Luke Pov.
Me estaba preparando para enfrentar a las brujas, cuando las trillizas salieron de la habitación. Intenté cortarle el paso, pero Minerva se interpuso entre ellas y yo. La deje estar. Mientras tanto Itzae creaba diminutas barreras para proteger a las personas y con telequinesis las movía de un lugar a otro. Por el rabillo del ojo vi como Cara y Neal se iban detrás de las trillizas, esperaba que tuvieran cuidado y no hicieran nada estúpido.
_ Distraído, querido _ se burlo Minerva_ después de tanto tiempo sin vernos y es así como me tratas.
_ Créeme que no te estoy tratando ni la mitad de como quisiera _ le digo con una pisca de asco. La verdad ahora que lo pienso no se que le vi. Hasta creo que es mucho mayor que yo.
_ ¿Que busca en realidad? _ le pregunte.
_ Ver a un viejo amigo _ dijo.
Suspire. Si en cada suspiro se escapa la felicidad como muchos dicen yo será la persona más infeliz del mundo pues solo esta noche es suspirado más de lo humanamente posible. Con Itzae ocupándose de proteger a los inocentes chicos, decidí ponerle fin a esto. Con una sutil ráfaga de viento lance a Minerva hacia la otra pared. Ella logro detener el impacto, pero fue suficiente para que yo le ordenara a una de las enredaderas que, sobresalía de la pared, que la sostuviera.
_ Sabía que tenía gustos raros, pero nunca pensé que de este tipo _ ronroneo.
_ Esa es la razón por la cual me fije en ti _ dijo con petulancia lo que logro quitar la sonrisita de serpiente, como dirían mis hermanas, del rostro de la bruja.
Minerva se las arreglos para incinerar la enredadera y caer con gracia al suelo. Querer detener a alguien en una habitación llena de persona no es nada fácil a menos que no te importe la vida de los demás, que no era mi caso, pero si el de la bruja negra. Ella creó varias esferas de fuego que dirigió a diferentes lugares. Sabia cual era su táctica, pero no pude dejar de caer en su trampa. Logre deshacerme de algunas y otras, gracias a mi hermana, no hizo daño a nadie.
_ No crees que es un poco aburrido _ comento la bruja mirando a todo lado _ no tenemos espacio.
Con un movimiento veloz la bruja me envió con un golpe síquico hacia la pared más cerca. Perdí el aire por un segundo. Segundo que fue suficiente para que minerva se me acercara.
_ Diría que fue un placer, pero no fue así _ dijo con su mejor sonrisa mientras en su mano se reflejaba una sombra transparente que fue tomando forma de una espada corta. La alzo y se dispuso a quitarme la vida con ella cuando todo rastro de magia desapareció de la casa.
Itzae que estaba moviendo a los chicos se vio obligada a sostener a una chica que caía al suelo. Yo sentí como si me hubieran drenado la magia, sin embargo no cambie a la forma humana, pues esa no era mi apariencia real. Al contrario si hubiera estado en esa forma la hubiera perdido inevitablemente.
_ Sabía que pasaría esto. Espero que la chicas se hallan asegurado de que el circulo estuviera funcionando _ murmuró para sí, luego me miro _ ¿En que estábamos? _ dijo sacando una pequeña daga de sus ropas.
Neal Pov.
Cara y yo seguimos a las trillizas que si mal no recuerdo se llamaban: Moeh la sádica, Mascha la bipolar y Missie la depresiva. Me deje llevar con los apodo, pero se lo merecen. Las tres hermanas se dirigieron al sótano mientras una asustada Cara y yo la seguíamos lo mejor que podíamos. Las chicas bajaron las escaleras adentrándose en una bóveda más grande de lo que imagine. Estaba escaso de luz, pero lo suficiente para ver un gran hueco en el suelo. Supuse que las brujas lo habían hecho antes pues las dimensiones no eran como para haberse tomado unas cuantas horitas.
Missie empezó a dibujar algo alrededor del agujero que había en el piso mientras sus hermanas hacían algo en una mesa cercana al cual mi visión no fue suficiente para determinar su objetivo.
_ Necesito acercarme un poco más _ le susurre al oído a mi acompañante. Ella trato de detenerme agarrando mi brazo, pero me deshice del agarre fácilmente y ayudado por la tenue luz y algún mueble antiguo me fui acercando.
Cuando estuve lo suficientemente cerca, puede ver que Mascha y Moeh preparaban unas cintas con el mismo circulo que Missie dibujaba en el suelo. Cuando terminaron se pararon junto al círculo que Missie había terminado de dibujar y que Moeh completo con algunos detalles que no aprecie. Las tres hermanas se colocaron dentro del círculo y empezaron a recitar algún conjuro que escapaba a mi entendimiento. Tenían los ojos cerrados y los brazos extendido como si le dieran la bienvenida a algo.
_ Tenemos un pequeño conejito mirón _ dijo Moeh.
Lo que me sorprendió, pues la chica no se había movido o mostrado signo de haber detectado mi presencia. Por eso me quede quieto esperando que no se refiriera a mí aunque con el corazón acelerado y rezando para que tampoco se refiriera a Cara.
_ Yo diría una rata _ la contradijo Mascha.