Ethor.
Era nueva en la ciudad, vengo de un pequeño pueblo cerca de una ciudad en otro estado, la ciudadela es un lugar muy caro para vivir, claro si trabajabas ahí ganas lo suficiente como para darte ese lujo de vida.
Mis papás lograron mandarme a esta ciudad, Ethor, porque es más accesible para alguien que no pudo tener un futuro normal o convencional. No pude estudiar, por lo que ayudaba a mamá con lo que podía en casa.
Papá me mandó con algo de dinero y me dijo que había rentado un departamento pequeño, tenía 6 meses para conseguir un trabajo establecido.
Estaba por entrar al departamento cuando una chica, como de mi edad o un poco menor me habló.
- ¿Eres nueva?
- Si, me acabó de mudar... Soy Tessa... pero dime Tess.
- Mucho gusto, soy Hater.
- Mucho gusto... hem, ¿nos vemos después?
- Oh, claro, si, si, debes de estar cansada, yo tengo trabajo, estoy en casa hasta las 6, cualquier cosa me puedes decir a mí, en mi puerta está mi escáner. Adiós.
- Gracias.
Entré al departamento con mi clave y cerré la puerta detrás de mí, el departamento era pequeño, suficiente para mí. Una cama, cocina, cuarto de servicio, mi baño, un baño de visitas, una sala con televisor y un pequeño balcón.
Entré al cuarto y empecé a desempacar, deje toda mi ropa acomodada y como no traía muchas cosas, además de mi ropa, no tardé en quedarme sin qué hacer.
Me puse a hacer mi escáner y lo dejé en la puerta, miré por el balcón y me quedé pensando en todo lo que tendría que hacer.
No sabía cuánto tiempo había pasado, pero ya mi hambre se estaba haciendo notar. Mire la hora en mi celular y ya habían pasado las 6, mire mi ropa y me di una ducha y me cambié de ropa. Al salir me encontré con un chico, me miró y siguió su camino.
Camine hasta buscar un restaurante o algo parecido para comer. Cuando encontré un restaurante entre y mire a Hater en la fila.
- Oh hola Tessa, ¿cómo quieres que te diga, Tessa o Tess?
- Hola Hater, como quieras… no importa mucho.
- Perfecto, sabes que este restaurante es el segundo mejor después del lugar donde trabajo.
- ¿Sabes si buscan empleados? Me haría bien un trabajo.
- No lo sé, pero después de comer te puedo llevar y le preguntas a mi jefe. ¿Quieres que comamos juntas?
- Claro, me gustaría.
Una vez pedimos nuestra comida, nos sentamos en una mesa y se puso a contarme de su vida. Ella era de un lugar llamado “Reizer” de un pueblo cercano a ese lugar. Se llevaron a sus padres a la ciudadela a trabajar dejándola sola. Poco después se vino aquí e hizo su vida.
Cuando terminamos de comer me llevó a su trabajo. No estaba lejos de nuestros departamentos. Al llegar me paso directo hasta la oficina de su jefe. Era un restaurante de comida mundial, por lo que era muy grande.
- Xavia, ¿qué haces aquí? ¿No acabas de terminar tu turno?
- Hola guapo, una amiga busca trabajo. Tess, él es Corbyn, guapo ella es Tessa.
- Atlas, mucho gusto.
- Igualmente señor Corbyn.
- ¿Señor? ¿Tan grande soy, nena? -dijo viendo a Hater.
- Claro que no guapo. -dijo riendo.
- Solo dime Corbyn o Atlas, no importa mucho. -dijo sonriendo, yo asentí.- Así que buscás trabajo.
- Sí. Voy llegando a la ciudad y necesito ayudar a pagar cuentas en casa.
- ¿Cuántos años tienes?
- Soy mayor de edad. 19.
- No importa tu edad. -dijo Hater.- Yo entre a los 16.
- No tengo un puesto libre aún, pero dejame tu escáner y voy a ver donde te puedo meter.
- Gracias.
Abrí mi código y el lo guardo. Entonces Hater me contó de Atlas, están saliendo casi desde que llegó a la ciudad ella. Su historia era muy bonita.
- Bueno chicas, ¿quieren salir esta noche?
- Sí, ¿a dónde nos llevarás? -dijo Hater.
- Podemos ir a Jarem. Allí estarán los chicos.
- Genial….
- ¿Si quieres ir, Tessa? -dijo Atlas.
- Sí, está bien.
- Pasaré por ustedes a las 8.
Hater y yo salimos del restaurante. Estaba por agarrar el camino de regreso a casa, cuando ella me agarra del codo deteniéndome. Ella miraba fijamente algo, volteó y me fije que miraba. El centro comercial que había cruzando la calle.
- No tengo mucho dinero. -dije mirándola a ella.
- Tengo una idea. Vamos.
Estábamos entrando a una tienda de ropa bonita, detrás del mostrador estaba un chico joven. Muchisimo mas que nosotras. Podría decir que era menor de edad aun.
Hater rápidamente escogió algo para cada una y regresamos al mostrador, donde el chico cobró ambas cosas mirando atentamente a Hater. El chico sacó unos billetes de su cartera y los metió en la caja. Hater le dio un beso en la mejilla y luego agarró ambas bolsas, me agarró de la mano y salimos de la tienda y luego del centro comercial.
- ¿Qué fue eso?
- No lo sé, la primera vez el chico me puso la mitad de lo que compre y conforme pasó el tiempo el chico pagó más. Solo vengo cuando no tengo mucho para gastar. -dijo ella dándome mi bolsa.
- ¿Has hablado con él?
- No.
Al regresar al edificio quedó en buscarme cuando Atlas llegará. Entré al departamento y me fui a bañar, seque mi pelo y lo planché. Me maquillé un poco y me puse unos aretes. Me puse la ropa interior, el vestido negro y la chaqueta que ambas fueron las que escogio Hater, me puse unos tenis blancos y unas cadenas.