Epílogo.
El resurgir de la guardiana.
Terra y tierra morían lentamente mientras tanto Kiklios se dio a la tarea de buscar aquel objeto que ayudó a Terra para regenerarse. Abría portal a varias parte de tierra más no lograba dar con el objeto, su paciencia se estaba agotando entre más tiempo perdía Terra moría.
Akion y Veliz no sabían que hacer, los árboles se empezaron a caer las plantas empezaron a morir los animales cayeron y los humanos se empezaron a desmayar, todo ser viviente empezó a morir.
Terra sintió el clamor de sus criaturas y su planeta, su cuerpo se iluminó se removió trato de levantarse más no podía su cuerpo se sentía pesado.
Extendió sus manos y se apoyo del extremo de la cámara saco su cabeza y empezó a salir, cayó en el suelo, sus fuerzas se agotaba, como pudo se arrastró hasta el portal que daba al exterior.
El portal la llevo a la salida y salió a rastras Akion la vio y corrió hacia ella.
—Guardiana que heces levantada—. Extendió sus alas para que ella se apoyará.
—Necesito tu ayuda—. Dijo casi sin aliento.
—Dime y te ayudaremos guardiana—.
—Solo sigan esa luz—. Dijo moviendo su mano y de esta apareció una pequeña chispa de luz. —Síguela ella nos guiará al meteoro—.
—¡Pero el guardián la está buscando!—. Exclamó Veliz.
—No lo encontrará vamos si no será nuestro fin—. La luz se empezó a mover.
Akion y Veliz volaron siguiendo la luz, esta se movía a una velocidad máxima se metió por medio de la espesa selva una gran montaña apareció delante de ellos, subieron la empinada montaña, a la mitad de esta Veliz y Akion se quedaron sin energía.
—Falta poco Akion se que estás agotado pero te necesito—.
—Daré mi último aliento si es preciso—.
Con sus garras empezó a trepar la gran montaña al llegar a la cima Akion callo.
—Yo te ayudaré guardiana—. Veliz extendió sus alas y Terra se apoyo de él.
Caminaron al gran árbol, la luz se pozo en el, Terra dio varios pasos como si fuese un bebé que está empezando a caminar, atravesó el árbol y este se iluminó de tal manera como si le hubiesen puesto miles de luciérnagas.
Un círculo se formó en su copa al igual que en el suelo.
El cuerpo de Terra se iluminó y se volvió uno con el árbol.
Una luz iluminó a tierra, él guardiana detuvo su andar y giro su cabeza hacia el esté.
—¡Terra!—. Exclamó.
Tenia a Dilio sobre sus hombros, el había corrido la misma suerte que los demás.
El guardián abrió un portal hacia la cabaña de Terra, al llegar se llevó la gran sorpresa, Terra no estaba Akion y Veliz tampoco.
El cielo se oscurecía lo único luminoso era la cima de la montaña que se alzaba a lo lejos.
El guardián colocó a Dilio en el suelo y abrió otro portal este lo llevo a la cima de la montaña.
El árbol se ponía más pequeño y de él salía una enorme semilla.
El guardián se quedó mirando anonadado el acontecimiento, Veliz y Akion estaban a unos pasos del árbol.
El árbol desapareció así dejando la semilla, esta empezó a hechar raíz y de ella salió un pequeño árbol y una luz blanca, la luz blanca fue dando paso a la silueta de una mujer, esa era la guardiana quien había renacido.
O como le dirían El resurgir de la guardiana.
Kiklios se acercó a ella con cautela la observó de pies a cabeza. Los ojos de Terra se abrieron.
—Hola sucede algo—. Lo miro. —Tengo algo—.
—Yo... Digo ¿que fue lo que pasó? —.
—Utilice todo las partículas del meteoro creo que debo agradecerle Ambilic por ese regalo—.
—Terra—.
—Lo se ella ya no existe, ¿que crees que habrá pasado con Andrómeda? también dejó de existir—.
—No lo sé no he investigado estaba tratando de encontrar ese meteoro—.
—Si te lo agradezco yo lo escondí, no confiaba en ti cuando desapareciste pensé que habías ido donde Ambilic a decirle todo—.
—No haría nada en contra tuya Terra, me alegra que estés de vuelta—. De un parpadeo quedó cerca de ella la miro a los ojos y la abrazo.
—¿Qué haces? —.
—Creo que le llaman abrazo—. Terra negó.
—Tengo que ayudar a tierra aunque me curé ella aún no lo ha hecho—. Palmeo su hombro, Kiklios la soltó.
Terra se arrodilló, centro toda su energía para así poder sacarla y curar a tierra, de sus manos salieron energía en forma de fuego en la punta unas pequeñas raíces forjadas de metal, la energía empezó recorrer todo la tierra en forma de raíces, en cuanto toda la tierra estuvo envuelta de esas raíces Terra bajo sus manos así enterrando las raíces de metal.
Tierra se estremeció completamente empezó a curar de inmediato, las plantas volvieron a levantase, los árboles volvieron a su estado natural, los animales volvieron a respirar, los humanos fueron levantados y llevados a dónde se encontraban antes que cayeran en la inconsistencia, sus mentes fueron borradas para que no recordarán nada de lo que habían presenciado antes de colapsar.
Así como la guardiana resurgió su planeta también lo había hecho.
Todo en tierra volvió a su verdor, los océanos volvieron a su color unos azules otro a su color verde claro, las aves volvieron a cantar y volar, las flores volvieron a florecer, todo volvió a ser como en un principio, como cuando tierra fue creada.
Terra se levantó y aspiró el aire fresco, miro al guardián.