Capitulo 3

JASLYNN

Los circulos oscuros bajo mis ojos ya estaban empezando a preocuparme.

Me había despertado a las cuatro de mañana para tomar mi vuelo hasta donde sería la reunión, y ya que no puedo dormir en los aviones, estaba funcionando con tan solo 3 horas de sueño.

- Te ves como la muerte. Canturreo meredith desde el otro lado del auto.

A diferencia mia, ella estaba fresca y lista para tomar al mundo, no solo era de esas personas madrugadoras, sino que tambien fue capaz de dormir en nuestro vuelo de cuatro horas.

Solo estaba un poco celosa.

- Me siento como la muerte tambien. Gruní para luego colocarme mis lentes oscuros.

ella chilló. - Acaso tu gemela malvada hará su gran aparición hoy?

- Si alguien me lleva en una mala dirección, entonces si.

La sonrisa en su cara era inquietante.

-No me gusta esa mirada en t-

- mira! Me cortó, golpeando mi brazo 
- ya estamos aquí!

Mis ojos inmediatamente se dirigieron a la ventana y suspire en alivio a medida que la estancia se volvía mas visible mientras mas nos acercabamos. Cuanto mas rápido pasemos por esta reunión, mas rápido podría volver al aquelarre. Nunca estaba comoda con irme durante mucho tiempo cuando tenía que hacer este tipo de viajes inesperados.

El conductor estaciono en frente de la estancia donde se encontraba el ministro esperandomos para los saludos.
Puse la sonrisa mas genuina que pude reunir en mi rostro y salí con meredith a mis espaldas luego de agradecerle al conductor.

- Ah, Jaslynn, que maravilla verte. Exclamó el ministro alegre, besando ambas de mis mejillas.

El era un pequeño y relleno hombre con una barba blanca la cual le gustaba dejar crecer ocasionalmente. A meredith le gustaba llamarlo la versión pequeña de Santa Claus debido a su apariencia y a su amor por los niños.

No sabía que tan viejo era, solo sabía que el estaba presente cuando mi bisabuelo nació. También probablemente esa era la razón de porque mi familia era tan cercana a el y porque el me trataba como una nieta mas.

- Como esta ministro? Lo salude, doblandome un poco para darle un breve abrazo, - No esta listo para el retiro todavia?

Echo su cabeza hacia atras y dejo salir una gran risa, sus ojos brillando de la alegría - no por otro par de siglos, me temo que no estoy listo para dejar que ustedes los jovenes tomen el control.

- No estamos tan mal. Sonreí - Tal vez un poco salvajes, pero sabemos como sostenernos a nosotros mismos.

El ministro sacudió su cabeza - Como digas Jaslynn, de todas maneras me quedare alrededor para tener un ojo puesto en ustedes.

Antes de que pudiera replicar, Meredith salió de la nada y tomo la mano del pobre hombre para empezar a sacudirla furiosamente 
- Ministro, es un grandioso placer verlo de nuevo, dígame, como esta?

El ministro no se vio sorprendido por el entusiasmo de meredith, viendola como el año pasado, el era su ídolo y ella era completamente deslumbrada por el cada vez.

- Estoy bien querida, aunque, mi mano se siente un poco adormilada.

Meredith lo miro como un ciervo frente a las luces de un auto hasta que se dio cuenta que seguía apretando y sacudiendo su mano. Se sonrojo y soltó su mano abruptamente. 
- Lo siento ministro.

El se rió suavemente y dirigió su atención a nosotras - Ya que seguimos esperando por el Alfa Alrik, quien no llegara hasta la tarde, tendremos la reunión mas tarde, mientras tanto, sientanse libres de ir a sus habitaciones a descansar y bajen para el almuerzo; Helene preparó un festín solo para que ustedes lo disfruten.

- Gracias, ministro. Lo veremos mas tarde

- Gracias ministro, estamos tan agra-

Arrastre a Meredith lejos antes de que empezara a divagar otra vez. Una vez que estuvimos fuera del alcance de los oidos, alce una ceja y mire a su nervioso ser
- lo ves en todos lados. No deberías estar mas... calmada a su alrededor?

- Es que es tan encantador e inteligente. Yo aspiro ser como el y adquirir su nivel de conocimiento. Sabes que conoció a napoleon bonaparte?! Yo quiero conocer a napoleon!

- Mer, esta muerto. Murió hace siglos.

- Que mal que no hay un hechizo de resurrección.

Me tense mientras ajustaba mi mochila en mi hombro, - no creo que muchas personas apreciarian que lo traigas de vuelta.

- Si, si sabes que incluso conoció al rey Enrique VIII? Me pregunto si conoció a todas sus esposas tambien. Podría haber sido interesante conocer a Anna Bolena.

Algo me decía que no iba a obtener muchas horas de sueño esta tarde.

***

- Jas, despierta! Es hora del almuerzo. Estoy hambrienta!

La palabra "Almuerzo" hizo que me sentara en la cama rapidamente. Frote mis ojos para quitarme el sueño restante y mire a peliroja danzante a quien yo aparentemente llamaba mejor amiga.

Ella notó la expresión horrificada en mi rostro y paró de hacer sus ridiculos movimientos, - Es mi baile del hambre.

- Claro. Dije arrastrando la palabra,
- No sabía que jorobarse y hacer movimientos extraños era la expresión del hambre estos días.

Ella arrugo la nariz, - Era twerking.

- No, eso fue tedioso e interminable.

- Como sea, sigue siendo mi baile del hambre. Ahora vamos, ya puedo oler los famosos camarones de helene.

Suspire y arrastre los pies hasta el espejo, veo mi desastroso cabello y la baba en la esquina de mi boca, - Voy a necesitar algunos minutos para arreglar mi apariencia.

- Ok, bajaré y nos apartare un poco de comida. Puedes tardarte todo lo que quieras, pero solo piensa que cada minuto que tardes estaré un minuto mas cerca de devorar tu comida también.

Le tiré mi cepillo de cabello pero cerro la puerta antes de que pudiera alcanzarla.

***

Alise mi falda una ultima vez y volví a revisar mi apariencia. 
Incluso si la reunión no era hasta mas tarde. Todavía tenia que mantener una apariencia profesional, Según lo tenía entendido, todos los otros líderes estaban merodeando la estancia así que no podía solo andar por ahí en pijamas por mas que quisiera.