Había despertado después de haber recibido la cosa que Flora me disparó, al parecer fue un dardo. Decidí mirar a mi alrededor, podía ver un salón completamente vacío, era color gris y todo estaba oscuro, a excepción de una puerta, podía ver que del otro lado había una gran cantidad de iluminación; pero la puerta, al ser el único lugar que había donde yo podía acceder, tomé la decisión de entrar.
Abrí la puerta y di una ojeada a lo que había al otro lado, cuando vi, rápidamente corrí a lo que tenía frente a mí, era Chiko... ella estaba atada y rodeada de criaturas no-muertas, y frente a ella estaba un lich, se asemejaba a Ofthermond, pero no era el, este estaba descubierto, a excepción de una túnica de tela vieja y medio rota que lo cubría.
- ¡Déjala! - grité al lich, este tras oír lo que le dije tomó una espada y la alzó, parecía que iba a apuñalar a Chiko con la espada.
- ¡Detente!
*Bruaaaagh* El no-muerto enterró la espada en Chiko, ella en ese preciso instante perdió una gran cantidad de sangre y murió.
- ¿No pude... hacer nada?... - me tiré al suelo lleno de dolor, tenía muchísimas ganas de llorar y a la vez de acabar con el no-muerto, pero mi voluntad estaba apagada, no podía hacer nada.
De repente una extraña voz empezó a hablar y dijo - Izumi... sigues siendo débil, no pudiste vencerme para proteger a la chica, ¿¡Cómo piensas volverte un gran aventurero si ni puedes proteger a una amiga!?¡Eres tan inútil que ni vales la pena para ser asesinado! - Esa voz... me era muy familiar.
Tras haber terminado de hablar, el lich se quitó la túnica y al darme cuenta, era Ofthermond disfrazado.
Pero ¿Cómo?, yo lo maté... - me tiré al suelo conmocionado, el dolor que sentía se esparcía por todo mi corazón.
- Acabas de ver como mate a tu amiga, y no pudiste hacer nada, ahora te dejaré con mis lacayos para matarte, no vale la pena que yo lo haga. ¡Puack! Inútil - Ofthermond escupió cerca mío y se dio la vuelta para dejarme tirado en el suelo.
¿¡Qué esperas!?¡Mátalo!
Podía oír esas voces retumbando en mi cabeza, como si mi mente me pidiera y rogara por que me lanzara contra él y le desatara toda mi ira.
¡¡El te la arrebató, ahora tu arrebátale la vida!!
Debo resistir...
- ¡Devuélvemela! - Tras dejarme llevar por el enojo, perdí el control, mi visión se volvió completamente roja, solo deseaba acabar con Ofthermond de una vez.
Una poderosa aura color rojo me estaba rodeando, sentía un increíble dolor al sentir tantísimo poder rodeándome, era diferente al poder que había sentido aquella vez que peleé con Ofthermond, esta vez era el doble de enorme el poder que me rodeaba.
- ¡One Slash!¡One Slash! - arremetía con una enorme fuerza contra Ofthermond, pero este no le afectaba en nada.
- Eres demasiado débil, jamás me vencerás.
- Acabaré contigo... aún si tengo que destrozar cada hueso que forma parte de ti ¡¡Aún si tengo que usar One Slash mil veces seguidas!!
Seguí arremetiendo contra Ofthermond, hubo un momento donde me había fastidiado completamente, mi visión cada vez era más roja, sin embargo, decidí atacar a Ofthermond con ataques repetidos, usaría One Slash mil veces seguidas.
- ¡One Slash x1000! - En varios tajos seguidos empecé a usar One Slash hasta completar mil veces el ataque, empecé a sentir un dolor más enorme de lo que ya sentía, mi cuerpo parecía que iba a colapsar, pero mi mente seguía lleno de energía, miré al frente para ver si había logrado acabar con Ofthermond, pero una gran cortina de humo estaba cubriendo todo; después de que se disipara la cantidad de humo que se había creado por mi ataque masivo, vi que ni siquiera logré hacerle ni un solo rasguño, él estaba ahí, parado y sin heridas, sin nada, listo para seguir peleando.
Me dolía todo el cuerpo, aún sentía que podía seguir peleando, bueno, es lo que gritaba la mente, pero sentía que podía colapsar, si colapsaba perdería el control... tenía que seguir peleando...
- ¡Izumi!
Una voz de algún lugar lejano me llamaba, parecía la voz de... ¡Chiko!
Mi visión regresó a la normalidad, podía mantenerme tranquilo, y al parecer toda esa aura color rojo cambió de color a aguamarina, ya era un color normal podría decir; ya era el color que aparecía cuando más lo necesitaba, pero después esa aura desapareció.
Supongo que aún no soy capaz de liberarlo bien, bueno, lo que me importaba ahora era la voz de Chiko.
- ¿¡Chiko!? - pregunté al horizonte con el fin de saber que sucedía.
- ¡Tonto! Concéntrate, te estás lastimando mucho, debes seguir peleando, deja de dejarte llevar por tus emociones.
- Está bien ¡Gracias! - grité a Chiko, no sabía donde estaba, pero su voz me hizo sentir que ella estaba bien, así que aún mantengo mi voluntad para pelear.