El estudio de ensayo estaba impregnado de la mezcla de sudor, luces y expectativas. El suelo de madera relucía bajo el resplandor de los focos, y los espejos gigantescos reflejaban la tensión en los rostros de todos. Los participantes de CHUANG ASIA S2 esperaban, alineados frente al escenario improvisado.
De repente, las puertas se abrieron.
—¡Es BamBam y Yaya! —susurró Dong Dong, con los ojos abiertos.
—Wow... —murmuró WhyLucas— Se ven increíbles.
BamBam entró con una sonrisa despreocupada, su chaqueta plateada brillando bajo las luces. Yaya iba a su lado, radiante, saludando con una leve inclinación de cabeza.
—Buenos días, chicos—La voz de BamBam resonó por toda la sala—Hoy aprenderán algo esencial.
—Actuar frente a la cámara y dominar el escenario—añadió Yaya, con una sonrisa perfecta— Pero antes...
Se giró hacia el grupo y señaló a Dong Dong.
—Tú, ven aquí.
—¿Eh? ¿Yo? —preguntó Dong Dong, llevándose una mano al pecho, sorprendido.
—Sí. Tienes una sonrisa natural, quiero que todos la vean.
Dong Dong avanzó, un poco nervioso.
—Relájate, Dong Dong —Yaya sonrió— Miren esto, chicos. Una sonrisa real transmite emociones, conecta con el público. Observa, Yetao.
Yetao asintió, cruzando los brazos.
—¿Así? —Dong Dong sonrió con timidez.
—Perfecto. Pero con más confianza —Yaya se giró hacia el grupo—Cuando sonríen de verdad, el público siente lo que ustedes sienten. Esa es la clave.
Después de dos horas, el estudio estaba lleno de murmullos y miradas expectantes. BamBam se adelantó al centro del escenario improvisado, con una expresión relajada pero segura.
—Escuchen bien —Su voz resonó con firmeza—Voy a interpretar la canción principal de CHUANG ASIA S2.
Los participantes intercambiaron miradas de asombro.
—¿Él va a bailar y cantar ahora? —susurró Dong Dong.
—¡Es BamBam, obvio que será épico! —añadió Thi-o, cruzado de brazos, con una sonrisa.
La música comenzó a sonar. El ritmo fuerte y pegajoso llenó la sala.
Yetao, desde la primera fila, lo miraba sin pestañear.
—Es perfecto... —pensó, sintiendo que su corazón latía más rápido.
Cuando la canción terminó, la sala se llenó de aplausos.
BamBam sonrió y levantó la mano para pedir silencio.
—Gracias. Pero esto no fue solo para que me aplaudan.
Los murmullos se detuvieron.
—Esta será su siguiente misión. Todos, sin importar la clase a la que pertenezcan, deberán aprenderse la canción y la coreografía.
—¿Incluso Clase A? —preguntó WhyLucas, sorprendido.
—Especialmente Clase A —BamBam sonrió con un toque desafiante— Porque esta vez, todos están en el mismo nivel. Y les advierto algo la clasificación cambiará.
El ambiente se tensó.
—Comenzamos ahora—BamBam chasqueó los dedos—¡Al escenario!
—Quiero ver sus posiciones de inicio. Yetao, ven aquí —BamBam lo señaló directamente.
Yetao parpadeó, sorprendido.
—¿Yo?
—Sí, tú. Ven.
Yetao avanzó, algo nervioso.
BamBam se colocó detrás de él.
—Esta pose inicial es clave. Mira al espejo.
BamBam colocó suavemente su mano sobre la cintura de Yetao.
—Relaja los hombros... así.
Yetao sintió un leve escalofrío al contacto.
—Ahora, inclina un poco la cadera. Perfecto.
—¿A-así? —preguntó Yetao, girando ligeramente el rostro.
—Exacto—BamBam lo miró a través del espejo, sonriendo con picardía— Perfecto.
Los demás comenzaron a murmurar entre risas.
—¿Todo claro? —preguntó BamBam, alejándose lentamente.
—Sí... claro—Yetao asintió, intentando mantener la compostura.
—¡Atención! —BamBam aplaudió—Este paso tiene que ser limpio. Vamos de nuevo.
—¿Así? —preguntó Thi-o, levantando la mano.
—No, mira —BamBam se acercó y corrigió la postura de Thi-o—Más fluido.
BamBam repasó con cada uno, pero su mirada volvía una y otra vez a Yetao.
—Tú lo haces bien —le dijo al pasar junto a él, con una leve sonrisa—Pero quiero ver más de ti.
Yetao se sonrojó y asintió.
—¡Desde el principio, todos juntos! —ordenó BamBam.
Los participantes se movían al ritmo de la canción. El sudor comenzaba a perlar sus frentes.
—¡Vamos, chicos! ¡No se detengan! —BamBam gritó con energía—¡Este escenario es suyo, si se lo creen!
La música se detuvo. Todos respiraban agitadamente.
—Bien —BamBam sonrió— Terminamos por hoy. Pero mañana, quiero ver esto perfecto. La clasificación está en juego.
Los participantes se miraron entre sí, el ambiente estaba cargado de determinación.
—Yetao. —BamBam lo llamó de nuevo.
—¿Sí?
BamBam se acercó y le sonrió.
—Tienes potencial. Muéstramelo en la seleccion.
Yetao asintió, aunque su corazón latía con fuerza.
El grupo se dispersó. Yetao salió del estudio, con el corazón aún agitado. Se dirigió al baño.
—¿Qué me pasa? Solo fue un toque...
Al cerrar la puerta, el sonido de pasos lo hizo girarse.
—¿BamBam? —preguntó, sorprendido.
BamBam cerró la puerta detrás de sí, sin decir palabra.
—Sabía que vendrías aquí.
—¿Qué...?
BamBam acortó la distancia. Sin previo aviso, tomó el rostro de Yetao entre sus manos y lo besó.
El beso fue suave al principio, pero pronto se intensificó.
Cuando se separaron, ambos jadeaban.
—Yo... —BamBam bajó la mirada—No me considero gay. Lo siento.
El silencio se hizo pesado.
Yetao alzó el rostro, sus ojos brillaban con determinación.
—Yo sí lo soy. —Sonrió suavemente—. Y no me avergüenzo de eso.
BamBam lo miró fijamente, sorprendido por su respuesta.
—No pensé que fueras tan directo.
—¿No querías confianza? Aquí la tienes.
Y salió, dejando a bambam solo.
[...]
BamBam.
La ciudad brillaba a lo lejos desde el ventanal de mi apartamento. Los rascacielos parecían luces suspendidas en un mar oscuro. Pero mi mente... mi mente era un caos.