Mi cabello está atado en un moño alto dejando libre mi rostro para que pueda concentrarme.
Aún así no puedo hacerlo.
Resulta que los Marci me han explicado para qué sirve un cuarto de entrenamiento, al menos eso hacían antes de que gente del parlamento llegara alterada para avisar del ataque al Campus esta mañana.
No pude escuchar ningún detalle porque al notar mi presencia se negaron a seguir hablando.
De hecho se fueron tan rápido que para cuando pude reaccionar todos ya estaban montados en los coches.
No soy capaz de enfocarme en nada, mi mente da vueltas una y otra vez en el ataque.
—Axis—mi fénix aparece al instante—, ¿crees que podrías hacerme un favor?—vuela a mi alrededor en respuesta y lo interpreto de forma positiva—, necesito que les hagas llegar unas notas a Danya, Denver y Parris—me apresuro a escribir las tres notas y Axis las toma con el pico—, ve primero con Parris y Denver, así tendrás más tiempo para jugar con Zulu.
El fogonazo se hace presente y me quedo sola.
Bajo hasta mi habitación.
Tal y como prometió Chelle, la decoración fue rápida y sorprendente—como la mayoría de las cosas aquí—, no lo he dicho en voz alta, pero estoy realmente enamorada del resultado final.
Tomo una ducha mientras me digo a mí misma que lo hago para quitarme el cansancio y no por si Parris decide aceptar mi invitación a venir a la casa de los Marci.
Esta vez me mantengo alejada de todos los productos que hagan comparativos con criaturas fantásticas que no conozco, así que al final termino lavando mi cabello con un shampoo negro que me deja el cabello más o menos decente.
Abro la puerta del baño con una toalla rodeando mi cuerpo y al alzar la vista hacia el escritorio cerca de las ventanas me doy cuenta de que quizá no fue lo más inteligente.
Parris tiene un libro en la mano, aunque su atención ya no está en la lectura.
Mis mejillas se tiñen de rojo.
—Yo debí...—se aclara la garganta—, esperaré afuera.
Puedo notar que lucha para no sonreír, mientras se dirige a la salida.
Me meto en el vestidor y elijo unos jeans y una blusa que me pongo rápidamente para no hacerlo esperar. Me cepillo el cabello y rizo mis pestañas antes de dejarlo entrar de nuevo en la habitación.
—No creí que llegarías tan rápido.
—Denver y yo estábamos cerca—se encoge de hombros—, él está en tu cocina consiguiendonos algo de comer.
—Me alegro de que se sientan como en su casa—digo sarcásticamente—, creo que Chelle dejó algo en el horno.
Ambos bajamos en busca de Denver.
He logrado aprenderme el camino de mi habitación a las escaleras, me tomó al menos diez intentos memorizarlo correctamente.
La cocina de los Marci es parecida a la de los grandes restaurantes, con un montón de artefactos que parecen bastante costosos y ollas por todos lados. Para ser sincera, pienso que es un tanto exagerado, igual que el resto de la casa.
He notado que tanto Chelle como Woodrow se turnan para preparar la comida y ambos tienen un sazón muy bueno.
Espero que eso sea algo de familia.
Denver parece haber encontrado la lasagna que Chelle preparó, lo vemos tomar un pedazo con su tenedor para llevárselo a los labios.
—¿Y?—Parris se acerca a los cajones de uno de los muebles y los revuelve hasta que encuentra un tenedor para unirse a su amigo—, ¿qué sucede?
—Atacaron el campus—ninguno de ellos se inmuta—, pero eso ya lo sabían.
—No eres la única que tiene familia en el parlamento—Parris se lleva un poco de lasgna a los labios y espera hasta que se pasa el bocado antes de hablar—, mis padres y su hermano son parte también, así que ya habíamos oído algo.
—¿Y soy la única que piensa que es extraño?—cruzo los brazos sobre mi pecho—, ¿no les preocupa?
—Digamos que no nos mortifica.
—A mi si—Danya entra en la cocina con calma—, Axis me dio tu nota y vine lo más rápido que pude. Tus padres deberían reforzar un poco las defensas, solo como precaución—se acerca a los muchachos y le quita el tenedor a Denver.
—No tiene sentido, no logro comprender porque atacar el campus sabiendo que no hay nadie—me acerco a ellos y tomo asiento en uno de los bancos cerca—, a menos que su objetivo solo fuera probar un punto.
Mi cerebro reproduce las palabras que Woodrow me dijo en la cafetería el día de mi examen.
"Tienes que entender que la gente que nos persigue, es poderosa, Skylar, capaz de hacer una
gran destrucción en Thantia si lo quisieran”
—¿Probar un punto?—Denver me mira con una ceja enarcada.
—¿Y si la única razón por la que atacaron el campus fue para probar que podían?—mi mente comienza a ir a mil por hora—, ¿y si el plan era que los Marci sacaran a todos para que pudieran destruirlo sin remordimientos?—me tapo el rostro con las manos—, Dios, soy una idiota.
—Incluso si tu teoría es cierta, no tenías forma alguna de saber que esas eran sus intenciones—miro entre mis dedos a Parris que parece querer reconfortarme—, hiciste lo correcto, Sky.