Después de una tarde muy entretenida los chicos y yo llegamos al portal de mi hogar, al entrar todo es oscuridad, prendo las luces de la sala, los chicos se sientan en el sofá y yo voy a la cocina, dejo las llaves en el mesón que hay en toda la mitad de esta.
– ¿Tu mamá no esta?_ Diago pasa por el umbral.
– No lo sé, iré a su habitación por si se ha dormido.
A mitad de mi trayecto por las escaleras mi móvil suena, lo tomo de el bolsillo trasero de mi pantalón, miro la pantalla encendida, en esta re salta el nombre "mi ilamamá", cuando era una niña le decía "mamá" a mi tía y abuela ya que mi madre no poseía mi custodia, para que mi madre entendiera que le hablaba a ella, le decía exclusivamente así, es la hora en que la llamo de esa manera para que sepa que algo no anda bien. Doy a la opción "responder" llevo el aparato a mi oído.
– Hola mi cielo ¿como estas?_ Se escucha la voz de mi madre al otro lado de la línea.
– Bien ¿y tu?
– ¿Ya llegaste? ¿como te fue?
– Si, bien_ Confiaba plenamente en mi madre pero no me gusta hablar mucho por teléfono y siempre contesto lo que es, al grano.
– ¿Me vas a contar todo?
– Ma, siempre lo hago.
– De acuerdo, cariño hoy no podre ir a casa.
– ¿Por?
– Me toca quedarme a hacer un trabajo de la oficina y termino como a las dos de la mañana, en ese caso me quedaré en la casa de Luisa ya que me queda más cerca.
– Vale, no importa.
– Si quieres puedes pedir pizza, el dinero está donde siempre_ Mi madre siempre deja dinero en uno de los cajones de la cocina por si hay alguna emergencia.
– Gracias ma.
– Te quiero.
– Yo igual_ Sonrio.
Bajo los pocos escalones que subí hace un rato y me dirijo a la sala, me siento al lado de Diago, este pasa un brazo por encima de mis hombros.
– ¿Dónde está tu mamá?_ Ryan me mira.
– Hoy no vendrá_ Contesto mientras recostaba mi cabeza en el hombro de mi acompañante.
– ¿Porqué?
– Trabajo
– Y ¿tu padre?_ Auch, mi papá se fue cuando yo tenía nueve meses de nacida, cada año lo veía en mi cumpleaños pero cuando cumplí los doce no vino y solo me llamo, así pasó también cuando cumplí trece y catorce, pero cuando cumplí los quince no recibí ni una llamada, ni una visita, nada y desde ese entonces no se nada de él y así es mejor, nunca lo he necesitado y ahora no creo que sea la excepción.
– Tampoco_ Contesto cortante.
– ¿Vemos películas?_ Cárter se dá cuenta de lo incómodo que se está tornando el ambiente.
– ¿Titanic?_ Está claro que Ryan me quiere hacer llorar hoy.
Estuvimos un rato discutiendo por la película que veríamos y yo propuse el "conjuro 2" todos estuvieron de acuerdo, no me gustan las películas de terror pero desde que Ryan nombro a mi papá me dieron unas ganas impresionantes de llorar y eso es lo último que quiero y ¿qué mejor que una película de estas?
***
Llevamos hora y media viendo esta cosa y estoy que me orino del susto, cada cinco segundos apretó el brazo de Diago y meto mi cara en el hueco de su cuello, a diferencia de ellos que no los asusta ni siquiera esa maldita monja, estoy segura que esta noche tendré pesadillas.
Por fin acaba la película y yo parezco una niña traumada, hubiera preferido mil veces la propuesta del emo.
«Pendeja tu fuiste la de la idea» me auto regaño.
Quise distraerme con algo, así que tomo un cojín que se encontraba a mi lado y golpeó la cara de Diago, este hace cara de ofendido y acto seguido toma otro y dispara en mi dirección.
– deh-PUL-soh_ Apunte hacia el cojín, pero como soy una simple y mortal muggle, no funciona el hechizo haciendo que el cojín impactara en mi cara y cayera de bruces contra el suelo.
– ¡AH!_ Chillo
– Lo siento ¿estas bien?_ Se me acerca pero antes de que pueda llegar a mi recibe un cojinazo por parte de Cárter en la parte trasera de su cabeza, produciendo que cayera al suelo a mi lado, Diago no tarda más de cinco segundos y lanza un cojín hacia el moreno pero este se quita ágilmente haciendo que el cojín impactara en el estomago de Ryan. Y así es como se desencadena una guerra de cojines, los objetos acolchonados volaban de un lado a otro, en todas las direcciones y en la sala no se podían oír más que nuestras risas.