Tentación Carnal

**CAPITULO 1**

NUESTRO PRIMER ENCUENTRO (+18)

Racheel:

Me encontraba en casa como todos los días después del colegio sumergida en mis tareas y pensamientos, si bien es cierto no me gusta salir a lugares públicos por esos motivos Loi y yo siempre nos reunimos en la casa de la otra, tenemos muchas cosas en común y esta es una de ellas, nos gusta sumergirnos en cuatro paredes, con nuestra soledad como amiga, es hermoso saber que las dos tenemos los mismos gustos por eso al momento de darnos regalos por cualquier día festivo no dudamos en saber que le gusta a la otra, lo tomamos como si fuera para nosotras mismas porque sabemos que a la otra le va a encantar ese detalle.

Dejo mis pensamientos y la tarea que me encuentro haciendo a un lado porque mi teléfono vibra en la cama.

-Sera Loi- lo pienso un momento en silencio antes de levantarme de la silla-no, hoy ella me dijo que tendría clases de natación y llegaba a las seis de la tarde- ella y yo antes de hacer las cosas siempre nos llamamos para pedirnos opinión de la otra ya sea de ropa, chicos, maquillaje, consejos, decisiones y más, siempre lo hacemos.

Al llegar a la cama tomo el teléfono que ya dejo de vibrar hace unos segundos, cuando lo enciendo me sorprendo al ver el contacto que ya hace registrado en la pantalla, pero no es eso lo que me sorprende, sino que hace unas semanas no hablo con él y ahora me manda mensajes, como si no me hubiera dejado en visto hace semanas. Aunque me haya echo eso no puedo enojarme, el me a acompañado en los peores momentos por eso lo quiero mucho y lo estimo, aparte no lo hizo a propósito sé que en estas semanas se encontraba en exámenes, pero no me caerá nada mal exagerar…

Mi primo Kevin es alguien que desde niño ha tenido una belleza inaudita con su pelo rubio, sus ojos azul eléctrico, las facciones de su rostro bien cuidado y por lo que todas las chicas matan su cuerpo.

-Hola Reich, ¿Te encuentras en casa?

-Solo un simple “hola”, me dejaste en visto por semanas y ahora solo vienes a preguntar si me encuentro en casa

-Reich tu más que nadie sabes que lo hice porque me encontraba estudiando para las pruebas de la universidad

- ¿Y en todo este tiempo no pudiste tomar en teléfono?

-Se que eso no es una escusa y comprendo tu molestia, pero sabes que mis estudios son más importantes

-En serio te lo creíste, si estuve al tanto de que te encontrabas en exámenes, pero quise meter drama

-Algo me decía que era mentira tu enojo contra mí, pero decidí seguirte el juego y como te estaba diciendo, ¿Te encuentras en casa?

-Admite que caíste Kevin, ¿a qué se debe de que quieras saber si me encuentro en casa o no?

-Como digas (ironía) … no solo quiero asegúrame de que te encuentres a salvo

- ¿Estas bien?, tu preocupándote por mi ¿cuándo? y ya que preguntas si me encuentro en casa

-Siempre me preocupo por ti, eres como mi hermana menor

- (corazones de amistad), ¿Cundo regresaras a casa?

-Ponto Reich…

Hoy se encontraba muy extraño, pero no importa porque ya extrañaba hablar con Kevin y como él mismo lo dijo también lo considero como mi hermano, aunque no tenga hermanos de sangre los tengo a ellos Kevin y Eloísa han estado en aquellos momentos que más lo necesite.

Me incorporo de la cama para continuar con mi tarea, al llegar tomo asiento en la silla, lista para retomar con mis estudios. Pero soy interrumpida porque escucho como mi puerta del cuarto se abre poco a poco exageradamente lento, mis ojos logran visualizar a un cuerpo de 1,87 m o eso creo, puedo ver en su rostro una leve sonrisa dramática como todo en él, pero no resisto más.

- ¡KEVIN! – grito incorporándome del escritorio, doy zancadas grandes mientras corro, llego en cuestión de segundos.

Enrosco mis brazos en su cuello tratando de que se acostumbre a mi altura de 1,60 m, él dobla su cuerpo para poder quedar a mi altura, suelta las maletas que llevaba en las manos y me abraza, es un abrazo reconfortante, tranquilo y sin apuros.

Duramos así por unos minutos, cuando yo comenzó a hablar.

- ¿Cuándo me dirías que vendrías a casa? - no digo con una mezcla de ironía y duda en mi voz, me safo de su agarre para mirarlo a los ojos- Te extrañe mucho Kevin.

-Y yo a ti Reich, pero creo que voy a regresar a la universidad con problemas de columna.

- ¿Por qué?

-Por tu altura Reich, estas muy enana… - no termina de decirlo porque con mi mano en forma de puño lo pego en su rostro.

- ¡Auch! Ya no es solo la espalada tan bien el rostro.

-Cállate antes de que te pegue otra vez- se que soy pequeña para mi edad, pero todo mi cuerpo está bien desarrollado menos mi altura, es algo molesto pero que abecés tiene sus ventajas.

-Okey ya no te molesto, ¿Puedo pasar? – lo dice, pero antes a que me dé tiempo a responda ya se encuentra sentado en mi cama.

- ¡No se le apetece algo más su señoría! – lo digo irónicamente- tal vez unos masajes.

-Si por favor.

-Que te lo hagan las zorras con las que te acuestas.

- ¡Reich! - lo dice con una voz chillona de chiste, los dos reímos mutuamente.

- ¡Que! te digo la verdad…

-Cambiando de tema Reich, ¿y tus padres?

-Ahora se encuentran en un viaje de negocios- enserio hoy si que esta muy raro, es como si tramara algo, pero, ¿Qué?

-Y cuando vuelven.

En ese instante lo miro con cara de duda, trato de que sus ojos me digan que trama, pero lo único que puedo ver en ellos es alegría y diversión, confío en él y se que lo que esta tramando no es nada malo así que continuo con la conversación.

-Regresaran mañana por la mañana, ¿Por qué? – veo en como sus labios se ensanchan formando una sonrisa y sus ojos brillando con intensidad.

- ¡Si lo sabía! – se alaga a el mismo mostrando orgullo ante ello- alístate iremos a celebrar de que termine un nuevo semestre de derecho, solo estarán compañeros de la universidad y tú.




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