Teresa y el misterio de Groween [corrigiendo]

Prólogo

Quería correr, maldita sea que quería correr. El tenerlo frente a mí era como si estuviesen estrujando cada uno de mis órganos vitales, las lágrimas parecían lava al rodar por mis mejillas y ese vacío en el pecho que me hacía bastante difícil la tarea de respirar. Mis manos temblaban junto al cuchillo que empuñaba como si mi vida dependiese de ello.

Estaba exhausta, fueron tantos acontecimientos en tan poco tiempo que el destino ni siquiera me había dado el tiempo suficiente para sopesarlo y el saber todo lo que era capaz de hacer la persona que tenía frente a mí, me provocaban nauseas cada cinco segundos. Él estaba allí, amarrado y amordazado a una silla, con el rostro asustado y haciéndose el desentendido.

Maldita escoria.

Mi acompañante se había quedado de pie en el último escalón, inmóvil, pero a la defensiva por si las cosas se salían de control.

En la habitación lo único que se escuchaban eran mis sollozos y las quejas del secuestrado.

—¿¡Por qué lo hiciste!? —le grité mientras con mi mano libre le bajaba la mordaza de la boca.

—¿De qué estás hablando? —me preguntó preso del pánico. Todavía tenía el descaro de ser tan sínico.

—¡Deja de hacerte la víctima y habla de una vez! —desgarraba mi garganta con cada grito, la impotencia y la ira que sentía eran exorbitantes.

—¡No sé de qué me estás hablando! —esta vez, lágrimas brotaron de sus ojos y eso no hizo más que acrecentar mi furia.

—¿A no? —acerqué la punta del cuchillo a su pecho, estaba harta del cinismo de este tipo.

—Baja eso por favor —mi acompañante se acercó bastante asustado por lo que pudiese llegar a hacer en ese estado. Dijo mi nombre con la voz quebrada —, no hagas algo de lo que te puedas arrepentir.

—Respóndeme —volví a insistir.

—No sé de qué me estás hablando, esto tiene que ser un mal entendido yo... —calló en cuanto posé la filosa punta del cuchillo en su pecho, bastante cerca de su corazón.

—¿Cómo se te ocurre decir eso después de todo lo que hiciste? —mis palabras eran casi inentendibles por el llanto, pero no le aparté la mirada, quería que me viera a los ojos y me dijese la verdad, si es que en algún momento me quiso...

—Estas loca, ¡Yo no he hecho nada! —su grito me puso peor.

—¿¡Cómo que no has hecho nada!? Los chicos... ellos no merecían morir así... Soleil, ¡No eres más que un asqueroso asesino! —mi acompañante empezó a llamarme y a pedirme que lo mire, pero no iba a apartar mi vista de esos ojos oscuros que se habían convertido en mi condena—. ¡Todos ellos tenían una vida por delante! ¡No es justo!

Mis palabras iban cargadas de ira, todos esos días en los que me consolaba no eran más que una vil actuación. Me las iba a cobrar, me iba a vengar por todas esas noches en las que no dormí, por todas las muertes que tuve que presenciar por su culpa y para que nunca volviese a hacer daño a nadie más.

Mi acompañante no dejaba de gritar que lo mire y el maldito que tenía en frente empezó a gritar como loco, pero yo continué:

—Me usaste, manipulaste mis sentimientos desde el primer día que llegué, te aprovechaste de mí, creíste que sería lo suficientemente estúpida, pero aquí estamos y... —mi acompañante me tomó por los hombros obligándome a apartar la vista, entonces noté que él también estaba llorando y gritaba desgarradoramente mi nombre, señaló el lugar en donde se encontraba mi mano y ahí fue que entendí.

Mientras estaba hablando, había enterrado el cuchillo lentamente en su pecho, el olor metálico de la sangre me llegó de golpe y mi vista se nubló aún más por las espesas lágrimas en cuanto vi como en el piso, una mancha color rojo carmesí se iba extendiendo a medida que el cuerpo frente a mí se desangraba como si fuese una cascada.

Me quedé inmóvil, con la mano en la empuñadura del cuchillo, el cuerpo seguía moviéndose y gritando de forma ensordecedora mientras yo me quedé ahí, estática.

Y entonces la realidad me golpeó cual saco de arena, ya no se movió, ya no gritó, ya no forcejeo.

Estaba muerto.

Y lo había matado yo.



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En el texto hay: aseinato, suspenso drama, misterio aventura

Editado: 22.01.2021

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