The bakery next door

La curiosidad peligrosa y la cita que no pidió

CAPÍTULO 10—

El día siguiente llegó demasiado rápido para Park Ha-eun.

La alarma sonó y ella despertó como si estuviera levantándose de la tumba.

—Grrr... —gruñó mientras buscaba el celular con los ojos medio cerrados.

Era un zombie legalmente empleado.

Jisoo estaba profundamente dormida, chupándose el dedo como un bebé gigante.

Entre sueños murmuró:

—No te robes... mis fideos... traidor Dohan...

Ha-eun se tapó la boca para no reír.

Luego se vistió a duras penas y salió rumbo al trabajo con un café en mano para mantener sus ojos abiertos con amenazas.

La panadería sin acidez presente...

Cuando entró a Moonlight Bakery, lo primero que notó fue:

El señor Kang no estaba.

Ha-eun se quedó parada junto al mostrador mirando hacia la oficina, como si esperara que él saltara de una esquina gritando: "¡Sorpresa, incompetente!".

Pero nada.

—Es extraño, ¿no? —dijo una voz detrás de ella.

Era Dohan, llenando unas bandejas con panes recién salidos del horno.

Ha-eun se giró.

—Mucho. Hoy no me gritó al entrar, no hizo cara de acidez, no dijo nada sobre que camino como un pato. Estoy confundida.

Dohan rio suavemente.

—Kang tiene sus días. Pero sí... es raro que no esté.

Ha-eun mordió su labio inferior.

La curiosidad la estaba matando lentamente.

—¿Puedo... preguntarte algo?

—Claro —respondió él, amable.

Ha-eun respiró hondo.

—Anoche el señor Kang me pidió algo muy extraño. Algo MUY raro. Y no entiendo por qué... de todas las personas... yo.

Dohan la miró con interés.

—¿Qué te pidió?

Ella miró a ambos lados y bajó la voz dramáticamente:

—Tengo que fingir ser su novia frente a su abuela. Hoy en la noche en una cena. —Se cubrió la cara con las manos—. ¡Estoy condenada, Dohan! ¡Soy un desastre!

Dohan cayó en una risa silenciosa y divertida, negando con la cabeza.

—Ah... ya entiendo. —Siguió sonriendo—. No te preocupes. Kang es difícil de leer, pero es buena persona. Aunque... sí, tiene un carácter como de piedra a medio derretir y eso de cara de acidez le cae como anillo al dedo—reconoció gracioso.

—¿Por qué yo? —insistió ella—. Me detesta, soy torpe, y le debo... hasta la sombra.

—Por eso justamente —respondió Dohan—. Eres la única que no puede negarse. —Le dio un leve codazo—. Además, la abuela de Kang es increíble. De verdad, te va a caer muy bien. Gánatela, ¿sí?

Ha-eun suspiró aliviada.

—Ojalá... no haga un desastre.

—Confío en ti —dijo él, sincero.

Ella sonrió.

Por primera vez en todo el día, se sintió un poco menos miserable.

"Un día sin regaños"

Con Kang ausente, Ha-eun trabajó tranquila.

Entregó pedidos, limpió mesas, organizó cajas.

Y no derramó ni un café.

Casi lloró de orgullo.

Al terminar su turno, se despidió de Dohan.

—¿Quieres que te lleve? Voy por esa zona —ofreció él amablemente.

Ha-eun dudó... pero sus pies gritaban "¡sí!".

—Está bien, gracias.

Durante el trayecto conversaron de todo: comida, películas, la panadería, la vida.

Ha-eun pensó, divertida:

¿Cómo es posible que este hombre sea amigo del señor Kang? ¡Son polos opuestos!

Cuando llegaron a su edificio, Dohan se despidió con su sonrisa amable.

—Nos vemos mañana, Ha-eun. Y no te preocupes por la cena. Lo harás bien.

Ella le agradeció y entró al edificio , mentalmente preparándose para Jisoo.

La estilista zombie ha despertado

Apenas abrió la puerta...

—¡YA ERA HORA! —gritó Jisoo saltando con una diadema de gatito puesta—. ¿Lista para tu cita?

Ha-eun se agarró la cabeza.

—¡NO ES UNA CITA! —se quejó—. ¡Es una misión suicida disfrazada de cena familiar! ¡No quiero exagerar, Jisoo!

—Si no lo haces, el señor Kang te mata —respondió ella moviendo un pincel de maquillaje como si fuera un arma—. Me.puedes.agradecer.luego.

Ha-eun tragó saliva.

Se imaginó a ella misma dentro de un ataúd con una corona enorme que decía:

"Murió por torpe."

—Ay no... —susurró desmoralizada.

Pero Jisoo ya estaba en modo estilista profesional.

—Te me quedas quieta. Hoy te convierto en novia presentable de millonario.

Y así comenzó el ritual: maquillaje, peinado, vestido, accesorios, perfume.

Cuando Jisoo por fin terminó, dio un paso atrás, puso las manos en la cintura y abrió los ojos como platos.

—Ha-eun... ¡estás hermosa!

Ha-eun se miró al espejo.

Y por primera vez en mucho tiempo... se sintió linda.

—¿De verdad? —preguntó tímida.

—DE-VER-DAD. —Jisoo la giró hacia la puerta—. Y ahora... ¡a esperar al guapo señor Kang!

En ese momento, el timbre sonó.

Ha-eun se puso rígida.

Sintió que el piso se convertía en lava volcánica.

Todo le dio vueltas.

—Respira... —susurró Jisoo emocionadísima—. Mantén la calma. ¡Es tu cita con el millonario gruñón! ¡Kyaaaa!

Ha-eun tragó saliva, caminó hasta la puerta como si fuera al patíbulo y la abrió.

Kang Min-jae estaba allí.

Traje negro, postura impecable, seriedad absoluta.

Y cuando la vio...

Parpadeó.

Varias veces.

Su expresión, normalmente pétrea y llena de acidez, se quebró por completo.

Estaba perplejo.

Impactado.

Como si su cerebro hubiera dejado de funcionar tres segundos.

Y Ha-eun, nerviosa, solo pudo murmurar:

—B-buenas noches, señor Kang...

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Ahhhhhh yo necesito más de estos dos ahhhhhh es que me emociona qué pasará en esa cena? Será que la abuela de Kang se come el cuento de la novia? Podrá superar la prueba Ha-eun sin hacer un desastre?



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En el texto hay: romance, kdrama, jefeyempleada

Editado: 27.12.2025

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