Demonio Afuera parte II

Muerte por Gusanos.

Arnold le tenia miedo a la noche. Las pesadillas de que alguien venia a verlo, una mujer, venia a verlo, le provocaba miedo, un pánico que le recorría toda la espalda y le atravesaba el estomago provocando le nauseas todo el día. A Arnold odiaba cuando lo visitaba la mujer era extremadamente sexi y malvada y eso lo asustaba. Cada vez que se estaba en la oscuridad veia a la joven de cabello platinado, se lo intento decir a sus padres pero lo creyeron un loco. Un loco no es como el. El raccionaba rezaba cada vez que aparecia, el pensaba que posiblemente era un vampiro o algun otra cosa demoniaca que lo seducia hasta que sus padres se hartaron de el y lo enviaron a un Psiquiatrico y aun ahi ella le seguia apareciendo antes de tomar sus pastillas. Esa noche Arnold sabia que algo andaba mal cuando las pastillas que le daban para dormir no hizo efecto y armo un escandalo y se encontraba en una celda alcochada con una fuerte camisa de fuerza que hacia que le doliera los brazo.

Despues de varias horas de golpes y forzamiento, estaba agotado como si hubiese corrido un maraton, lo cual es muy poco logico ya que jamas le gusto eso de correr.

Sintio un frio recorrer su espalda y cara pero eso era ilogico ya que el estaba en un cuarto muy caluroso, en donde no habia ventanas ni puertas que dieran al aire acondicionado del pasillo ni de la noche.

Arnold se desperto alborotado cuando sintio la conviccion de que alguien lo miraba. Al abrir los ojos su conviccion acerto. Una mujer menuda de larga cabellera rubia platinada que le llegaba al piso, tenia puesto un camison blanco que le llegaba mas abajo de su mismo pies y unos ojos verdes que la veian con desesperacion.

Arnold se levanto asustado y se tenso, de repente se sintio liviano cuando se dio cuenta que no tenia la camisa de fuerza la cual no lo dejaba dormir, se apresuro a alejarse de ella. Empezo a entender que su vida corria peligro y que necesitaba dormir. Si ese es el pensamiento de un loco o de alguien que no ha dormido en 72 horas y posiblemente se este imaginando todo esto mientras dormia.

Pero el sabia que era real. La mujer empezo a acercarse a el y el dio un paso atras.

-¿Me tienes miedo? Pregunto la joven, era un voz fina como si fuera un hilo de voz partio en un pedazo, lo hizo tener un miedo esa voz y sus ojos se empezaron a nublar con miedo, puro miedo. 

-Deberias. Afirmo con el mismo hilo de voz que le partia el alma.

Esta mujer vio a sus brazos y este reacciono, sus cortadas las que se hizo cuando era joven y que ahora solo era la dermis expuesta de cada lado su muñecas horizontalmente piel mas blanca que la de el. Cuando sintio un dolor punzantes y las imagenes de la vez que se hizo las cortadas, esta vez empezo sentir un dolor y sintio la sangre esparcirse por piel. 

-¿Porque me haces esto? Pregunto con miedo y dolor.

-Dios-.Empezo a decir moviendose con cautela alrededor de el. -Siempre penso que el suicidio era malo porque dañaba su plan divino.

Este solo la seguia mirando mientras con dolor empezo a sentir caminar algo atraves de el.

-A mi siempre me parecieron actrativos los gusanos sabes. Decia divagando pero el solo queria quitarselos de encima pero el no podia moverse se habia quedado paralizado, mientras que un bichos se metian entre su piel.

-A ti no te gustaran despues de esto. Dijo con una sonrisa.

Sintio un dolor fuertemente por todo su cuerpo, animales corriendo por todo su cuerpo. El dolor duro horas mientras que la joven se sento al estilo indio viendolo hasta mientras que el sentia que el pequeño animal perforaba y atravesaba sus pulmones y los sentia vagar por toda su sangre mientras que el tenia grandes ganas de vomitar y asi hizo pero no podia moverse ni para curvarse y vomito en suficientes cantidades, de un color rojo brillante y seguia vomitando pero al mismo tiempo necesitaba respirar pero ambos movimietos lo jodieron y murio cayendo dejando de estar inmovil.

Se levanto la joven y se quito la mascara, dejando caer su cabello castaño claro ondulado mientras James veia a su Padre mirandolo.

-Necesitamos hablar. Dijo la muerte sin mover la boca, como si fuera una voz en su mente.