Ya pasaron las primeras horas de clase, espero a los chicos para almorzar, Melody y otras dos chicas pasan por mi lado, una de las dos pasa bruscamente y mueve la mesa haciendo que toda mi bebida se derrame.
– ¡Vaca!_ Me paro lo más rápido que puedo para no mancharme pero aún así unas gotas alcanzan a caer sobre mi falda.
– ¿Como me llamaste?_ Su voz chillona me rompe los tímpanos.
– Va-ca.
– ¿Es que no te has mirado a un espejo?_ Levanta la mano para que no conteste_ No me tienes que responder... Eso se nota_ Me mira con desprecio y se va, refunfuño y trato de sacudirme sin hacer más grande la mancha, alzo mi vista y veo cruzar la puerta de la cafetería a Samantha su mano se encuentra entrelazada con la de Kian, me mira y se acerca mientras su acompañante va a pedir sus almuerzos.
– ¿Sigues cabreada?
– Estas perdiendo un gran chico.
– ¿De qué hablas?
– Ryan
– Ni lo conoces.
– No necesito conocerlo para saber que seria mucho mejor que el payaso que tienes como novio, tambien se ve dulce, se que te amaría, te respetaría y sobre todo te valoraría como mujer, como la grandiosa mujer que eres.
– Todo eso ya lo hace Kian.
– ¿Si te amara estaría de cama en cama? ¿Si te respetara te golpearía?_ Abre la boca y forma una perfecta "o" – Si lo se, lo se todo, se que te golpea cuando no haces lo que él dice ¿crees que nunca me di cuenta de tus golpes mal disimulados? y por último... Si te valorara como mujer no te buscaría solo para sexo.
– ¿Porque eres tan cruel?
– No soy cruel, soy sincera.
Me levanto y voy a marcharme pero ella me detiene con un abrazo.
– Por favor no me dejes sola.
– ¿Te volvió a golpear?_ Se queda en silencio, me abraza más fuerte y solloza.
– Tranquila ¿Porque no terminas con esto de una buena vez?
– Lo intente pero se puso como loco y me golpeo aun peor...No le digas nada a nadie por favor_ Sus palabras hacen que piense en retrospectiva, que mierda de amiga he sido.
– Sobra decirlo_ Llega Kian y me trata de saludar pero me siento rápido, miro mi bandeja y juego con mi tenedor en el plato, no puedo verlo a los ojos, se que le lanzaré miles de mirada asesinas y con eso será suficiente para que sospeche.
Exactamente cinco minutos después llegan Laureen y Nicolás, se sientan, automáticamente y el ambiente se pone tenso, levanto la vista y veo como Kian le quita la ropa con la mirada a Laureen, Samantha por su parte está fulminando con la mirada a la morena, la antes ya mencionada está obviamente incómoda y mira a Nicolás, pero él me mira tratando de evadir ese triángulo óptico.
Siento mi bolsillo trasero del pantalón vibrar, saco mi móvil prendo la pantalla y es mi madre, debe estar preocupada ya que no la llamo desde anoche, me levanto y me voy fuera de la cafetería, le doy a la opción contestar y me lo pego al oído.
– Hola cariño ¿estas bien?
– Si, todo perfecto.
– ¿La casa no se quemó?
– Solo fue una vez_ Dije entre carcajadas.
– Uno nunca sabe_ Dijo también ella riéndose – Mi vida tengo que dejarte, solo llamaba para saber cómo estaba todo, te quiero.
– Igual yo... Besos, adiós.
Regreso pero ya no están Samantha ni Laureen.
– ¿Dónde están las chicas?
– Se fueron, no se soportan ¿sabes?
– ¿Hasta ahora te das cuenta Nicolás?_ Siento un abrazo a mis espaldas, me volteo y es Samantha, me levanto de mi puesto, le doy la espalda a los chicos y la miro.
– Nos invitaron a una fiesta el viernes en la noche.
– ¿Quien?
– Brandon_ Uno de los chicos populares, del equipo de fútbol.
– ¿Cuando?
– Este viernes en la noche.
– No irás a esa fiesta_ Escucho la voz de Kian a mis espaldas y me volteo.
– Podríamos ir los dos_ Samantha cambia su semblante de alegría por uno de miedo.
– No iremos ninguno de los dos.
– Pero...
– ¡Dije que no!_ Su voz se eleva y se levanta dando un golpe con las manos en la mesa, ahora todos los que están en la cafetería nos observan – Y cuando digo no, es no_ Habla con la mandíbula tensa.
– ¿O si no que?_ Me acerco un poco y apoyo mis manos en la mesa.
– Gaby, no_ Samanta susurra y me toma del brazo.
– No querrás saber_ Dice entre dientes.
– Muéstrame_ Se que le cabrea que lo reten y lo tienten, es exactamente lo que quiero hacer.
– Gabriela, escuchame_ El temor de mi mejor amiga se nota en su voz.
– Aquí no_ El "gran hombre" se tensa aún más.
– ¿Porque?_ Me vuelvo a enderezar y cruzo los brazos – Si lo haces aquí y ahora, mostraras cómo es que un "verdadero hombre"_ Hago comillas con mis dedos al pronunciar la última frase – Trata a una mujer_ Maldito ¿cree que no se lo que le hace a Samantha?
– Yo las trato según se merezcan_ ¡LO MATO! – Impacto mi mano contra su mejilla, Kian reacciona casi al instante, me toma del cabello y me lanza sobre una mesa, el filo de esta impacta en mi estómago dejándome sin aliento, me levanto como puedo, y lo veo venir.