Teresa y el misterio de Groween [corrigiendo]

Capítulo 8

Capítulo 8: Un asesino un poco despistado

—Pierre escúchame, yo también creo que este individuo tuvo algo que ver con la muerte de tu hermana, pero tenemos que ponernos manos a la obra porque ya tiene otra presa —le extendí el teléfono para que viese el nuevo acertijo.

—Genial, otra vez tendremos que quebrarnos la cabeza tratando de adivinar el sádico poema —ya se encontraba un poco más calmado, pero la imagen de su rostro todo rojo por el llanto no era muy alentadora.

—Debe haber algo… no lo sé, algo con lo que podamos estar un paso delante de él.

—No lo creo, ese tipo es muy cuidadoso con lo que hace y nosotros…

—¡Lo tengo! —lo interrumpí —. Él me envió un video ¿verdad?

—Si, pero eso que tiene que ver… —volví a interrumpirlo.

—¿Recuerdas la pizarra que vimos en el sótano? —en ese instante mi cerebro era una máquina que trabajaba a mil por hora.

—Si, un bonito recuerdo de hecho —espetó sarcástico.

—En esa pizarra había varias fotos de algunos alumnos, claro las nuestras también, me refiero a que en el video que me envió el asesino, se alcanzan a ver varias de las fotos…

—Lo que quiere decir que podemos reducir nuestra búsqueda a las personas de la pizarra —completó con evidente emoción.

—Exacto, si nos movemos rápido, podemos evitar que acabe con la vida de la siguiente persona.

—Estoy tan orgulloso de ti, pequeña Sherlock Holmes —expresó Pierre con dramatismo.

Me puse de pie rápidamente y él imitó mi acción.

—¿A dónde vamos? –preguntó curioso.

—A desenmascarar a ese maldito.

***

—Quedó feo —comentó Pierre echándole un último vistazo a la pared de mi habitación.

—Si, pero lo que queremos es entender, no buscar que sea estético.

—Si, pero creí que quedaría como en las películas —rodé los ojos. Estaba bien para mí.

Nah mentira ¿a quién quiero engañar?, de verdad estaba feo.

Cuando llegamos a casa después de nuestra profunda conversación en el parque y que me llegase el nuevo acertijo, Pierre y yo volvimos a revisar el video que me envió el asesino unas cincuenta veces, ya que en este se alcanzaban a ver las fotos que se encontraban en la pizarra. Nuestro psicópata no era muy inteligente después de todo.

—Muy bien aquí tenemos a Margot, Soleil, Remi, Agnes, Calíope, Irene, Blaz, Meyer, tú y yo —empecé mientras analizaba nuestro intento de recolección de información. Consistía en una pared de mi habitación con fotos de los chicos y garabatos que no eran agradables a la vista.

—Margot y Meyer ya están muertos —continuó Pierre a la vez que arrancaba la foto de ambos de la pared.

—Nos quedan Soleil, Remi, Agnes, Calíope, Irene, Blaz, tú y yo —tomé una pausa —, tenemos que ver quién coincide con el acertijo, lo bueno es que esto reduce nuestra de búsqueda, de más de quinientos estudiantes a solo seis, esto es un gran avance.

—Listo, manos a la obra —Pierre extendió su mano para tomar mi teléfono del escritorio, pero lo detuve. Me miro extrañado.

—Espera.

—¿Qué ocurre? —preguntó preocupado.

—¿Por qué?

—¿Por qué, que? —volvió a preguntar intrigado.

—¿Por qué lo hace? ¿Qué tiene en contra de ellos? —señalé la pared con las fotos.

—No lo sé Teresa… no lo sé, pero lo vamos a averiguar —aseguró dando un pequeño apretón en mi hombro en señal de apoyo.

Esta vez fui yo quien se acercó al escritorio para tomar el teléfono.

—“El poder de la palabra es imprescindible al momento de controlar a las masas” —empecé leyendo la primera línea del acertijo—. La verdad es que aún no la puedo relacionar con alguien.

Pierre se mantuvo pensativo.

—Intenta con la siguiente —recomendó y me dispuse a leer lo que seguía.

—“Los humanos no son más que ovejitas que necesitan ser acarreadas” Mmmm, al parecer nos habla de poder y control —Pierre se levantó de un brinco.

—¡Calíope! Esa tipa es un cerebrito.

—Puede ser, pero no creo que este creando una secta o algo por el estilo —asintió desilusionado.

>> “Que el carisma nunca falte en el circo que se carga”, circo… algo falso, que no se toma en serio… carisma —diablos, era muy confuso.

—¿Soleil? Ella es muy carismática.

—Sí, pero no busca llamar la atención, ni controlar a nadie, no suena como ella —uve que seguir leyendo porque con solo unas líneas no íbamos a adivinarlo.

>> “Se desplaza suspicaz entre las personas, la confianza no es un lujo que puede darse” confianza… ¿Agnes?

—No la creo tan inteligente como para controlar masas así que… —mi compañero tenía razón.

—“Su vestimenta impecable no es más que un camuflaje, la hipocresía es su pan de cada día, que nunca le falte.” Esto se parece más a Margot y eso que ella ya está muerta —comencé a frustrarme, no podía evitar que alguien más muriera.

—Vamos, lee la última, de seguro con esa lograremos concretar la idea —me animó Pierre.

—“El reloj corre Teresa, que el pánico escénico no te acobarde.” —mi amigo me observó con una mueca de horror.

—Okey, estamos jodidos. No entendí nada y parece que no coincide con ninguno de los que tenemos aquí —se dejó caer sobre mi cama para luego ahogar un grito con mi almohada.

Me quedé viendo la pared fijamente, buscando que me dijese algo o tener alguna revelación divina, la última línea retumbaba en mi cabeza.

Que el pánico escénico no te acobarde.

Pánico escénico.

¿Quién se la pasa hablando en público todo un siempre?

Pequeñas Teresas saltaban de felicidad dentro de mi cerebro, deberían entregarme un premio a la persona más inteligente del mundo por estar resolviendo estos acertijos que te dejan como que si tu razonamiento hubiese corrido un maratón.

—Oye, lo tengo, ya se quién es —Pierre tomó asiento y me observó incrédulo.



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En el texto hay: aseinato, suspenso drama, misterio aventura

Editado: 22.01.2021

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