Capitulo seis.

Bambam.

Me acomodo en la silla, observando las pantallas alineadas frente a nosotros. Xu Minghao, Yaya y Tia Ray se sientan a mi lado, listos para evaluar. La atmósfera en la habitación está cargada de expectativas, y no puedo evitar sonreír con anticipación. Hoy es el día en que decidiremos quién merece qué posición y en qué nivel estarán.

—¿Listos para destrozar sueños? —bromeo, apoyándome en la mesa.

Minghao suelta una risa nasal

—Más bien, para ayudar a cumplirlos.

Yaya me da un leve codazo.

—Sé bueno, Bam.

Las luces en el escenario parpadean y el primer grupo de chicos entra. La evaluación individual inicia.

—Comenzamos con la categoría vocal —anuncia Tia Ray.

El primer evaluado es Thi-o. Ajusto mis auriculares mientras él toma el micrófono y comienza a cantar. Mientras baila. Su voz es estable, llena de sentimiento, y logra controlar las notas altas sin esfuerzo. Minghao asiente con aprobación.

—Buena técnica —dice, tomando notas— pero podría trabajar más en la conexión emocional.

Thi-o termina su presentación con una reverencia. Antes de que podamos comentar, la pantalla cambia y aparece Dorn. Su voz tiene un color especial, pero noto que tiembla al final de algunas frases.

—Se nota nervioso —murmuro.

—Tiene potencial, pero necesita confianza —agrega Yaya.

Uno a uno, los vocalistas pasan por la evaluación. Al final, decidimos que Thi-o será el centro vocal y obtiene un puesto en la Clase A. Dorn queda en Clase B, junto a otros con buen control pero falta de expresión.

Al cerrar la primera ronda, suelto un suspiro dramático.

—¿No creen que deberíamos tener snacks? Esto va para largo.

Minghao rueda los ojos, pero Yaya se ríe.

—Ahora viene la parte divertida.

Las luces del escenario se atenúan un poco, lo suficiente para que la sala de evaluación se llene de un murmullo expectante. Miro hacia la pantalla con el corazón acelerado. Finalmente, es el turno del trío que competirá por el centro visual. Omar, Hikari y... Yetao.

No puedo evitar sonreír.

Yetao camina al centro del escenario con esa elegancia suya, cada paso parece planeado para enamorar. Ladea la cabeza, parpadea lentamente y muestra una sonrisa que, sinceramente, podría detener el tiempo.

—Wow... —susurro sin poder evitarlo, y antes de pensarlo demasiado, suelto—Él lo tiene todo hermoso.

La sala queda en silencio un segundo.

—Ok, ok, BamBam —Tia Ray se burla, soltando una risa que contagia a todos.

Yo, completamente embobado, solo me río con ellos, tratando de disimular cómo me quedé mirando.

—No, en serio, mírenlo. Es... increíble —añado, pero me aclaro la garganta para concentrarme.

El primero en presentarse es Omar. Apenas sonríe, se escucha un murmullo de admiración. Su carisma llena la sala. Con solo reír, parece capturar la atención de todos.

—Vaya, su sonrisa ilumina todo —dice Minghao, asintiendo.

—Él sabe cómo llamar la atención sin esfuerzo —agrega Tia Ray.

Luego es el turno de Hikari. Tan pronto comienza su actuación, exagera las expresiones. Hace una cara dramática, luego una sonrisa excesivamente amplia y termina con un guiño tan ridículo que no puedo contenerme.

—¡Ay, no! —exclama Yaya, llevándose las manos a la cara—¡Me asustó!

Todos estallamos en carcajadas.

—No... —digo, entre risas descontroladas— ¡Nunca me había pasado esto! ¡De verdad! —Me inclino sobre la mesa, secándome las lágrimas de la risa.

La sala se inunda de carcajadas. Nadie esperaba eso. Hikari sonríe con orgullo al haber provocado semejante reacción.

Finalmente, Yetao da un paso adelante. El silencio vuelve. Sus movimientos son delicados, hipnóticos. Se toca el cabello, parpadea con aire coqueto y mantiene su sonrisa angelical.

—Se ve como si supiera lo hermoso que es —comenta Yaya, alzando una ceja.

—Pero, ¿no es eso parte de su encanto? —pregunto, inclinándome hacia ella.

Yaya sonríe.

—Si fuera una audición y solo lo calificara por esto, no le daría una A. Parece que está más enfocado en decir “soy lindo, así me veo bien” que en transmitir el mensaje fresco de la canción. Omar lo hace de forma más natural.

Me quedo en silencio. Quiero defenderlo, pero Yaya tiene un punto. Aun así, algo en mi interior se revuelve.

Omar es elegido como centro visual. Hikari queda en Clase B. Yetao se asegura un lugar en Clase A, pero sé que no es suficiente para él.

Su sonrisa no cambia, pero sus ojos… Ahí está la decepción.

Las horas pasan lentamente. Los chicos esperan en el escenario, algunos nerviosos, otros intentando bromear para aliviar la tensión. Desde la puerta de la sala de observación, me quedo apoyado, observándolos.

Yetao está sentado al borde del escenario, con la espalda recta, pero puedo ver que juega con sus dedos. Esa es su manera de lidiar con la ansiedad.

Los resultados finales comienzan a anunciarse.

—Clase A: Dong Dong, Dorn, Lyu, Omar, Thi-o, Xiong, Zihao, Yetao.

Anuncia Jeff y Yaya.

Cada nombre provoca aplausos y vítores. Miro a Yetao. Su rostro sigue sereno, pero noto que contiene la respiración.

—Y ahora... —anuncia Jeff.

— los tres centros.

La sala queda en completo silencio.

—Centro vocal Thi-o.

—Centro de danza Zihao.

—Centro visual Omar.

El aire parece salir de la sala.

Yetao no parpadea.

Su sonrisa se desvanece poco a poco. Baja la mirada, fija sus ojos en el suelo. Por primera vez en todo el día, su expresión es transparente.

Dolor.

Impotencia.

Me duele verlo así.

Siento un nudo en el estómago. Quiero decir algo, gritar que cometimos un error. Pero las decisiones ya están tomadas.

Poco a poco, los chicos comienzan a retirarse a sus dormitorios. Risas, bromas, algunos suspiros de alivio. Pero Yetao no se mueve.