Teorema de lo absurdo

Ep 27. Title screen p2 Bad ending

[Línea de tiempo principal (Hiro, Mak-oh, Milán y Peter muertos)]

El General contemplaba una llama dorada flotando sobre los restos pulverizados de Milán, Peter y Hiro.

—Esta belleza es uno de los poderes más peligrosos que puedan existir. Es el telar de los destinos. La semilla del Yggdrasil.

Jade tomó velocidad para reclamarlo, pero fue golpeada por la telequinesis de Min-soo.

—Son tan ingenuos si piensan que pueden enfrentarse a mí. Pero bueno... fueron capaces de traicionar al que los mantuvo con vida hasta ahora.

Min-soo caminó con tranquilidad mientras Roan, Sieg y Jade lo observaban con desconfianza.

—Todo esto es para obtener el resultado deseado —dijo Sieg, tocándose el pecho con un dolor que era más emocional que físico.

—Tenemos un trato, cúmplelo —exigió Jade con tono firme.

Roan había pasado de la histeria al delirio, murmurando nombres que solo existían en los recuerdos que acababa de recobrar. Con su mente dividida, hacía un esfuerzo por entender la situación actual.

—Claro que cumpliré mi parte del trato. Al final de cuentas hicieron un trabajo excelente —soltó una risa de satisfacción—. Saben, Peter Williams era el ser más poderoso en la este plano. Una sola acción de su poder tenía la capacidad de eliminarme de la línea temporal. La única manera de vencerlo era apelando a su lado humano. Poner en su contra a aquellos en quienes más confiaba.

—¿A qué viene esto? —Jade no entendía.

Min-soo llegó hasta el frente de la flama dorada y la tomó entre sus manos, absorbiéndola.

Sieg habló con voz áspera, aceptando la realidad:

—Min-soo solo dijo la versión de la historia que le favorecía. Traicionaste a Peter, al único que tenía la solución para recuperar a tu hermana, por creer las palabras de alguien que solo buscaba el poder del Primordial del Propósito.

El cuerpo de Min-soo se vio rodeado de filamentos oscuros. Ahora era el nuevo Primordial del Propósito. Su aura ennegrecida pintó el paisaje de un blanco enceguecedor con negrura fina.

—¿Lo sabías y aun así lo traicionaste? —preguntó con una voz profunda, como un pozo sin fondo.

—Todo es para obtener el resultado deseado —repitió Sieg, cayendo sobre una de sus rodillas, tratando de convencerse y soportando el peso de haber usado su poder irresponsablemente.

Roan estaba en una lucha interna por controlarse. Al final, Peter no la había traicionado. Había estado escuchando todo. Pero, sobre todo, al fin entendía lo que era para Mak-oh estar fragmentada. En su caso, solo era una división mental. No fue difícil establecer una conexión con su parte perdida.

—Sieg... necesito que hagas algo.

Sieg comprendió de inmediato lo que Roan pedía y usó el último trozo de Eark disponible, dándole un buff de claridad mental.

—Esto no servía en Madame Mak-oh, pero en usted, mi lady, será más que suficiente.

Con eso, Sieg cayó completamente inconsciente.

—¡Min-soo! —gritó con furia Roan, invocando dos ecos narrativos al mismo tiempo—. ¡Berserker Walker!

Su apariencia cambió brutalmente. La mitad de su rostro estaba cubierta por un casco quebrado con dos líneas de ojos, mientras que en la parte izquierda una marca verdusca bajaba cruzando su ojo. Llevaba una armadura ligera cubierta de runas. Su mano izquierda eran cinco garras afiladas en forma de cuchillas, y en su mano derecha, un espadón.

—¿Y eso qué es? —preguntó Jade, atónita.

—Tomé inspiración en un asesino de dioses y cazador de demonios. Y tú, ¿sabes de qué lado estarás? —respondió Roan.

—Claramente, fui impulsiva. Creo que el poder lo corrompió —dijo Jade, colocándose a su lado.

—Princesa —Min-soo se giró. Ahora su rostro carecía de nariz y boca, y sus ocho ojos emitían un fulgor cósmico—. Eras el segundo obstáculo en mi búsqueda. Demasiado poder en tus manos. La única manera de que no estorbaras... era inutilizarte.

Roan se abalanzó sobre él, lanzando un tajo con la pesada espada, que fue desviado por Min-soo. Cuando la sujetó del brazo, un cañonazo lo impactó por la espalda. Era Jade, que al fin había comprendido que Min-soo solo los había manipulado. Roan aprovechó la distracción y clavó las garras en el abdomen de Kim Min-soo.

—¿No lo entienden? En el momento en que traicionaron a mi padre, perdieron la oportunidad de vencerme.

Roan levantó la cabeza y pudo ver el rostro de Jade... la mirada de horror de ambas. Min-soo había alterado el destino, las garras que debían haberlo atravesado estaban ahora enterradas en el cuerpo de Jade.

Roan sintió cómo la vida de Jade se desvanecía en su mano. Y esa era apenas una fracción de la escala del poder del Primordial del Propósito.

Min-soo atrajo a Roan usando su telequinesis y, con el poder del destino, la despojó de su habilidad. Roan se desmayo del impacto.

Entonces se preparó. Se elevó en el aire y extendió los brazos. Efectuaría la ceremonia de alineación para crear un nuevo macroverso. Comenzó a tejer las raíces, hilando uno a uno los filamentos del tronco, usando a Roan y a Sieg como baterías de energía vital. Ese era el precio de la ceremonia: una vida por otra. Ahora que el universo entero había muerto, crear otro no sería tan difícil.

Min-soo conectó su mente con las arcas, el lugar donde toda la gente había sido congelada, y comenzó a drenar su vitalidad, incluso la de su propia gente. Ante la mirada aterrada de sus subordinados, Kim Min-soo no sintió remordimientos. Había dejado el sentimentalismo, ya no era su rey y general. Ahora era un Dios.

Entonces, los hilos comenzaron a moverse incontrolablemente. Min-soo no entendía. Solo sentía cómo sus dedos no soportaban el poder de intentar controlar aquello que se salía de su alcance. Sus piernas, se quebraron por la presión. Sus dedos se fueron fracturando uno por uno. Solo pudo soltar un grito desgarrador.

Ahí, entre la negrura, emergió una silueta elegante, femenina y oscura.



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En el texto hay: referencias, magia, ficcion

Editado: 28.09.2025

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