The bakery next door

Un paseo, una caída y un casi-desmayo romántico

CAPÍTULO 20—

El último día antes de que Kang y Ha-eun regresaran de la excursión transcurría tranquilo en el "Moonlight Bakery".

Al menos, hasta que Dohan cerró la caja registradora, se quitó los guantes y miró a Jisoo con esa sonrisa suave que hacía que ella perdiera por completo la capacidad de pensar.

—¿Quieres ir a algún lado? —preguntó él, acomodando su delantal como si nada.

Jisoo parpadeó. Parpadeó otra vez.

—¿A... a... algún lado... conmigo? —preguntó ella señalándose a sí misma como si hubiera otras seis Jisoos alrededor.

—Contigo, sí —confirmó él con una media sonrisa—. Estaba pensando... ¿un parque? Es lindo y está cerca.

Jisoo asintió inmediatamente, como un perrito emocionado.

—¡S-sí! ¡Vamos! —dijo con voz demasiado aguda para ser humana.

Salieron juntos.

Caminaron uno al lado del otro.

Ella trataba de verse relajada, natural... cool.

Pero cada vez que Dohan respiraba, ella se ponía roja.

Contrólate, Jisoo. Solo es un chico. Un chico guapo. Un chico guapo que huele rico. Un chico guapo que huele rico y te salvó de tres caídas. ¡AY DIOS MÍO!

—¿Estás bien? —preguntó él, mirándola de reojo.

—¿Yo? ¡Sí! ¡Perfecta! ¡Cambio de aceite recién hecho! —exclamó ella, sin sentido.

Dohan se rió.

Cuando llegaron al parque, el sol ya caía lentamente entre los árboles, dejando un brillo dorado en el pasto.

—Quiero enseñarte algo —dijo él.

Jisoo se puso rígida.

—¿A... besar? —preguntó sin querer, antes de morir por dentro.

Dohan se atragantó con su propia saliva.

—¿Qué? ¡No! —dijo él sonrojándose—. A jugar algo.

—¡Ah! —Jisoo juntó las manos como si estuvieran en misa—. Qué bueno. Todo bien. Perfecto. Yo... yo sabía eso... totalmente...

Dohan tomó una pelota ligera.

—Es simple. Solo lanzo, tú atrapas. Luego tú lanzas, yo atrapo. ¿Sí?

Jisoo asintió.

Primer lanzamiento. La pelota la golpeó en la frente.

—¡Ay! —exclamó ella agarrándose la cabeza.

—¡Lo siento! —Dohan corrió hacia ella para revisarla—. ¿Te duele?

—Solo mi dignidad —susurró ella.

Segundo intento.

Jisoo atrapó la pelota... pero al hacerlo, resbaló con el borde del césped.

—¡Ahhhh! —gritó mientras caía hacia atrás.

Dohan saltó para agarrarla...

pero él también resbaló.

Resultado:

CAÍDA DRAMÁTICA ESTILO PELÍCULA

DOHAN ENCIMA DE JISOO

CARAS A CENTÍMETROS

MÚSICA ROMÁNTICA SONANDO EN SU CABEZA

Ambos quedaron congelados.

La respiración de él chocaba con la de ella.

Los ojos de Jisoo se abrieron lentamente mientras sentía que su alma abandonaba su cuerpo y firmaba un contrato matrimonial con Dohan en el cielo.

Y allí empezó su delirio visual:

Jisoo y Dohan en el altar, él diciéndole "acepto" con su traje perfecto. Una casa con jardín, ropa colgada, niños corriendo que parecían mini Dohan. Ella cocinando, él abrazándola por detrás como en todos los dramas.

Jisoo sonrió como idiota.

Muy idiota.

Dohan frunció el ceño.

—Jisoo... ¿estás bien? —preguntó él, todavía encima, sacudiendo una mano frente a su rostro.

Ella seguía mirando el cielo con los ojos llenos de corazones.

—Hmmmm... —dijo, completamente hipnotizada, sonriendo como si estuviera viendo un comercial de tortas.

—Jisoo —repitió él, inclinándose un poco más— ¿te golpeaste? ¿Necesitas agua? ¿Respiración boca a boca?

Ella volvió a la vida de golpe.

—¡NO! —chilló— O sea, sí estoy bien, no necesito res... ¡estoy viva! ¡Estoy viva!

Dohan la ayudó a levantarse, todavía riéndose suavemente.

—Tienes una imaginación interesante —comentó.

Ella se quedó completamente roja.

—¿Yo? ¿Imaginación? ¡No! ¡Jamás! ¡Cero imaginación! Yo soy una mujer seria, centrada, madura—

—Eres muy linda —la interrumpió él, mirándola con sinceridad.

Silencio.

Jisoo dejó de respirar. Literalmente dejó de respirar.

—¿Qué... qué dijiste? —preguntó con voz quebrada.

Dohan sonrió de lado.

—Que eres muy linda.

Jisoo quedó paralizada.

Si una paloma hubiera chocado contra ella, no se habría movido.

—A... gracias —dijo finalmente con voz de caricatura.

El camino de regreso a su edificio fue una tortura emocional para Jisoo, que caminaba como zombie enamorado.

Dohan tampoco hablaba mucho. Solo la miraba de reojo con esa mezcla de ternura y diversión.

Cuando llegaron frente al edificio, él se detuvo.

—Jisoo —dijo, serio por primera vez.

Ella sintió que su corazón hacía un salto mortal.

—Sí... —susurró.

Él respiró hondo.

—¿Quieres... salir conmigo?

El cerebro de Jisoo se apagó. Apagón total.

Su cuerpo quedó quieto, rígido, como si acabara de recibir la noticia de que había ganado la lotería, un departamento, y un viaje a París al mismo tiempo.

—¿Jisoo? —preguntó él, preocupado.

Ella sonrió lentamente.

Muy lentamente.

Como si el universo entero hubiera detenido el tiempo.

—Sí —logró decir.

—¿Sí? —repitió él, iluminándose.

—Sí —confirmó ella, ahora sonriendo como boba enamorada.

Dohan soltó un suspiro de alivio.

—Me alegra —dijo suavemente.

Ella asintió... y luego caminó hacia la puerta del edificio...

...pero no caminó.

Flotó.

Literalmente parecía un globo de feria subiendo escalón por escalón.

Pasó al lado del portero que la miró extrañado.

—¿Se encuentra bien, señorita Jisoo? —preguntó él.

—Estoy en las nubes —dijo ella, con voz melodiosa.

Y desapareció dentro del edificio como si fuera una heroína de anime enamorada.

Detrás, Dohan la observó... sonriendo para sí mismo.

Porque en ese paseo, en esa caída y en ese "sí",

algo había quedado claro:

Jisoo estaba completamente perdida por él.

Y él... estaba empezando a perderse por ella también.

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En el texto hay: romance, kdrama, jefeyempleada

Editado: 27.12.2025

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