Camino a la cafetería adelantamos agenda con Nicolás, le conté todo lo que había pasado con Diago y él me contó sobre una chica que conoció hace poco y que se estaba haciendo la difícil, pero los dos sabemos que va a lograr acostarse con ella, el siempre cumple lo que se propone y se que las chicas difíciles son las que más le gustan.
Entramos a la cafetería y veo a Laureen sentada en una mesa al fondo, pido una Coca-Cola y Nicolás un jugo, nos dirigimos hacia donde la morena se encuentra, la saludo y me siento frente a esta, volteo a mirar a Nicolás el cual está centrado en ella, se presentan, el chico le da un beso en la mejilla y se sienta a mi lado.
– Esta buena ¿no?_ Vuelve a mirar a Laureen la cual está muy concentrada en su móvil.
– No lleva ni dos días aquí y ¿tu ya te la quieres follar?_ Susurro al oído del Don Juan.
– Sabes que me quiero follar a todas las del instituto, sobretodo si son nuevas.
– A todas, no.
– ¿A si?... A ver ¿quien falta?
– Yo_ Antes pensaba que a Samantha tampoco se la quería tirar pero hace dos años en una fiesta, se acostó con ella, los dos dijeron que estaban ebrios y que no se acordaban pero la mentira no le duro mucho a Nicolás, a los pocos meses nos enteramos que por más que él había tomado se acordaba de todo.
– ¿Quien dijo que no te quiero echar muela?_ Me mira de reojo
– Pues... Lo supuse.
– ¿Crees que por ser mi mejor amiga no quiero tener nada con tigo?_ Abro los ojos como platos y me cuesta pasar mi bebida, Nicolás al ver mi reacción se ataca a reír, cuando me recuperé me uní a sus carcajadas, en eso llega Samantha y me saluda con un eufórico abrazo.
– Ni que nos hubiéramos dejado de ver por un año_ Rompí el abrazo.
– Tengo algo que contar.
– ¿Aprendiste la diferencia entre "Ay, Hay y Ahí"?_ Dijo Nicolás conteniendo la risa, ella le saco la lengua y el hizo lo mismo.
– Que maduros.
– ¡Tu cállate!_ Los dos dijeron al unísono.
– Que manera tan peculiar de mostrar cariño_ Menciono Laureen
– Perdón ¿quién es esta?_ Samantha mira con inferioridad a la morena.
– Esta_ Dice Laureen parándose y mirando a Samantha de pies a cabeza – Se llama Laureen, y... tu?
– Samantha_ La tensión se podría cortar con un cuchillo.
– Creo que nosotros nos vamos_ Nicolás rompe el silencio incomodo, toma a Laureen por la cintura y se la lleva fuera de la cafetería.
– ¿Me puedes explicar porque le hablaste así?
– ¿Así como?
– Sabes de que hablo.
– No me cae bien.
– Sólo lleva aquí un día.
– De igual forma.
– Solo espero que te tomes la molestia de conocerla y dejes de ser tan territorial.
– Lo intentare_ Salimos de la cafetería y comenzamos a caminar por el campus en eso nos encontramos con Ryan.
– ¿Chicas, tienen planes para después de clases?_ Comenta el sujeto pasando su brazo por encima de los hombros de Samantha, ella se aparta y se cambia de lado quedando yo en la mitad.
– Si, yo me voy con...
– No ¿alguna idea?_ Interrumpo a Samantha y ella me da un pequeño pellizco en el brazo.
– Si, con Diago y Cárter, las queríamos invitar a comer un helado.
– ¡Super¡¿ A qué hora nos vemos? _ Samantha me vuelve a pellizcar, pero esta vez un poco más duro.
– A la salida, al lado de la fuente ¿les parece?
– Perfecto allá nos vemos_ Vimos a Ryan alejarse con una sonrisa en la cara, Samantha espero a que el desapareciera de nuestras vistas.
– ¿Por qué le dijiste que iríamos sin consultarme?_ Dice enfadada
– Pensé que querrías ir_ Me encojo de hombros.
– Creo que mis pellizcos no decían lo mismo.
– De igual forma ¿tenías planes?_ Obvio que si, Nicolás me lo contó pero no quería que saliera con el imbécil de Kian y me quería inventar cualquier excusa para raptarla y Ryan me soluciono la cosa.
– Si, voy a salir con... _Lo pensó dos veces – Mi mamá.
Mentirosa de mier...
– Odias salir con tu mamá.
– Si, pero la tengo que acompañar a hacer mercado.
– Bueno, entonces... _ Saco mi móvil.
– ¿Que haces?
– Voy a llamar a tu mamá.
– ¿Para?
– Le voy a decir si te puedes ausentar para comer un helado conmigo.
– ¡No!
– ¿Por?
– Me dijo que no la llamara en todo el día porque iba a estar ocupada.
– ¿No iban a hacer mercado?
– Si, pero salia de el trabajo e íbamos a hacer el mercado_ Dice con nerviosismo, la conozco perfectamente y sé que sabe mentir muy bien pero cuando se empieza a poner nerviosa es porque se siente acorralada.
– Puede que tenga la cara de estúpida pero la se administrar ¿vale?_ Ya me había enojado, odio que me mientan.