Thantia

XXVI

  —No se lo pondrás, ¿o si?—Denver me mira con curiosidad mientras balanceo sobre mis manos la cadena con el dije de los Eiran colgando.

  —Conociendo a Lucian, podría tener algún hechizo encima, así que no—mi atención se dirige hacia la cuna de Xander, en donde Axis lo vigila desde la cabecera igual que uno de esos dragones que salen en las películas—, prefiero que no tenga nada de su padre a que por culpa de esto termine en manos de un loco como su bisabuelo.

  —Te lo estás tomando mejor de lo que creí.

Su comentario hace que el vacío en mi estómago se haga más evidente, pero me las arreglo para mantenerme calmada y que mis ojos no se empañen.

  —Llorar por él no va a hacer que regrese con nosotros—me encojo de hombros—, además...—pienso bien mis siguientes palabras—, ahora tengo a un niño del que cuidar, no puedo lamentarme todo el día sin hacer nada, Xander me necesita.

Salgo de la habitación directa a la cocina tratando de evadir la conversación. Comienzo a abrir y cerrar las puertas de las repisas hasta que doy con un paquete de galletas de chocolate que aún no ha sido abierto.

  —No te guardes todo lo que sientes, Skylar—trato de ignorarlo mientras le doy una mordida al pequeño postre—, es bastante bueno que quieras permanecer fuerte por Xander, pero si necesitas alguien con quien llorar...

  —¿Ya es hora de enviar a Axis?

Espero que Denver tome mi pregunta como lo que es, una señal clara de que no quiero hablar del tema con nadie, sobretodo con él.

Después de lo sucedido con el regalo de Lucian, el pánico creció en todos de diferentes maneras.

Kendra, después del shock inicial, por supuesto, se dedicó a llorar de una forma tan desesperada que logró despertar a Xander, por mi parte...

Creo que sigo en lo que podría ser catalogado como la etapa de negación, aunque en mi defensa puedo argumentar que hay algo muy dentro de mí que me dice que lo de Parris no puede ser real.

Mis padres decidieron que todos debíamos irnos del hotel porque era demasiado obvio que nuestra ubicación estaba comprometida—aunque no logramos comprender cómo fue posible—, así que compraron una pequeña casa en las afueras de la ciudad con las habitaciones suficientes para todos.

  —No, Zulu aún no ha dado la señal.

Asiento dirigiendome a la sala y dejándome caer en el sillón mientras me aseguro de reojo que el monitor que se conecta con el de la habitación de Xander está encendido.

Tomo el control de la televisión y la enciendo tratando de distraer mi mente de todo. Paso los canales con aburrimiento hasta que uno llama mi atención.

Es un canal para niños y están dando una caricatura que ni siquiera conozco muy bien.

Mis ojos se quedan pegados en la pantalla, pero mi mente vuela hacia mis recuerdos.

  —No entiendo porqué simplemente no le dijo su nombre—Parris toma un par de palomitas y las mete en su boca—, ¿realmente va a probarle la zapatilla a todas las jóvenes del pueblo para encontrarla?

  —Es una película para niños, no se supone que tenga sentido, solo que los entretenga un rato—me encojo de hombros mientras sorbo un poco de soda.

  —No creo que nuestros hijos se entretengan con estás cosas—hace una mueca extraña que me hace sonreír de lado—, serán más listos que esto.

A pesar de sus palabras y el evidente desagrado en ellas, pasamos la siguiente media hora terminando de mirar la película.

  —¿Skylar?—Denver sacude mi hombro sacándome de mi ensoñación.

Hay lágrimas rodando por mis mejillas y ni siquiera me he dado cuenta de cuándo ha sucedido. Paso mis manos por mi rostro para quitar el llanto. Puedo ver que Denver abre la boca para decir algo, sin embargo, como si el destino estuviera de mi lado, una pluma carmesí cae justo frente a nosotros.

Es nuestra señal. Llamo a Axis con urgencia y lo envío con mis padres para ayudarlos a volver, sin embargo, me doy cuenta de que algo está mal cuando pasan diez minutos y no hay rastro alguno de ellos.

Siento el ácido subir por todo mi cuerpo hasta instalarse en mi pecho.

  ─¿Dónde demonios están?—me abrazo a mí misma antes de caminar en círculos con nerviosismo.

Axis aparece con un fogonazo y vuela hasta mi hombro con una nota escrita con un trozo de pergamino rasgado y tinta bastante improvisada sujeta en su pico.

"Emboscada, ayuda"

Mi pulso se acelera, reconozco la letra, es de Kendra. Denver me quita el papel y reacciona antes de que podamos discutirlo o planearlo mejor.

Le pide a Axis que lo lleve con ellos y él fénix lo hace sin demorarse ni un segundo. Me dirijo a la habitación de Xander y lo saco de la cuna, lo pego a mi pecho para asegurarme de que está bien mientras siento que el aire me falta.

Regreso a la sala con mi pequeño en brazos, preparada para protegerle si es necesario, pero un gran fogonazo se deja ver y la escena me desconcierta.

Papá sostiene a mamá en brazos, y esta última está temblando de forma evidente sin control, tiene los ojos cerrados y sus labios están ligeramente abiertos, sin embargo, me tranquiliza ver su pecho subir y bajar en señal de que está respirando. Danya tiene una de sus manos sobre el hombro de papá y con la otra aferra la mano de Denver. Hay un hilo fino de sangre saliendo de su boca que me alarma enseguida.

  —¿Qué sucedió?—cuestiono arrullando a Xander quien ha abierto los ojos de repente.

  —Nos traicionó, Sky, nunca estuvo de nuestro lado—Danya toma una gran bocanada de aire como si decir esas palabras le doliera demasiado.

Mi corazón da un vuelco.

El primer nombre que viene a mi mente es el de Parris. La decepción y la esperanza inundan mi pecho a partes iguales. La esperanza de que está vivo, pero la decepción de que eligió el bando equivocado y de que todas sus palabras fueron una mentira.

Un montón de teorías se forman en mi cabeza hasta que me doy cuenta de algo. Kendra no está con ellos, y estoy muy segura de que la vi desaparecer junto a Danya horas antes.



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En el texto hay: elementos, academia, thantia

Editado: 11.10.2019

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