Teresa y el misterio de Groween [corrigiendo]

Capítulo 2 [Parte 1]

Capítulo 2 [Parte 1]: ¿Quién es el siguiente?

El horror, se había extendido cual fuego en el bosque, por mi cuerpo, ni siquiera noté que me había quedado plantada frente al cadáver de Meyer hasta que unas manos fuertes me trasladaron nuevamente hacia la multitud y entonces esos ojos verdes fueron lo único en lo que me fijé.

—Teresa, ¿Qué sucedió? ¿Por qué estabas ahí parada? —la voz de Pierre fue lo que me sacó del pavoroso susto.

—Yo… yo —no podía hacer más que balbucear.

—¡¿Tú qué?! —me gritó demasiado exaltado.

—¡FUE MI CULPA! —la expresión de horror en la cara de Pierre fue monumental. Me alejó mucho más de los alumnos, como si temiera que alguien oyera nuestra conversación.

—Teresa ¿Qué mierda está pasando? ¿Cómo que es tu culpa? —el sostenía mi brazo derecho con fuerza, exigiendo respuestas.

Lo único que pude hacer fue mostrarle el teléfono con los mensajes. El observó el aparato con pavor, como si le estuvieran apuntado con una pistola en la sien y entonces las palabras que tenía atoradas fluyeron de manera rápida, como en un intento de desahogo:

—Estos mensajes me llegaron anoche y… pensé que era una broma de algún idiota así que no le presté atención. Llegue al instituto. Alguien gritó. Todos corrimos al campus. El cuerpo de Meyer en el piso y luego el teléfono volvió a sonar y… —Pierre me detuvo ya que me estaba faltando el aire y la voz ya se me había quebrado formando densas lágrimas en mis ojos.

—Okey, cálmate. Veremos cómo arreglar esto, no entremos en pánico —soltó el agarre a mi brazo y se pasó ambas manos por el cabello en un gesto de frustración.

—¡¿Que no entremos en pánico?! ¡Hay una persona muerta por mi culpa! ¡Como quieres que no entre en pánico! —empecé a gritar como loca. Pierre miró hacia todos los lados para asegurarse que nadie escuchara.

—No te alteres por favor, podemos arreglar esto. Si descubrimos quien es el asesino, lo entregaremos a la policía, fácil —expresó ya un poco más calmado.

—¡¿Y cómo lo vamos a hacer?! ¡No somos unos malditos detectives! —seguía gritando exasperada.

—¡DEJA DE GRITAR POR FAVOR! —rugió Pierre cansado de mi actitud. Su grito me hizo helarme de golpe, por lo que él suavizó su expresión tratando de reunir paciencia—. Lo siento ¿sí? Gritando no vamos a solucionar nada, así que escúchame atentamente, tengo un plan.

Escuché con suma atención las ideas de Pierre, aunque sonaban un tanto descabelladas, no tenía otra salida. Era eso o echarme a sufrir como cuando falleció papá y la verdad ya estaba cansada de esconderme bajo la resignación. Por lo que entendimos, el acertijo variaba según la persona y según lo que representaba.

Como en el acertijo de Meyer decía: Patea el balón hasta el cielo, lo que hacía referencia al fútbol. Así que lo único que teníamos que hacer era encontrarle sentido al acertijo, pero… ¿Luego qué?

En el colegio el aire se sentía pesado, todos murmuraban lo sucedido. Los adolescentes de Groween estaban un tanto inquietos y nerviosos, la policía había llegado a estudiar la escena y se llevaron el espantoso cadáver que parecía haber salido de una película de terror. Yo era un manojo de nervios y llanto, parecía una paranoica pensando que alguien me observaba desde alguna esquina, asechándome. Lo único que quería era que el día terminara, llegar a mi casa para que mi cama me tragase y nunca me escupiera al mundo de nuevo.

Lloré desconsoladamente, como si nunca hubiese llorado en toda mi vida y estuviera atravesando la peor pesadilla que cualquier ser humano pudiese experimentar. ¿Por qué? ¿Por qué yo? ¿Qué era lo que quería aquel loco? ¿Estaba dispuesta a soportar tanta presión? Las preguntas retumbaban en mi cabeza tratando de buscar alguna solución, pero nada. Una de mis ideas fue hablar con la policía y decirles sobre los mensajes, pero Pierre dijo que el asesino podría tomar represalias contra mi madre o contra mí, así que quedó descartada.

Esa tarde, nuevos mensajes del asesino llegaron:

El perfume se embebe en el aire que respiras, largas líneas de oro fundido se deslizan por el barro.

La perfección envuelve su aura, llena de mentirosos y ladrones.

La familia es lo más preciado, el dinero mueve sus emociones.

La falsedad, muchas veces tiene una cara preciosa, pero llena de errores.

Que ni una sola amistad lo note.

22/03/2018- 21:00 PM

Esta vez, el asesino me estaba dando una semana de plazo ¿Para qué? Se lo pregunté.

¿Qué pasa si descubro quién es? ¿Ya no l@ asesinas?

Con Pierre, quedamos en saber qué era lo que el asesino quería después de que resolviéramos el acertijo, a lo que el extraño respondió:

Una fiesta a oscuras.

Que la luz ilumine los secretos.

—Mierda, habrá una fiesta la otra semana. La temática será de neón ¾me dijo Pierre a través del teléfono de la casa, mientras le leía los mensajes—. ¿Y si quiere que la víctima revele algún secreto?

—Puede ser, se lo voy a preguntar —tecleé lo siguiente:

¿Quieres que la persona revele sus secretos?

Esperé atenta a su respuesta.

Suerte convenciéndole.

¡Bingo! Habíamos avanzado algo, eso era bueno. Por un momento se alcanzaba a ver una luz al final del horrendo túnel.

—¡Si! Al parecer, quiere que la víctima revele sus más oscuros secretos —expresé con alivio—, lo único que nos falta es descubrir quién es.

—Va a estar difícil esa, esos acertijos no se entienden una mierda —tenía razón, eran unos acertijos literalmente indescifrables. Por un momento creí que esa persona solo me estaba usando como excusa para su jueguito macabro o como una pieza que le diera un toque más espeluznante a su retorcido juego.



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En el texto hay: aseinato, suspenso drama, misterio aventura

Editado: 22.01.2021

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