P.O.V Gaby
Escucho la puerta abrirse, abro adormilada los ojos y veo la sombra de una chica, esta se me acerca y me tiende un vaso.
– Esto te hará sentir mejor_ Esa voz se me hace irritantemente familiar.
Tomo el vaso y bebo su contenido, la chica sale y a los pocos minutos entra la sombra de un chico, se sienta en la cama, se queda mirándome, acerca peligrosamente su rostro al mio y me besa, trato de alejarlo pero mis fuerzas no me dan, el me toma de la cintura y empieza a regar besos por todo mi cuello y la parte superior de mi pecho.
– No_ Susurro – Por favor.
– Esta noche serás mía_ ¿¡Como!?, trato de apartarlo pero no puedo y empiezo a sollozar.
– No llores princesa, será la mejor noche de tu vida.
– No si es contigo.
– Te demostraré que si_ Empieza a quitarme el abrigo, hago resistencia pero me gana, después empieza a quitarme el vestido, estoy en ropa interior, todo me da vueltas y veo un poco borroso.
– Melody dejame entrar_ Escucho la voz de Diago al otro lado de la puerta y el chico sobre mi se queda inmóvil.
– Déjala, necesita descansar_ La voz chillona de hace un rato se hace presente – Enserio esta bien_ Dejo de escuchar las voces.
– ¡Suéltame!_ Grito con voz quebrada, un gran estruendo inunda la habitación, volteo a ver y en el umbral está la sombra de otro chico.
– ¿No la has oído bien?_ Dice la voz ronca del ojiverde, algo en mi se relaja y sabe que ya voy a estar bien.
Diago toma al chico que está sobre mí del cuello, lo eleva a la altura de su boca, engancha sus dientes a la garganta de este, de la nada veo un chorrito de sangre correr por el suelo.
No puedo reaccionar muy bien ya que estoy medio atontada por la bebida que me dio esa chica,
Diago suelta al muchacho y este cae al suelo sin vida,su mirada es igual a la de mis sueños, en el que él me aseguró que solo eran unas pesadillas, en el que me decía que no tenía nada de qué preocuparme, un temor se instala en mi pecho y empiezo a temblar.
– Por favor no me hagas dañó_ Susurro, sus ojos carmesí cambian radicalmente a verdes y parece aterrado.
– Nunca te haría daño_ Se acerca y me abraza, una parte de mi cree en sus palabras pero ¿hasta qué punto es bueno confiar en alguien? ¿hasta qué punto es bueno dejarse caer del todo en los brazos de alguien?
***
Después de la fiesta los chicos nos pidieron que no habláramos del tema, sin embargo cada vez me intriga más que son, con las chicas hemos tratado de investigar por nuestra cuenta, pero siempre que estamos cerca de averiguarlo, aparecen ellos de la nada, se va la luz o nos quedamos sin conexión a los servidores.
– Chicas_ Se escucha la voz de Cárter en la habitación, cerramos instintivamente los ordenadores de golpe. – ¿Que hacían?_ Se acerca
– Buscaba recetas para hacer este fin de semana_ Dice rápido Samantha.
– Yo hago la tarea_ Agrega Laureen
– Y yo ju-e-go_ La última frase la digo algo lento ya que es lo único que se me ocurre.
– Quiero ver_ Trata de abrir el ordenador de Samantha pero esta no lo permite.
– ¡No!
– ¿Porque?
– Ya acabamos_ Responde – ¿Que querías decirnos?
– Los muchachos y yo quisiéramos invitarles a quedar en casa.
– Claro ¿porque no?_ Me levanto y tras de mí las chicas, salimos, frente a casa hay un Jeep negro, nos subimos a este y partimos a casa de los chicos.
Una vez que hemos llegado veo por el ventanal a Diago y Ryan sentados en el sofá, están hablando vagamente, por lo tanto no se percatan de que hemos llegado hasta que escuchan la puerta y nos ven entrando a la sala, se levantan, el ojiverde me toma de la cintura y me da un beso en los labios, Ryan se acerca a Samantha, le pasa el brazo por encima de los hombros y le da un sonoro beso en la mejilla.
– ¿Desean cenar algo en especial esta noche?_ Entra Cárter a la sala, miró a las chicas con complicidad.
– Pizza_ Decimos al unísono
– ¿Desperdiciarán la habilidad en la cocina de Cárter?_ Diago mira a Laureen.
– Está noche es mio_ La antes mencionada abraza posesivamente al moreno, todos reímos por lo bajo
– Debes estar muy cansada_ Cárter pega a su cuerpo a Laureen
– ¿Vamos a dormir?_ Mi amiga hace círculos con su dedo en el brazo de su acompañante el cual no tarde en tomarla de la mano y llevarla hasta su habitación, a los pocos segundos se oye la puerta cerrarse.
– Vamos, te mostraré el dormitorio para huéspedes_ Ryan comienza a subir las escaleras, Samantha me lanza una mirada de tristeza, se voltea y sigue al antes mencionado.
– Espérame en el cuarto, comeré algo_ Me dice Diago entrando a la cocina.
Subo las escaleras, camino por el pasillo y entró a la habitación que recuerdo haber entrado en otra ocasión, abro el gran armario, me quito el sostén y me coloco una camiseta gris que encuentro, salgo con el cabello recogido en una cebolla, me acuesto en su cama para esperarlo, Diago entra, se queda viéndome con perversión, se acerca y se acuesta a mi lado, me volteo y le doy la espalda.