The Chronicles Of The Knigths-Casters

El nuevo conde Tristania Parte I

La capital del reino de Benalia llamada Saint-William, en honor del primer monarca de la nación y fundador de las más importante instituciones. En cuanto al clima del reino variaba según la región principalmente la ciudad capital se caracterizaba sin importar la época del año contaba con una espesa niebla e incluso lluvias veraniegas como otoñales.

El fin de verano estaba acercándose pero aquel día, una lluvia matutina daba inicio a la jornada en la ciudad capital. En la concurrida estación de trenes de la ciudad, los incontables pasajeros abordan como descendía de los vagones, no importaba de la región de donde provinieran ellos simplemente tenían asuntos que tratar. En el tren de las 12 pm proveniente de una región al sur de la capital, la figura de un joven de cabello negro y ojos color ámbar se abría paso cargando sobre su hombro un bolso con sus pocas pertenencias.

Iba vestido con una abrigo color negro con capucha sobre su cabeza, una polera de color gris, un par pantalones de mezclilla ajustados y calzando un par de botas que le llegaban un cuarto de las pantorrillas con una suela gruesa.

Aquel joven de 17 años se llamaba Robb de la casa Tristania, nuevo conde y último miembro de la legendaria casa descendiente directo del legendario caballero Tristán Lancelot. A pesar de su posición privilegiada prefería mezclarse entre el común de las personas recordando en parte su origen materno, caminando por la estación de trenes se acomodo la capucha percatándose de ser seguido por tres figuras que mantenía cierta distancia a él.

-¡Esto me está cabreando!- se dijo y girándose hacia donde estaban sus perseguidores. –¡Señores y señorita!- señalo. Los perseguidores se espantaron al momento de ser enfrentados por el joven conde con una expresión inquisitiva hacia ellos.

-¡Buenas tardes!- dijo la mujer. –Soy la teniente Hillary Parker, he sido enviada para escotarlo ante el comandante Daniel Strong.

Robb miro de pie a cabeza a los Knight-Casters, de la primera línea de combate en especial sus trajes de dos piezas, camisa blanca, corbatas negras, calzando cómodo y boinas con el símbolo de su división. El joven conde mascullo un par de palabras, tratando de mantener la compostura frente a sus singulares escoltas pero el comandante Strong se había molestado enviar por él.

-Solo traje este bolso el resto de mis pertenencias llegaran en un par de días- señalado mientras los otros Knight-Casters lo saludaban con el típico gesto de la armada real. –No es necesario tanta formalidad.

-Por favor, síganos- señalo Hillary. –Apenas tiene 17 años y es conde, ojala tuviera un par de años menos- se dijo manteniendo una expresión seria.

Robb seguía en silencio a sus denominados guardaespaldas, notando algunas miradas curiosas de las personas en la estación de trenes de la capital pero también pudo ver claramente algunos Knight-Casters vestidos de civiles.

-…..Nunca podrías burlarte de ellos, estaríamos rodeados por completo. Solo debes ser un buen chico Robbie…- le susurro una voz con una risilla juguetona.

                                                                           

 

(Campo de entrenamiento de la academia Saint-Percival).

-16….17…18…19..20…21…22…23…..24- continuaba contando mientras realizaba ejercicio en la barra.

La academia de Saint-Percival para Knights-Casters permitía al cuerpo estudiantil utilizar las dependencias del campus, durante las vacaciones de verano algunos estudiantes solían ir a realizar estudios de materias puntuales, acondicionamiento físico y principalmente librar algunos combates para pulir habilidades antes del inicio de las clases.

Tara Adams de 16 años era la heredera de la familia del mismo apellido e hija primogénita de Hugh Adams, era una chica de cuerpo esbelto, larga cabellera rubia, piel pálida, ojos color grises o en otras palabras era el fiel reflejo de todas mujeres pertenecientes a la familia Adamas, exceptuando por su carácter directo por parte del lado materno. Vistiendo una sudadera color granate, pantalones deportivos cortos negros y calzando un par de zapatillas deportivas continuaba realizando su entrenamiento, como el resto de los demás estudiantes de la academia debía mantener cierto nivel físico como de concentración para ser una de las mejores estudiantes a nivel institucional y del reino.

-Pronto obtendré 30 victorias e igualare la marca de Puño De Hada…- se repetía continuando sus ejercicios

La joven Tara admiraba a la antigua capitán de la guardia real y caída en desgracia Rebecca Bellamy o conocida por todos como Puño De Hada, por su invocación y por su inusual estilo de combate de Knights-Casters, a pesar de tener un estilo de lucha bastante defensivo había conseguido sacarle provecho a la herencia marcial de su familia convirtiéndose en una de las mejores estudiantes de la academia.



#20129 en Fantasía

En el texto hay: magia, mundos alternos, magos caballeros

Editado: 05.08.2020

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