Bacan Company celebra una cena de fin de año, un año de caos, crisis y triunfo. Todos los personajes han evolucionado:
Alejandro Manrique, al final de la cena, se acerca a Lisbeth.
—Lisbeth. Un año de caos contigo, y mi empresa nunca ha estado mejor. Mi vida nunca ha estado más en orden.
—Lo sé, Ingeniero. El caos, bien administrado, es la mayor fuente de crecimiento.
Alejandro le tendió una caja. Era la pieza de ajedrez que sostenía en su momento de vulnerabilidad, pulida y en una base.
—El peón es ahora una pieza clave. Gracias por ser mi complicidad incondicional.
Lisbeth, con la pieza en la mano, entendió que había encontrado su lugar y su familia. Ya no era la huérfana, sino la Analista de Estrategia que había dado sentido a la vida de un clan.
Lisbeth miró a Alejandro, sonriendo con su habitual descaro.
—Un placer, Ingeniero. Y ahora, una última pregunta profesional: ¿Mi aumento de sueldo incluye una cuenta de gastos ilimitada para donas?
Alejandro se rió de forma genuina. —Solo si prometes no derramar café sobre más informes de fusión.
—No prometo nada. Pero consideraré dejar el sarcasmo por una semana. Solo por el bono.
Ambos se miraron. Ya no había tensión de romance, sino la fuerza de una complicidad inquebrantable que valía más que cualquier matrimonio forzado. Habían elegido la verdad, la autenticidad, y el caos estratégico.
"El caos, bien administrado, es la mayor fuente de crecimiento." (Lisbeth).
Muchas gracias por su apoyo a esta nueva aventura, espero haya sido de su agrado, y nos vemos en próximo con otra historia.