Capitulo 4

Adios Paraiso.

Llegamos a la visión de mi imagen Av. 23 sobre Greentee y el letrero verde me hizo saber que era la locación. Caminamos hacia una calle que parecía bastante habitada por niños eso me dio un escalofrió en mi espalda baja, jamas había asesinado a niños, ancianos o mujeres. Pero esta ultima vez había sido diferente, se estaba haciendo tarde, mi demonio no había comido en 1 mes y ella apareció resistí lo mejor que pude pero mi demonio es mas fuerte que el de los otros.

James se había detenido de forma bruscas en medio de la calle y Clarise lo sostiene y el empieza a hablar. Encendió el teléfono y puso la grabadora.

-7 Engel kamen vom Himmel herab, und nichts wurde in der Hölle erreicht, die Nefilim-Zwillinge werden den Kataklysmus auf die Erde bringen. Dijo de forma rápida y con acento pronunciado, una forma de hablar como si no fuera su voz, como si no fuera el. Su poder venia de forma rápida cuando hablaba o escribía y era incontrolable como el mio.

-¿Desde cuando nuestro hermano habla en Alemán? Dice Clarise bastante confundida. 

- Dos cosas: La primera eres tu su gemela.-Hable de forma sarcástica. - La segunda ¿Como sabes que es Alemán?

-No te acuerdas de nada-. Clarise suspiro de forma molesta.- Hablo alemán fluido ademas esta en el traductor. Al mirar la pantalla lo que había dicho James esta claramente traducido al español.

-Amo la tecnología. Afirme mientra James reaccionaba y empezamos a caminar hacia un callejón entre dos negocios de comida rápida.

-¿Que dije ahora? Hablo molesto lo mas probable es que fuera consigo mismo.

-Pense que ahora podías acordarte de las cosas que decías, que podías controlarlo. Afirme. Desde 1924, James había podido controlar su poder o al menos acordarse de lo que decía.

-No desde 2004 de la tragedia con Valtazar. Hablo molesto todavía era un secreto para mi, obviamente.

-Perdona la intromisión en tu vida pequeño hermano se me olvido que no soy tu gemela. Respondí molesta.

-Yo no lo sabia. Dijo Clarise y se fue mas profundo en el callejón, posee una cara de decepcionada.

-Problema en el paraíso. Dije con una leve risa en el rostro. Podrían decir lo que quieran de mi pero a Viktor siempre le conté todo, ahora son pocas las veces que su demonio nos permite hablar.

Seguimos a Clarise y ella vio el teléfono y nos mostró lo que decía la traducción. 

 "7 ángeles descendieron del cielo y ninguno fue conseguido en el infierno, los gemelos nefilim traerán el cataclismo a la tierra."

-¿Eso que quiere decir? Pregunte y ellos me miraron como con cara de lanzarme desde el ultimo piso y solo prense mis labios reflejando que me callaba.

-No lo se, lo resolveremos después de atender a padre. Respondió Clarise y guardo su teléfono en el bolsillo 

-Si, no le gusta que lo desobedezcamos. Comento lo obvio Clarise de forma irónica porque siempre lo desobedecemos.  -La ultima vez fue a Viktor quien lo encerraron en la caja. Dijo James con una sonrisa en la boca y eso me molesto como una pequeña ira carcomiendo me  desde adentro, Respiro fuertemente por la nariz, inquieta y con el corazón acelerado. Vi hacia los lados y había muchos niños cercas, tantas almas que podía llevarme, con solo unas cuantas muerte sentirme satisfecha.

De pronto sentí que me dieron un beso y fue una acción tan rápida que perdí la percepción de los que sentía por unos segundo, hasta que caí en razón, James.

-Deberías tener sexo para que no te den ganas de matar por una broma. Dijo James y comenzamos a caminar olvidando lo que había pasado. 

-Cállate. Hable sabiendo que tenia razón James. A parte de matar, es el sexo lo que nos ayuda a que el demonio que tenemos dentro sea satisfecho pero eso tarda demasiado y por los momento no tenia tanto tiempo ni a mi Sumnergan. Para lo que los humanos es Esposa, los Hombres lobos o Híbridos es Mate y para los Vampiros son Dhampir; Para los hijos de la muerte tenemos un Sumnergan nuestra pareja eterna eso nos dijo la muerte y mis hermanos ya han tenido, amado y perdido a su Sumnergan mientras yo no.

Llegamos a una puerta gris y al abrirla mis ojos se empezaron a quemar por dentro y caí al suelo apenas entre.