Teorema de lo absurdo

Ep 25. Choose your side

Min-soo elevó su mano. Un montículo de piedras se levantó, tomando la forma de un trono improvisado. Alrededor de él, fragmentos de escombros flotaban. La corrupción casi alcanzándolos.

Usando el mismo poder, obligó al grupo a arrodillarse, dejando únicamente a Peter de pie.

—Peter Williams… Primordial del Propósito… Apolion… Nocturne… tantos nombres. Dime, ¿es tu manera de no ser relacionado a los tantos fracasos que has tenido, Padre?

Peter aún estaba cansado por la batalla contra el devorador. Aunque Sieg había usado Eark para sanarlo, lo cierto es que no lo hizo completamente.

—¿De qué hablas?, decir eso es autoproclamarte un fracaso, Min-soo.

El aura del general se tensó al escuchar eso.

—La propuesta sigue en pie: entrégame tu poder. Corregiré todo el desmadre que has causado. Incluso les perdonaré la vida a estos seres insignificantes.

Min-soo se levantó de su trono y caminó, dirigiéndose hacia ellos.

—Aunque, siendo sinceros, eres incluso capaz de sacrificar las vidas de tus amigos. No… debo decir peones. Porque eso son: piezas descartables para ti.

El grupo sintió una ligera sensación de malestar. Peter no respondió nada. No podía explicarlo sin arriesgarse a que fuera malentendido.

—Espera… ¿no les habías dicho nada aún? —Min-soo soltó una risa hueca, cargada de sarcasmo. Su rostro, aún sereno, mostraba repugnancia hacia Peter.

—Te equivocas. El jefe no haría eso —dijo Hiro con esfuerzo.

—¿Que no? —Luego volteó a ver a Peter nuevamente, señalando al grupo con una media sonrisa de incredulidad—. Has condenado una y otra vez a todos tus compañeros a morir. Dieciséis veces los arrastraste a la ruina. ¿Cuántas veces más necesitas fallar para darte cuenta de que no eres un héroe, sino un verdugo?

—¿Cómo sabes eso…? —dijo Peter en un tono de intriga.

—¿A qué se refiere, Sire…? —Sieg no esperaba esa respuesta de Peter.

El general levantó un pergamino.

—Puedes evadir la conciencia colectiva, pero todo se registra siempre en un lugar. En tu intento número doce le pedí a Milán que lo robara de la Biblioteca del Limbo. No importa cuántas veces reinicies, el pergamino siempre estará en mis manos. —Volteo a ver a Milán y le asintió en la cabeza — Es un perro fiel… pero últimamente muerde mucho su correa.

Milán agachó la cabeza. No recordaba nada de eso. Si la afirmación era cierta, entonces siempre había sido un títere en manos de Min-soo.

—Míralos… todos ellos son daños colaterales de tu egoísmo. No luchan contigo, luchan por sobrevivir al desastre que tú provocaste.

Min-soo se acercó hasta Roan. La sujetó del mentón.

—¿Ella sabe que la usaste? Al no poder desplegar todo tu poder en tu forma humana, recurriste al alma de una noble princesa. Así nació la profecía. A cambio de darle el poder de salvar su mundo, le arrebataste recuerdos valiosos. ¿Para qué? Tu intención nunca fue salvar esos mundos. Solo revivir el mito del Primordial del Propósito, para cosechar divinidad y cumplir tu verdadero objetivo.

—¿Recuerdos? ¿Pit…? —Roan estaba desconcertada.

Min-soo se agachó y, usando su poder demoníaco, restauró parte de la memoria perdida. Los ojos de Roan comenzaron a emanar lágrimas sin poder contenerse. Ella no pudo reaccionar, presa de la confusión.

Peter trató de acercarse a ella, pero Sieg le negó con la cabeza.

Luego usaste esos trucos blasfemos: alteraste el destino de otras personas. Dos hermanas que debían luchar juntas, separadas para preparar un escenario digno de tu debut. —Dijo viendo a Jade, — Luego le robaste la infancia a una infante solo para crear un oráculo de luz artificial… y la razón por la que estoy aquí: destruiste mi reino, asesinaste a mi esposa y me separaste de mi hijo. Todo para cumplir una maldita profecía. ¿Crees que no sé que eras ese maldito mago?

Jade miró a Peter con una mezcla de pavor e indignación. Hiro, comprendiendo todo lo que había hecho Peter, simplemente tomó la mano de Mak-oh.

—Tus mundos escritos no eran simples historias. Eran simulacros, campos de prueba. Jugaste a ser dios con vidas que sentían, sufrían, amaban… y los arrojaste al fuego para encontrar tu respuesta. ¿Qué te hace diferente de mí? Simple: yo tomé esos mundos destruidos y los congelé en cápsulas para preservar su recuerdo.

El aura de Min-soo irradiaba furia.

—Todo eso lo hice para…

—¡SILENCIO! —Min-soo lo interrumpió, obligándolo a agachar la cabeza. Peter intentaba tomar los hilos para escapar de su influencia, pero la ira de Min-soo era demasiada.

—Permítanme soltar la verdad de Nocturne… —volteó a ver al grupo, que ya se hallaba agrietado por aquellas revelaciones. Luego, con las manos en la espalda, se giró nuevamente hacia Peter—. Él es el responsable de abrir la grieta. El Árbol de los Mundos comenzó a morir porque él mismo jugó con los hilos del destino, intentando traer de vuelta a su madre. La corrupción se filtró gracias a su enfermiza obsesión.

Entonces desenvainó su espada.

—Roderick sabía quién eras. Sabía lo que habías hecho. Por eso te despreciaba: porque entendía que su hijo había nacido para arruinarlo todo… ¡Peter Williams, DEJA DE ARRUINAR EL UNIVERSO!

El rostro de Peter se oscureció. Kim Min-soo había tocado una fibra sensible.

—Yo aún puedo arreglarlo. Soy el…

—¿Eres el Primordial del Propósito? Date cuenta: tu propósito no es salvar, sino destruir. Naciste para arrastrar los hilos hacia la ruina. ¿Qué otra prueba necesitas? Mira a tu alrededor… solo muerte, corrupción y fracaso.

Min-soo extendió la mano y lo levantó en el aire. Peter no podía respirar bien. Pensó en usar el Checkpoint… pero ya no había un pasado al cual volver. Si lo hacía, la corrupción estaría a minutos de consumirlo todo.

Así que pensó: ¿en qué había fallado en sus anteriores intentos?

—Ahora es diferente… Quiero recuperar a mi madre, es cierto. Pero también necesito salvarlos a ellos. Debo corregir todos esos errores.



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En el texto hay: referencias, magia, ficcion

Editado: 28.09.2025

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