días.
– Es retraso de unos días.
– ¿Ya te realizaste una prueba?_ Nicolás levanta su mirada al hablar pero mira al frente, sus facciones finas, se tensan.
– No, pero...
– Vamos_ Me interrumpe y empieza a caminar hacia su auto, las tres subimos en la parte trasera, estuvimos todo el camino en silencio, después de un largo rato nos detenemos y bajamos del auto, entramos a una especie de laboratorio y Nicolás habla con la recepcionista, voltea a mirar serio y sube las escaleras, lo seguimos en silencio.