Tentación Carnal

**CAPITULO 4**

HASTA QUE TU NOMBRE SE VUELVA MI TENTACION… Y TU CUERPO MI PERDICIÓN…

Erick:

¿Por qué es tan complicado entender a otra persona? Quisiera poder ingresar en su mente y saber en que piensa o le desagrada, el ser humano nos impide tener la capacidad para entrar en la mente de otro individuo, haciendo que todo sea y se vuelva complicado.

Hace apenas unas horas Racheel y yo nos encontrábamos en un limbo mutuo, en un deseo que emanábamos ambos, pero ahora ¿Qué había cambiado?

Luego de soltar la pregunta tan imprevista para ella, pero para mí tan intrigante… que la llevo atada en la lengua desde que la descubrí.

Racheel simplemente en un susurro silencioso, mesclado con su voz roto por el dolor y en sus ojos lagrimas desgarradoras dijo “Erick yo…” quedando con las palabras en la garganta debido a que Eloíza ingreso a la cocina y me la robo, me la arrebato y consigo me dejo la duda, ¿por qué me lo ocultaba…?

Y la verdad no entiendo porque me lo oculto, no es como si me molestara que ya lo haya hecho con otro bastardo, igual yo no soy una santa paloma como para juzgarla, sabiendo que yo solo pienso con la polla.

Si me lo confesaba en ese momento lo hubiera tomado con humor, pero al no hacerlo me molesta, no es como si nos conociéramos de años, pero tampoco hay barreras que impidan contarme sus verdades.

Porque Racheel y Loi son las únicas en poder hacerme preguntas, interrogatorios o incluso refunfuñar, ella son las únicas en ser capaces de calmar mis emociones, son las únicas que al mirarlas todo el enojo desaparece porque ellas son y emanan paz… serenidad… en medio de angustias. O al menos eso ocasionan en mí.

He tratado de acercarme en estas últimas horas a Racheel, pero simplemente no puedo.

El ámbito más importante de porque no puedo acercarme es por Loi, mi hermana a estado toda la noche pegada como chicle a ella, en ningún momento se aparta de Racheel y eso me moleta demasiado.

Una parte de mi está enojando con Eloísa, pero otra parte me dice el porque debería estarlo. No es como si me perteneciera a los ojos de la gente de nuestro alrededor, pero al estar solos todo cambia… ella se vuelve mi tentación, mi pertenencia en alma y cuerpo. Simplemente y tan exquisitamente mía Luxurya…

Y para ser más específicos yo soy el que me estoy robando a Racheel, Loi es su amiga de hace años. Me molesta el haber desperdiciado tantos años sin conocerla, sabía de su existencia, pero nunca me pareció importante una niña mocosa con el mismo carácter de mi hermana. Pero al conocerla todo lo que había imaginado de ella se esfumo, desapareció y consigo su inocencia igual.

El segundo ámbito es porque Racheel no me lo permite.

Ha estado toda esta noche evitándome, cuando nos encontramos en el mismo sitio, desapareciendo por la mansión.

Quiero interrogarla, pero tampoco quiero presionarla a algo que se aún no quiere contarme y lo respeto, sé que cuando sea el momento indicado, me lo dirá.

Pero por ahora solo la dejo ser. No entiendo porque corre y me evita, ¡es tan tortuoso recordar su primera vez o que!, eso hace que me ponga duro y molesto.

Me encanta ver como corre de un destino del cual yo ya tracé. Racheel me pertenece hasta en el último momento en donde nuestras vidas decidan tomar rubos distintos y nuestros caminos tomen roles diferentes.

En estos momentos me encontraba fuera de casa, había salido por unos tramites de la universidad. Me molesta saber que mi tentación está lejos de mí, pero era eso o tirar tantos años de estudio a la basura.

Trataba de hacer lo más rápido que podía para así llegar más rápido a casa. No sé qué carajos hizo esa mocosa en mí, pero lo que si se es que me tiene hipnotizado con solo ver sus ojos azules percia.

Eso me moleta porque ella debería ser quien se sienta así. Más bien el que no a dejado de pensar en ella desde el minuto en que su calor se dé ciso de mi piel soy yo, maldita sea, me las pagaras Racheel…

Ya hace unos minutos había terminado el papeleo de la universidad, me encontraba de regreso a casa. En mi mente no dejan de llegar respuestas a aquella pregunta no contestada, eran mucho escenario los que venían a mi mente, entre todos ellos resaltaba uno que me tensaba de solo pensarlo.

Trataba de esfumar aquella idea, ya que no sabía de qué sería capaz si cierta posibilidad era real. Es algo claro que buscaría venganza por ella, buscaría a esa persona hasta a debajo de las pierdas.

No dejaría que aquel acontecimiento no se haga justicia.

Racheel para mi es apenas una niña la cual esta aprendiendo mediante experiencias y me carcome el hecho de porque oculta algo que a mi parecer es normal. No quisiera enterarme por otra persona de aquel pasado que la persigue, pero maldición necesito saberlo.

Se que para ella su primera vez fue devastadora, lo note al momento de soltar la pregunta, en su rostro puedo ver temor, en sus ojos el deseo de rechazar aquellas memorias y lo que más me dolió observar sus pupilas dilatarse, esos ojos que me hipnotizan se nublaron llenándose de lágrimas, lágrimas que duelen recordar.

Como si el pasado fuera el presente impidiéndola seguir.

Soltó pequeñas lagrimas que me rompieron el corazón… sollozos silenciosos que me taladraron el corazón. Allí pude ver a la Racheel que trataba de esconder, a aquella niña indefensa que no le gustaba recordar su pasado.

Lo que no sabía era que yo hasta el último momento no dejaría de investigar que le paso, porque si ella me pertenece no permitiré de que nadie de su pasado arruine su presente con memorias fugases, la curaría y la sanaría.

¿Quién fue el despreciable que marcó su vida con dolor?

Maldición si tan solo me dejaría entrar a su vida…

Me comprometería a acompañarla en su proceso de sanación, a limpiar con paciencia cada cicatriz emocional y a reconstruir, junto a ella, aquello que el pasado quebró “Su inocencia y niñes”.




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