Mamá:
Perdón. Perdóname por no ser la hija que esperas pero créeme, es mejor así. Se que esperabas que sea de esas chicas que se visten bien, se maquillan un montón y tienen millones de amigas.
Hace unos meses atrás dijiste que no soy femenina, y lo dijiste con desprecio. Se que no fue tu intención lastimarme, pero el impacto de tus palabras calaron muy hondo en mí y comieron mucho más de lo que deberían. No fueron tus palabras, fue el desprecio que les pusiste.
Discúlpame por usar jeans extremadamente largos y así evitar que los hombres en la calle me miren. Perdóname por no usar faldas cortas, de esas que no te permiten mover, las cuales dejan ver tus piernas y llaman mucho más la atención de los hombres. Lamento ser de las que esconde sus curvas en remeras largas, porque no me gusta que los hombres miren mis senos y me griten cosas por el simple hecho de "mostrarlos". En fin, discúlpame por preferir pasar desapercibida entre una multitud de gente y saber que de esa forma llegaré a casa, antes de ir arreglada y que algún hombre se fije en mí, y luego me encuentren en un zanja, muerta o lo que es peor, que jamás me encuentres.