The Children of the Death: Demons Inside.

Capitulo 11

No Estoy Muerto Hasta Que Se Demuestre Lo Contrario.

No he muerto, pensé. Los muertos no piensa, los muertos no respiran. Me recordaba cuando abrí los ojos y me levantaba de mi cama, ¿Pero como había llegado a esta?, aun es un misterio y yo los odiaba. Soy del 60% de las personas que odian la sorpresa y los misterios.

Salí de mi cama un poco mareado y desorientado aun sabiendo que estaba en mi casa.

Abrí la puerta dejando atrás ese mareo y me embulli en el extenuante y largo pasillo. Necesitaba lavarme la cara, pensé. Las múltiples puertas no me hacías saber cual era la del baño, abrí una al azar y era la del cuarto de Lauren cuando vi algo moverse dentro de esta, una mancha negra se deslizaba bajo la cama pero mi vista seguía mareado y no quería lidia con mis locuras ahora, proseguí tomando la otra puerta y era el baño, agradecí a Dios por eso y al entrar vi el lavabo y con paso torpe me acerque a este y abrí la llave y deje el agua correr por esta y puse la dos manos en el agua y me relaje la sensación era placentera y al ponerla en mi rostro y pasar ambas manos por mi cara y abrir los ojos estos cambiaron de color.

Heteromancia, pensé y los volví a ver una segunda vez en el espejo del lavabo mi ojos, uno de color de mi esclerótica, blanca como si no tuviera iris y el otro completamente negro como si me faltara la esclerótica, al divisar a mi espalda vi lo que parecía un hombre detrás de mi y lance un grito y voltee rápidamente y el hombre que tenia un capucha blanca al igual que su traje.

-Te estas volviendo débil, She-. Mis oídos no habían oído eso pero si mi mente, me proporciono un terror seco, de ese cuando vez una película y sabes el final pero aun así hay escenas de estas que te dan miedo, bueno algo parecido.

!Bum! Se escucho el golpe de la puerta chocar contra la pared.

-¿Estas bien? Escuche la voz de alguien atrás de mi cuando voltee para el espejo mis ojos era los normales de antes, cafés, y mis sensación de mareo había desaparecido.

-Anabelle ¿Que haces aquí? Pregunte confundido.

-Después que te desmayaste, no quise dejarte solo, por eso estuve aquí-.Hablaban de forma suave y tímida presionando sus labios entre si.

-Esta bien. Termine diciendo.

No me preocupe por que ella estaba aquí, su semblante era fijo en mi y me preocupaba lo que pensaba ella de mi, ni siquiera yo sabia lo que pensaba de mi, esa parálisis, ese desmayo, después mis ojos y ese hombre. Quizás me estoy volviendo loco.

-¿Quieres bajar?, te hice te-. Dijo suavemente a lo que yo asentí suavemente, aun nervioso por la alucinación que parecía muy real.

Bajamos por las escaleras y a mano derecha se encontraba el ala del comedor, podia escuchar la tetera haciendo el particular ruido de agua hirviendo, ella cojio dos tazas de la alacena y las deja en el meson al lado de la cocina y fue hasta el otro extremo de la alacena y al abrirla saco un paquete de te que tanto le gustaba a Cara. A esa niña jamas le gusto el cafe no como a Lincon a el le obsesionaba decia que le dolia la cabeza si no tomaba. Anabelle se movia agilmente por la cocina, lleno las tazas blancas de porcelana con el agua hirviendo y puso un sobre en una taza y en la otra puso dos sobres, llego a la mesa con ambas tazas y me entrego la que tenia un sobre.

-Pense que no te importaría, nunca me gusto el te de no ser que estuviera cargado. Hablo en forma de disculpa bajando la cabeza.-¿Porque gritaste? Pregunto suavemente y bajando la mirada.

Que le decía en ese momento. Habia visto a un hombre que me hablo no moviendo sus labios o mejor mis ojos cambiaron de color o que había visto una cosa en el cuarto de Lauren, decidí no optar por ninguna de las anteriores y dije.-El dolor de cabeza y pensé que estaba solo. Hable rápido mientras ella asentía lentamente.

-Eres tan mal mentiroso-. Comento alzando la mirada, postrando en mi sus tan hipnóticos ojos azules.-Pero eso es bueno-.Formo una sonrisa pequeña en la que se le marcaban los hoyuelos que tenia y se tomo el te.

-Ya es muy tarde, no te diran nada tus padres por no llegar a casa temprano-. Comente cambiando de tema.

-Por mis padres me preocupo yo ademas es complicado. Dijo suavemente mientras tomo otro sorbo.

-Ah disculpa no sabia...¿que?. Tartamudeaba las palabras mientras bajaba la voz y la mirada.

-No hay nada que disculpar, mis padres no han muerto. Hablo con una cara burlona.-No, vivo con ellos pero mis padres siguen vivo, vivo con mis hermanos, James y Clarise.

-Buen, yo vivo aquí con mi Padre, Peter y mis hermanos Lauren, Cara y Lincoln.

Se termino de tomar el te y me vio, sentía su mirada recorrer mi cuerpo, mientra yo hacia lo mismo con el suyo, tenia un cuello delgado y no había notado ningún lunar en su cuerpo, su clavícula era delgada y se le notaba la firmeza de cuerpo.

-¿Ese es un tatuaje? Pregunto suavemente viendome el hombro.

-Si me lo hice, cuando cumpli 17-. Era un tatuaje tribal en espirales que se situaban entre mi antebrazo y se disminuia en mis hombros.

-¿Me lo enseñas? Dijo suavemente bajando la cabeza y me levante quitándome la chamarra y la camisa y ella se acerco cautelosa mente acercando sus manos a mi pecho y me tense, recorrió con las yemas de los dedos mi piel dando la vuelta pasando por mis hombros, sus manos estaban frías o mi piel muy caliente pero mientras ella hacia eso, sentía electricidad recorrer por todo mi cuerpo, por las partes que ella tocaba. Cuando se despego y se levanto al frente de mi.




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