Teoría de Fuego Oscuro

Capítulo Uno Pt 1

# Pt. 1
Aarón Magnus se acercó lo mas que pudo al fuego para calentarse. La noche era fría, tormentosa, y aquel bosque se encontraba extrañamente tranquilo y silencioso a aquellas horas. Las llamas ondulaban lentamente al compás del viento, mientras una enorme columna de humo negro se elevaba hacía el cielo gris, plagado de enormes nubes, que, por momentos ocultaban la brillante luz de la luna llena. Era una mala idea crear una fogata, y el lo sabía, pero no le quedaba mas opción. Era eso, o morir de frío... y, sinceramente, prefería no morir... no de aquella manera, ni en aquel lugar...
***
Dos meses habían pasado ya. Dos meses durante los cuales había sobrevivido escondiéndose y robando comida en los bares y moteles de los pueblos a los que llegaba. Ya no tenía hogar, ni familia. Todos sus amigos y camaradas yacían muertos en aquel campo inerte, en algún sitio del país, desde aquella fatídica batalla que había marcado su destino y lo había arrojado directamente al infierno, sin luz, sin esperanzas.
Ahora se encontraba solo, perdido en un país desconocido, perseguido por todo un ejercito, viviendo al limite...
A veces se cuestionaba el por que había tenido que ser precisamente el, quien sobreviviera. ¿Por que no Jeff, o Lorence, o alguno de sus otros compañeros?
¿Por que tenía que sufrir aquello, solo por ser especial?
¿Acaso se lo merecía?
***
El repentino sonido de pasos acercándose sacó a Aarón de sus pensamientos. Sin perder tiempo se levantó de un brinco, con todos sus sentidos en alerta máxima, y escudriñó en la oscuridad, intentando ver quien se aproximaba a su ubicación. Eran dos personas, que conversaban entre si en voz muy alta, y caminaban deprisa, desde el bosque. Rápidamente, y sin demora, Aarón apagó el fuego y se escondió entre unos arbustos cercanos, a un lado del camino. No podía estar seguro de si eran guardias o campesinos que regresaban al pueblo, y, en cualquier caso, sería malo que lo vieran.
Espero un rato, hasta que dos siluetas negras pasaron justo por su lado y se sentaron en el lugar en el que antes había estado su fogata. Eran patrulleros, no había duda. Los delataba la pesada armadura, que producía un chirrido molesto cuando caminaban, y la espada larga, apenas visible en la oscuridad.
Los hombres parecían ebrios, por la manera en la que hablaban y se movían. Aarón no podía ver desde aquella posición sus rostros, y mucho menos con las profundas penumbras que lo rodeaban, pero se los imaginó enrojecidos a causa de la bebida. 
“Bueno —pensó— si solo son un par de borrachines, no tendré mas que esperar a que se larguen a otra parte.”
Pero pasaron las horas y los hombres no se movían.
Aarón comenzó a impacientarse.
Los pies le temblaban, a causa de  estar agachado en la misma posición durante tanto rato, y ya sentía una especie de ira hacia aquellos malditos. 
Varias ideas para posibles escapes se formaron en su cabeza. Atacar y dejarlos inconscientes, correr lo mas rápido que le permitiera sus fuerzas hasta perderlos de vista o incluso intentar negociar y que le dejaran ir. Algo debería salir bien...¿No?
Su racha de mala suerte no podía ser tan duradera. No era para tanto...



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En el texto hay: fantasia, magia

Editado: 04.03.2021

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