Terrible Obsesión.

9. CAPÍTULO❄

Una cálida ducha logra calmar mi cuerpo tenso. No he dormido durante cuatro días y me siento exhausta y muy somnolienta.

Cuatro días en los que me he enfocado en la universidad.

Cuatro días en los que no obtuve rastros de Miller.

Cuatro días en los que no he salido nada más que para comprar mis atados de cigarrillos.

Cuatro días en lo que me estuve comiendo a mi misma sin que nadie se haya dado cuenta.

Que pena das Maddison.

El sonido del timbre hace que pegue un salto y salga de mi momento de relax. Refunfuñiando me pongo de pie en la ducha, tomo mi toallón y lo envuelvo al rededor de mi cuerpo como si fuese un arrollado humano. Descalza salgo del baño, paso por la sala para abrir la puerta y al hacerlo el perfecto y varonil rostro de Erick se encuentra con el mío.

Su expresión al verme con el toallón al rededor de mi cuerpo totalmente desnudo se convirtió en una escena tan cómica que abrió su boca en forma de O como la pintura de Edvard Munch "el grito".

—Cierra la boca amigo, hay moscas.

Dicho eso Erick carraspea su garganta y vuelve a ser el Erick de siempre. El chico con cara de playboy, rompe corazones, galán de novelas románicas y todo lo que te puedas imaginar de un chico totalmente ardiente.

—No esperaba verte así, eso es todo —Dijo pasando a mi departamento mientras me hacia a un lado.

—¿Y cómo esperarlo? —exagero —Nadie sabe lo que te espera detrás de una puerta de una casa cuando llegas sin avisar_ enfatizo.

El castaño rueda los ojos y se sienta en el sofá cómodamente alzando sus pies a la mesita de madera que se encuentra frente a él. Cruzado sus fuertes brazos detrás de su cabeza suelta un suspiro...

—Te mandé tres mensajes de que vendría.

—¿Cuándo?

—Cuando me encontraba aparcando el auto en el estacionamiento de en frente.

Alineo mis labios en una sonrisa algo forzada y vuelvo a observar a Erick. Esa naturalidad con la que se encuentra recostado en mi sofá me deja por completa la buena vista de sus no tan grandes pero fuertes músculos. Su lindo perfil con esa naricita respingona que parece la de la hadita Tinker Bell. Ese precioso zafiro que alcanzo ver desde mi respectiva posición y aquellas pestañas que parecen haber sido arregladas con un rimmel de la marca MAC hacen que su rostro parezca tallado a mano con los rasgos perfectos y hasta sus imperfecciones parecen perfectas.

No voy a negarlo. Erick me atrae, lo sentí desde ese día que se durmió con la cabeza apoyada en mi regazo.
Tiene su lado atractivo que me atrae y a la vez me cuesta creerlo porque sólo se que como amigos nos llevamos excelente.

Jamás quisiera que cambie algo entre nosotros. Fue la primera persona en hablarme después de ser ignorada casi tres años seguidos, no lo echaría todo al bote de basura por una simple calentura hacia mi primer amigo sexy.

Extremadamente sexy.

Demasiado sexy.

Perfectamente sexy.

Ok, ok... Supongo que me estoy pasando, pero bueno, mientras tanto puedo sacarle provecho a esto. ¿Quién dijo que no?

—Y... ¿a qué has venido? —pregunto sentándose sobre la mesita de madera frente a él.

—Pues como ayer has faltado a clases y me dijiste que no sabías si irías hoy me dije a mi mismo: 'oh, de seguro no tiene en que venir, seré buen compañero y la recogeré yo' y por eso aquí me tienes. —levanta sus brazos en un gesto de aquí me tienes baby y luego vuelve a reírse.

Como dije anteriormente, estuve cuatro días metida en cosas de la universidad, por ese hecho fue que ayer no asistí. Sólo fue para organizarme bien con mis cosas y que no me falte nada.

Pero... también hay otra razón...

Y es que tampoco fui porque no me sentía lista para verlo a Axel burlándose de mi en mi cara con Daniela.
No obtuve ningún rastro, ni una llamada, ni siquiera un mensaje de él pidiendo disculpas o aclarando la situación de aquella noche donde tuvimos a pocos roces de tener más intimidad de la que ya tuvimos.

¡Madre mía!

Estuve a punto de tener sexo con mi amor  platónico de secundaria. ¿Qué cosa no?

Suena esto a algo tan Cliché, como las novelas de Wattpad donde el chico malo se enamora de la nerd, donde la chica se enamora del mejor amigo de su hermano o dos hermanastros se atraen y terminan juntos y sus padres aceptando todo el embrollo que causan con ser hermananovios. ¿Esa palabra existe, verdad?

En fin, lo que sucedió el viernes por la noche pudo haber tenido su parte cliché pero no la tuvo. El chico malo eligió a la enemiga de la nerd, el mejor amigo prefirió dejarla a ella para no arruinar la amistad de años con el hermano de la chica y los hermanastros... cada uno decidió olvidar todo y alejarse el uno del otro.
Eso sería la triste realidad si dejáramos los libros a un lado y viéramos el mundo real.

Es eso lo que me ocurrió a mi. Quedé sola, sin el príncipe azul de los libros de hadas.
Él prefirió dejar a la princesa encerrada en la torre y quedarse con la primer princesa que se encontró camino hacia ella.

—Llamando a tierra, —una mano se movió frente a mi campo de vista —Maddison.




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