No fue fácil pero lo logré, encontré mi lugar en el mundo. Es exactamente acá, entre tus brazos. Podría jurar que, mientras estoy entre ellos, la maldad no existe y el mundo es un lugar lleno de amor y paz. Que las guerras no existieron y que la gente solo comparte su amor. Que el odio fue solo algo de mi imaginación. Pero entonces me sueltas y me doy cuenta de que es solo un deseo interno que muy probablemente nunca va a pasar porque el ser humano solo sirve para destruir todo a su alrededor y los pocos que no lo hacen no son la cantidad necesaria para evitar la destrucción masiva que causamos. Por eso, no me sueltes. Abrázame todo el tiempo posible para evitar que tenga estos pensamientos y hacer de mi mundo un lugar feliz algunos minutos de mi vida. Un lugar feliz por y gracias a vos.