—Peter Williams, hijo único de Roderick y **** Williams, de nacionalidad estadounidense, 21 años, sin empleo aparente, escritor trágico, bailarín erótico —Minna describía a Peter frente al grupo, según un registro que tenía en sus manos. Él solo fingió no escuchar las últimas palabras—. Autoproclamado Nocturne, has dado vida, a través de novelas, a diversos mundos, y ahora uno de ellos está tras de ti. ¿Sabes a lo que me refiero?
Peter solo entrecerró los ojos en duda.
—¿Bailarín erótico? Dejé esa etapa de mi vida atrás… ¿por qué la tienes aún registrada?
—Nocturne, ¿qué tanto recuerdas de tu último salto?
Las manos de Minna comenzaron a emitir un brillo tenue, y en ellas apareció un par de revólveres con detalles diamantados.
—Este es el Revólver de Resonancia Elyndor. Este par de armas canaliza el éter, permitiendo separar la energía residual.
Luego levantó uno de ellos y disparó sin previo aviso en la frente de Peter, quien no tuvo oportunidad de reaccionar para evitarlo. Cayó de espaldas, inconsciente.
Hiro reaccionó rápidamente, con el rostro ensombrecido, y dijo en un tono de decepción:
—Windblight Ganon…
Invocó a una criatura de apariencia grotesca, con detalles de tecnología arcana. Su movimiento era veloz, agresivo.
—¡Maldita zorra! ¿¡Qué le hiciste al jefe!? —gritó, luego giró hacia Mak-oh—. ¿Puedes hacer algo con él? —preguntó, conteniendo la desesperación.
Peter, quien era visto como el líder, yacía ahora inconsciente en el piso. Milán había desaparecido y había enviado un extraño mensaje pidiendo ayuda a través del sistema. Mak-oh, aferrada al cuerpo inerte de Peter, lloraba, mientras una crisis emocional comenzaba a consumirla.
—Mak-oh, escúchame. Estamos solos en esto. Necesito que hagas algo por él —dijo Hiro, intentando sonar como Peter y Siegfried, quienes ya habían tomado el control de la situación en el pasado. Pero su voz sonaba entrecortada, y sus piernas no respondían.
[Aviso: se han cumplido las condiciones]
-Invocación influenciada por emociones.
-Liderazgo.
-Desesperación.
-Sentimiento de pérdida.
Nuevo título adquirido: “Rey Demonio”. Durante 60 segundos adquieres capacidad de combate, poder infernal y la condición irrefrenable. Tiempo de enfriamiento: 72 horas.
—No puedo curarlo. El disparo afectó su alma, no su mente ni su cuerpo. Debemos llevarlo con Sieg —tartamudeó Mak-oh, mientras tomaba la mano de Peter.
—Tú… no solo arruinaste mi sueño de renacer en otro mundo, sino que ahora nos traicionas… —susurró Hiro mientras veía a Minna, su rostro temblando de rabia ante una emoción que nunca antes había experimentado.
De su frustración, un enorme agujero se abrió bajo sus pies, rompiendo el suelo de la biblioteca. Múltiples criaturas demoníacas y monstruosas emergieron, lideradas por la habilidad de Hiro.
Minna los observaba con desdén, esquivando cada uno de los ataques de aquellas bestias con gracia y precisión.
[Mensaje del sistema]
“Alerta: te estás enfrentando a un enemigo al que no puedes vencer. Se sugiere al usuario huir inmediatamente.”
—¡Callate! — le gritó al sistema.
Minna dio solo un paso y, en un parpadeo, ya se encontraba a un lado de Hiro. El primer ataque fue dirigido hacia el enjambre de monstruos, que fue diezmado al instante. El segundo golpe impactó directamente en Hiro, lanzándolo contra unas estanterías y tirándolas.
[Mensaje del sistema]
“Se ha reducido ⅞ de la salud total. El golpe mortal ha sido exitosamente amortiguado por el efecto irrefrenable. Se insta al usuario a abandonar el combate.”
—Asaushi Hiro… ¿un hombre mediocre como tú tiene la osadía de enfrentarme a mí? Quiero que recuerdes que yo te di el sistema y yo… — chasqueo los dedos, el sonido seco y hueco— también puedo quitártelo.
La invocación de la ira, los monstruos y el efecto del título “Señor Demonio” fueron neutralizados. Hiro cayó de rodillas al suelo, exhausto, mirando a Mak-oh.
Ella entendió la situación. Aunque intentaba comunicarse con el subconsciente de Peter, decidió dar un paso al frente. Formó una gran alabarda con su energía psíquica.
—Ay, por favor… —suspiró Minna, volteando los ojos con arrogancia.
Materializó un arco largo con detalles de zafiro, sin cuerda visible. Lo llamó “Arco de Fragmentación Urdyne”. Apuntó hacia el techo y disparó un chorro de agua que, al impactar, provocó una lluvia cristalina. Las gotas, al tocar la piel de Mak-oh, comenzaron a congelarse, inmovilizándola con miles de cristales de hielo.
—Si piensan que con ese poder podrán serle útiles a Nocturne, deben estar soñando despiertos.
Luego los observó una vez más. Y tras un simple chasquido de dedos, los puso a dormir.
Levitó el cuerpo inconsciente de Peter mediante un tipo de magia telequinética. Lo llevó a una sala secreta, oculta detrás de la biblioteca. Allí, en medio de la penumbra, se encontraba un altar. Debajo de este, un núcleo sostenido por ínfimos hilos cuánticos, al borde del colapso.
—Nocturne… no… mejor dicho, Tejedor de Destinos. Aún estoy en deuda contigo. Solo necesitas conectar con tu verdadero ser… esta es nuestra última oportunidad.