Prologo.

Para: Alicia

Teyaotlani.

En este extenso universo el dios de la dualidad Ometlot formó la galaxia llamada Semanauk, a su vez creo a más dioses eligiendo a cuatro principales; Xipe tótec nuestro señor desollado cuidador del lugar llamado Tlahuitztlampa el punto cardinal este. El señor humeante Tezcatlipoca guardián del Mictlampa residencia de los muertos el punto norte. La serpiente emplumada Quetzalcóatl nuestro creador guardián del Cihuatlampa hogar de las mujeres el punto oeste y el menor de los dioses Huitzilopochtli señor de la guerra guardián del Huitztlampa lugar de espinas encargado del punto sur, se les había encomendado seguir con la creación, errando cuatro veces en crear al hombre, pero finalmente Quetzalcóatl logro hacer al hombre idóneo según sus ambiciones.

Colocaron al hombre en un planeta que nombraron Tlaltikpaktli y encomendaron que se multiplicara, pero algunos dioses envidiando la creación de su hermano decidieron hacer su propia versión del hombre perfecto provocando conflictos entre ellos al estar ante las nuevas razas ya que buscaban ser superiores a los otros.

Huitzilopochtli decidió la mejor manera para proteger el equilibrio entre los hombres  y los dioses actuó lanzando sobre los mortales una flecha con el cual concentró sus deseos, al llegar a la tierra la punta de jade se convirtió en pequeñas aves de colores variables que después tendrían el nombre de Huitzil las diminutas criaturas llevaron el deseo de su creador zumbando sobre los oídos de todos provocando que olvidaran la razón del conflicto, al no entender lo que hacían se esparcieron hacia nuevos rumbos creando nuevas culturas.

Navegando hacia el norte la cultura de los Drakon’s seres reptiles de gran tamaño alado, raza y color variable destacados por ser orgullosos, violentos y sin respeto hacia los demás que no fuera su raza fueron a habitar en las zonas volcánicas.

Al noreste los Fshichoo hermosas aves de fuego que desbordan en la mirada las llamas de su alma una raza dotada de sabiduría, creativa e innovadora también fueron atraídos por el calor de los volcanes y se protegían de sus violentos vecinos gracias por un gran volcán activo su lava desbordaba hasta llegar al océano.

Las valquirias tomaron el oeste mujeres dotadas de gran belleza de sus espaldas dos grandes alas se les fue concedido para que volaran sobre los cielos, ellas eran los seres más honorables, gentiles y con el conocimiento de los vientos haciéndolas grandes navegantes, se dirigieron atreves de los fuertes vientos y de las fuertes corrientes hacia una gigantesca montaña.

Los que fueron besados por el sol, los nok personas con gran sentido de honor, respeto y conocimientos sobre cualquier criatura viviente partieron rumbo al este atraídos por la vegetación y fauna.

Los Asyad Albahr personas llenas de misterio, magia y embrujos se sentían más seguros en los mares decidiendo que las fuertes corrientes serian su hogar. 

La aventura comienza con los hombres de Quetzalcóatl llevaron varios años en peregrinación buscando la señal del dios de la guerra ya que su creador huyo por una vergüenza muy grande en contra de sus principios y decidió desaparecer prometiendo algún día regresar quedando protegidos por Huitzilopochtli, finalmente encontraron un águila sobre un nopal devorando una serpiente en un gran lago quedándose en medio de Tlaltikpaktli llamando su territorio como Aztlán formando los tres imperios Tenochtitlan, Texcoco y Tlacopan.